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Final Copa Davis | El protagonista

Feli, superviviente de la final de 2003

Feliciano López, al que le agrada anunciarse como Torpedo de Toledo, debutó en una final de Copa Davis de la que no queda mucho recuerdo. Y no queda mucho recuerdo de esa final, en 2003, en Australia, en el Rod Laver Arena de Melbourne porque se perdió. Justo esa fue también la famosa final del Himno de Riego. Fue la última final de Davis que perdió España. Y allí, con 22 años recién cumplidos, debutó Feliciano en Copa Davis, nada menos que en una finalísima de tanto calibre, haciendo pareja de dobles junto a Álex Corretja. López y Corretja perdieron aquel punto ante Arthurs-Woodbridge: 6-3, 6-1, 6-3.

Seis años después de Melbourne y del Rod Laver Arena, el Torpedo de Toledo firma su segundo título consecutivo de Copa Davis: de nuevo, como pieza clave en un punto de dobles que valió su peso en oro. De nuevo, junto a Fernando Verdasco. De nuevo, Feliciano, futbolero y madridista tirando del carro, como en la final de Mar del Plata hace un año. "En estos casos sólo tienes que pensar en el compañero y en ser un jugador más dentro de un equipo", analiza el zurdo toledano, dos veces cuartofinalista en Wimbledon.

Quién lo hubiera dicho de aquel chico de 22 años que en 2003, camino de Melbourne, alarmaba a Corretja con sus atléticas diabluras por las escaleras automáticas del aeropuerto de Singapur-Changi. Tres finales, dos Ensaladeras. El Torpedo hace blanco.