El público galo celebró los errores de Nadal haciendo al ola

Con 5-3 para Nadal en el tercer set, Rafa tuvo 0-30 ante el saque de Jurgen Melzer: a dos puntos del triunfo. Pero Melzer ganó ocho puntos consecutivos y tres juegos en fila a Rafael Nadal, que perdió en blanco el servicio con 5-4, cuando se suponía que iba a sentenciar el partido. Y ahí estalló la Chatrier, un colosal resorte movido por 14.000 gargantas, un resorte que olía sangre: se intuía la posibilidad de la reacción épica del austriaco Melzer y de una histórica caída de Nadal.

Cuando Melzer encadenó el tercer juego seguido, para mandar 6-5 en esa disputada tercera manga, el frenesí se disparó de tal manera que el árbitro, el francés Pascal Maria, tuvo que detener a Nadal, que se disponía a servir, ante el júbilo de los aficionados, que hacían la ola en las gradas. El mismo Melzer, aplaudiendo en la raqueta, pidió calma. Nadal, con prudencia, quitó hierro. "No hay historia con el público, no la busquéis. El público se estaba diviertiendo y quería ver más tenis, eso es todo".