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Sin cadena
Victor Martín

El nuevo deporte de la bicicleta eléctrica

Victor Martín

¿Síntomas de agotamiento en el mercado de venta de bicicletas?

Después de años de un crecimiento exponencial, varios indicios apuntan a un estancamiento en el volumen de negocio

Actualizado a
El último adiós a una leyenda
JESUS RUBIODIARIO AS

Después de varios años de crecimiento sostenido y tras el efecto rebote del parón de la pandemia -que hizo crecer de forma brusca la venta de bicis en cuanto empezaron las medidas de desconfinamiento de la población-, empieza a planear por el cielo del sector cada vez con más fuerza una pregunta: ¿Está dando muestras de agotamiento el sector de la venta de bicicletas?

La respuesta es compleja pero, si bien no parece -al menos por ahora- que se trate de un frenazo en seco, sí empieza a haber indicios que apuntan a una desaceleración del ritmo al que se compran bicis en nuestro país. Hay varios espacios en Internet donde ya se ha hablado de estancamiento. Las marcas no lo dicen de forma oficial, pero internamente reconocen que efectivamente la tendencia ha cambiado y que la demanda está bajando. Las tiendas también admiten que el stock ya no baja como lo hacía antes.

Más movimientos: Hace apenas unos días, AMBE y ConBici enviaban un comunicado en el que lamentaban el “veto del Gobierno” a la rebaja del IVA para la venta, alquiler y reparación de bicicletas. Argumentan su petición que el alza de los precios “producido por el aumento de venta de bicicletas eléctricas” ha aumentado la recaudación de IVA, por lo que ven “perfectamente viable” que se acometa esa rebaja. Sin embargo, basar ese crecimiento de precios sólo en las e-bike es, cuanto menos, reduccionista. La bici convencional también se ha encarecido muchísimo.

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Pero, ¿cuáles son las causas de este cambio de tendencia? Y, sobre todo, ¿es tan clara esa tendencia?

Escalada del precio

La alta demanda de los últimos años -sobre todo desde 2015-16, primeros síntomas de recuperación tras la crisis económica anterior- hizo que el precio escalara de forma brusca. No ya sólo en las gamas top. También en las gamas medias y bicicletas más accesibles se ha producido un claro incremento de precio.

Y si ya veníamos de un escenario que se estaba complicando, llega la pandemia y dispara la demanda en cuanto los gobiernos dejan salir a la gente a la calle para practicar deporte. Después, la crisis de los materiales que en muchos casos ha repercutido en los precios finales para el cliente y ha encarecido aún más un producto que ya hacía tiempo que había dejado de ser barato. Y también, por qué no decirlo, algún que otro desmán de la industria que ha recordado en ciertos momentos a aquella burbuja inmobiliaria anterior a 2008. Hasta el punto de que muchos usuarios han llegado a denunciar los altos costes de comprarse una bici, y algunas prácticas poco claras del sector, en redes sociales.

La tecnología

En el último lustro ha habido toda una carrera entre gente que se aficionaba a la bicicleta pasados los 40 años y decidía comprarse lo último del mercado. Y las marcas trasladaban al ciclista aficionado las innovaciones que implementaban en las bicicletas profesionales. Cambio electrónico, frenos de disco, ancho diferente de las ruedas en MTB con el 27,5″ y un largo etcétera de novedades que han convencido a la gente.

La fiebre por tener “lo último” ha sido enorme, pero parece haberse llegado a un punto en el que las grandes evoluciones han terminado -de momento- y los nuevos detalles no terminan de enganchar a los usuarios de la bici. Si a esto le unimos que los precios están muy altos, la innovación tecnológica del sector parece que ha dejado de ser el reclamo que ha sido en las últimas temporadas.

Cuestión de tiempo

Si a eso le añadimos que venimos de un auténtico ‘boom’ relacionado con la bici que incluye tanto compras de material como organización de nuevas pruebas ciclistas y cicloturistas, parece más bien cuestión de tiempo que llegue este frenazo.

El 2022 se terminará de salvar probablemente con una campaña de Navidad donde la bici sigue siendo uno de los regalos estrella, sobre todo para los niños. Pero una vez pasen las fiestas veremos si el 2023 supone el primer año de parón económico en el sector de la bici.