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MENTALIDAD IMPARABLE

Para bailar la ‘mamba’: ¿qué hay detrás de la mentalidad de Kobe Bryant?

Así es la mentalidad que llevó a Kobe Bryant a ser el mejor jugador de su tiempo.

Para bailar la ‘mamba’: ¿qué hay detrás de la mentalidad de Kobe Bryant?

Mam-ba. Mam-ba. Dos sílabas y un potencial oculto para quien sepa ir más allá de lo ‘de siempre’. A estas alturas, cuando leemos en algún sitio ‘mamba’ una figura brilla por encima de todo: Kobe Bryant. Es su creador y gracias a su generosidad y responsabilidad es también su legado. Hoy quiero detenerme en este concepto (y fenómeno) y en todo lo que esconde porque si hablamos de rendimiento, de potencial y de superación, hablar de la mentalidad mamba es justo y necesario.

¿Qué es 'Mamba Mentality'? Es muchas cosas. Pero, sobre todo, es la constante búsqueda por intentar ser la mejor versión de uno mismo. La premisa o el punto de partida es sencillo: cada día tenemos la oportunidad de ser mejores de lo que fuimos ayer. Pese a ello, conseguirlo no es fácil y se requiere la determinación de alguien que, en cualquier circunstancia, está conjurado a dar lo mejor: "Haré lo que haga falta para ganar partidos, ya sea sentarme en un banco agitando una toalla, dar agua a un compañero o lanzar el tiro ganador", dijo Kobe.

‘Mamba mentality’ es una filosofía que se despliega de forma transversal en la vida de Kobe. No es un método, ni un entrenamiento. Es mucho más. Mediante exigencia y responsabilidad, la mentalidad mamba busca el máximo conocimiento de uno mismo con trabajo, el esfuerzo y, por supuesto, con la ilusión de ser mejor. Sin olvidar la pasión: porque cuando amamos, somos capaces de entregar y darlo todo.

“Cada día tenemos la oportunidad de ser mejores de lo que fuimos ayer”

Tanto, que empezó siendo niño. En su libro, Mamba Mentality, Kobe explica que desde su más tierna infancia trabajaba sin tregua añadiendo elementos a su juego: “Veía algo que me gustaba en una persona o en una grabación, y lo ponía en práctica de inmediato. Seguía practicándolo al día siguiente, y luego salía y lo usaba. Cuando llegué a la liga, tenía una curva de aprendizaje corta. En cuanto veía algo interesante, lo ponía en práctica, y lo hacía mío”.

En este viaje hacia la excelencia, que no perfección, el conocimiento no solo viaja hacia dentro. También hacia fuera. Hacia el adversario y todos los elementos que se interponen entre uno mismo y la victoria. Porque cuando conocemos el entorno podemos hacer más por dominarlo, reajustando posibilidades, acciones y estrategias.

¿Qué te parece si para sumergirnos en la ‘mentalidad mamba’, recorremos sus puntos clave a través de frases del mismo Kobe Bryant? ¡Vamos allá!

1.- Persistir (y no tener miedo al fracaso)

No temía fracasar, dar una mala impresión o pasar vergüenza. Eso se debe a que siempre tenía en mente el resultado final, el objetivo a largo plazo. Me centraba en el hecho de que para conseguirlo lo tenía que intentar, y cuando lo conseguía tenía una nueva herramienta en mi arsenal.

2.- Conocer al adversario

Mi mentalidad era: voy a descifrarte. Ya se tratara de AI, Tracy, Vince —o, si saliera a jugar hoy, LeBron, Russ, Steph—, mi objetivo era descubrirlos. Y para eso, para resolver esos enigmas, estaba dispuesto a hacer mucho más que cualquier otro.

3.- Trabajar duro

En el transcurso de mi carrera, hacía levantamientos durante noventa minutos todos los lunes, martes, jueves y viernes. Cuando digo levantar, hablo de un tipo de levantamiento pesado, duro, de esos en los que uno no siente los brazos. Después, iba al gimnasio y hacía lanzamientos.

4.- Madrugar

Siempre pensé que si madrugaba, podría entrenar más cada día. Si empezaba la jornada a las once de la mañana, entrenaría unas pocas horas, descansaría cuatro y, alrededor de las cinco de la tarde, volvería al gimnasio hasta las siete. Pero si empezaba a las cinco de la mañana y seguía hasta las siete, podía volver de nuevo de once a dos y de seis a ocho de la tarde.

5.- Conciliar lo personal y lo deportivo

Comenzar temprano me ayudó a conciliar el baloncesto y la vida. Cuando mis hijas se levantaban por la mañana, ahí estaba yo, y ellas ni siquiera sabían que acababa de terminar mi primera rutina en el gimnasio. Por la noche, podía acostarlas y volver luego a entrenar, en mi tiempo, no en el suyo.

6.- Análisis y proyección de posibilidades

Desde que era joven —muy joven— devoraba grabaciones y vídeos, y miraba todo lo que caía en mis manos. Sin embargo, el principal cambio que experimenté con el tiempo fue pasar de ver lo que allí había a detectar lo que faltaba y lo que debería haber estado allí.

7.- Aprender de quien más sabe

Igual de importante que la lectura era cultivar las relaciones con los grandes que me precedieron. Bill Russell, Kareem Abdul-Jabbar, Magic Johnson, Jerry West, James Worthy... Estos tipos me enseñaron lecciones que me dieron ventaja frente a mis competidores. Por eso es tan importante tener mentores como ellos, faros de los que aprendes y a los que admiras.

No podemos olvidar la fortaleza mental, un marco mental, valga la redundancia, que Kobe ejerció y que lo convirtió en la leyenda que es -y que abordo en profundidad en éste podcast.

Fue el mejor, e hizo mejor a quienes rodeaba, de principio a fin. De hecho, el último partido de Kobe Bryant perdurará en la memoria de los que amamos el básquet para siempre: Kobe tenía 37 años y muchas lesiones, y en aquel último partido lo dio absolutamente todo: jugó 40 minutos, anotó 60 puntos, metió 6 triples y repartió 4 asistencias.

El destino le jugó a la contra demasiado pronto y de manera injusta, pero si atendemos a su legado, podemos decir con seguridad que jugó y vivió siempre dando lo mejor y con eso nos quedamos.