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Susurros del campo
Rocío de Andrés

Blog del Diario AS sobre el negocio que hay detrás del gran espectáculo de masas en el que se ha convertido el deporte.

Rocío de Andrés

La caza del zorzal

Son cuatro las especies de zorzales que podemos encontrar en nuestro país: el zorzal común, real, alirrojo y charlo. Se trata de un ave de pequeño tamaño cuya caza se convierte en un auténtico privilegio para cualquier aficionado a la caza menor.

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La caza del zorzal

Solo dos de las cuatro especies, el común y el charlo, utilizan nuestro país para nidificar; ya que las otras dos medran su cría en el centro y norte de Europa y Asia (Rusia, Polonia, Alemania, Checoslovaquia…), desde donde emigran a nuestro país.

El Zorzal (Turdus philomelos) pertenece a la familia de los Túrdidos. Se trata de una subfamilia de ave propalada en todo el mundo, con numerosas especies tales como los petirrojos, colirrojos, mirlos…

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La caza de estas pequeñas aves migratorias es una de las que más pasiones levanta en toda Europa. No es tarea fácil, hacerse con una buena percha de zorzales, lo que se convierte en un reto para cualquier cazador.

El zorzal alirrojo y el zorzal real, utilizan nuestro país como lugar de migración. De hecho, la Península Ibérica es, junto con Francia e Italia, el territorio que más población de zorzales recibe en estas migraciones masivas. Son dos las rutas, por la que entran en nuestra península:

1. La vasco-navarra; desde donde después vuelan hacia la zona centro y suroeste.

2. La de la costa mediterránea: desde donde se dirigen a las Islas Baleares pudiendo llegar hasta el norte de África.

Estas migraciones dan comienzo en el mes de octubre prolongándose durante el otoño, cuando las temperaturas extremas hacen que se queden sin comida en sus lugares de origen. Se quedarán en nuestros campos, hasta casi finales de marzo, mes en el que suelen dar comienzo el retorno a los países que dejaron meses atrás.

Hablar de la caza de zorzales es sinónimo de caza en puestos, en los que se aprovecha el paso de estas pequeñas aves, desde el dormidero al comedero o, al contrario. En estos puestos el cazador puede disparar un número importante de tiros. Unos lances que no serán tarea fácil, por el pequeño tamaño del animal y su por tener este un vuelo rápido.

Son muchas las veces en las que los zorzalicos nos engañan, haciéndonos creer que vuelan más alto de lo que realmente van, ya que su pequeño cuerpo sobre el cielo produce una imagen distorsionada. Por ende, es importante saber que sólo en muy pocas ocasiones el zorzal vuela por encima de los treinta o cuarenta metros.

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Otra modalidad para la caza del zorzal son los pequeños ojeos, en los que no serán numerosos los disparos, por la dificultad del tiro al salto, pero sin duda, esta modalidad de caza resulta más divertida para el cazador. O al menos, para una servidora.

Antes de salir a cazar zorzales debemos preparar nuestro equipo, asegurándonos que esté en buenas condiciones, así como toda la documentación necesaria en regla para poder salir a cazar.

Es fundamental controlar el paso de los zorzales con antelación, para controlar el paso de las aves y asegurarnos una gran jornada de caza. Debemos localizar el paso de los pájaros desde su dormidero y viceversa.

El puesto debe formarse con vegetación del terreno, naturales para que se mimeticen perfectamente en el entorno y más espeso posible ya que el zorzal tiene una magnifica visión.

Para la caza del zorzal una de las armas preferidas por los cazadores es la repetidora, por su ligereza y el tercer tiro. Pero también se utilizan las superpuestas o paralelas, estas la ventaja que tienen son sus dos cañones con los que se puede jugar con distintos polichoks. Los calibres habituales son del 12 y el 20. Los cartuchos más elegidos son los plomos del 8, 9 o 10 y cargas de 30 y 32 gramos.

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Si queremos conseguir un gran resultado, lo conveniente es no intentar disparos demasiado largos, ya que harán que no entren más zorzales porque cambiarán el rumbo de su trayectoria. De esta forma, nos quedaremos ocultos en el puesto hasta que los pájaros entren dentro de nuestro “circulo” de tiro, distancia que marcamos aproximadamente en treinta metros alrededor del puesto.

Al zorzal deberemos dispararle tal cual nos entre:

· Si entra de cara: disparo delante.

· Si entra alto: delante corriendo bien la mano.

· Si entra sesgado: delante sin parar la escopeta en el momento del disparo.

Como en la caza de cualquier pieza, siempre es preferible adelantar un poco en lugar de quedarnos cortos.

A la hora de cobrar estas pequeñas aves, iremos con nuestro fiel compañero de caza, el perro, para que no se nos queden piezas en el campo.

Y por favor, importantísimo, al finalizar nuestra jornada de caza dejar el campo como nos lo hemos encontrado y recoger todas las vainas. La caza siempre va unida a la conservación.

¡Feliz fin de semana, salud y buena caza!