Puerto de las Palomas: De Cádiz a Cantabria pasando por Jaén
Hacemos un primer viaje por puertos que comparten nombre a lo largo de la geografía española: hasta cuatro subidas tienen a estas aves como mentoras
Todos sabemos, a estas alturas, que en cualquier rincón de España hay una cuesta o un puerto para subir en bici. Y al final, todas las montañas tienen algunos rasgos comunes, y no es difícil que los lugareños utilicen algún elemento destacado para darle nombre -sin ir más lejos, en nuestro país hay unas cuantas Peñas de los Buitres, o del Buitre en singular, en alusión a picos donde anidan estas aves-, por lo que la curiosidad me ha llevado a buscar puertos que tengan un nombre igual o, al menos, de la misma raíz.
Curiosamente, el origen de este artículo está en una visita que hice a Cazorla hace un par de semanas con mi mujer y mi hija. Me estoy poniendo en plan Abuelo Cebolleta, pero la última -y hasta ahora única- vez que fui por aquella zona tenía 11 años. Y, sin embargo, recuerdo perfectamente el nombre del único puerto que estaba señalizado en aquella carretera entre Hornos de Segura -donde me hospedé aquella vez, en concreto en la aldea de La Capellanía- y Cazorla: el Puerto de las Palomas.
Así que me surgió esa duda, porque ya conocía otro puerto con el mismo nombre. ¿Cuántas subidas tienen el nombre de estos pajarillos urbanos tan maravillosos y que tanto nos gustan, por eso en algunos sitios las llaman las ratas del aire? Pues tras hacer una búsqueda, he encontrado cuatro. Empecemos por la primera: el Puerto de las Palomas de Cazorla es el que da entrada al Parque Natural Cazorla, Segura y Las Villas. Tiene una altitud algo superior a los 1.240 metros y la longitud… pues depende desde dónde consideremos que empieza.
Si queremos hablar de él como un ‘puerto largo’, diremos que comienza en un puente sobre el río Cañamares, en la carretera que nos lleva hasta Peal de Becerro y, después, a Cazorla. Aunque, siendo honestos, hasta llegar a ese primer pueblo estamos más bien en una sucesión de falsos llanos. Luego, ya sí, entre el cruce Peal -¡mítico aquel Tugia Juego Limpio de fútbol modesto!- y Cazorla nos encontramos con dos kilómetros muy duros y unas rampas que pasan ampliamente el 10%. Pero lo peor está al tomar la circunvalación de Cazorla, con una zona que se acerca incluso al 20% ganando altura a lo bestia para terminar en la zona alta del pueblo y salir de él.
Ahí llegamos a La Iruela donde empieza un descenso de casi tres kilómetros. Y ya estaríamos en la versión ‘corta’ del puerto. Unos 9 kms entre el 4-5% constantes, con unas curvas de herradura de cas 180 grados preciosas que permiten ir mirando a la sierra. Arriba nos encontraremos un mirador bien bonito, en la zona del Paso del Aire, llamado así porque es literalmente un pasillo donde el viento corre como le da la gana y hace un frío que pela, además te pega una buena bofetada después de ir todo el puerto ‘abrigado’ por la montaña. En definitiva, estamos ante un puerto accesible pero que, si queremos y lo tomamos desde abajo del todo, se nos puede hacer bola porque serían 21 kilómetros de ascenso. Sobre todo cuando el aire empiece a dar casi arriba y la temperatura baje.
Exageraciones andaluzas
¿Y con qué otras subidas comparte nombre este Puerto de las Palomas? Pues, evidentemente, la primera que se nos viene a la cabeza está exactamente a 357 kilómetros de allí. Y creo que no me equivoco si digo que hablamos del puerto más emblemático de Andalucía Occidental. Son casi 1.200 metros de altitud con 14 kilómetros de ascenso a casi el 7% de media. La vertiente mítica y clásica empieza en la maravilla de pueblo que es Zahara de la Sierra -del que ya os he hablado aquí alguna que otra vez- y llegamos al corazón de la Sierra de Grazalema. La Vuelta a España y la Vuelta a Andalucía ya lo han probado, y como haga un domingo bueno son decenas los cicloturistas que se acercan a gozar sus rampas.
Lo más duro, por porcentajes, se encuentra casi al principio antes de llegar a Zahara, pero son los cuatro kilómetros finales los que se hacen más cansinos. Unas curvas preciosas mientras se gana altura sobre el valle y el embalse que abastece la zona va quedando cada vez más abajo, y rampas que rondan el doble dígito en muchas ocasiones -hay un kilómetro entero por encima del 8%-, con picos de hasta el 13%. Si no lo habéis subido, de verdad que os lo recomiendo encarecidamente. Y después, bajad hasta Grazalema y podéis engancharlo con el Alto del Boyar y llegar a Ubrique. Ahí os lo dejo. Una curiosidad sobre este puerto es que, durante mucho tiempo, -no sé si sigue ahí todavía sigue ahí- ha hecho bueno el tópico de que a los andaluces nos gusta exagerar. Y es que el letrero señala una altitud de 1.357 metros, cuando la real se queda en torno a los 1.180.
El siguiente enclave que lleva el nombre de estos animalejos es la Cuesta del Palomo, en la provincia de Toledo. Aunque, realmente, esta subida corta y explosiva -pendiente máxima del 18%- que se encuentra cerca de Aranjuez pero dentro de la provincia manchega se le dice así por ser la vía de acceso a la antigua finca de un ex torero llamado Palomo Linares. De ahí su nombre. Es una carretera de ida y vuelta, o sea, que se trataría de ir a propósito a buscarla, darse el calentón en el pecho y volver a bajar.
Aunque hay otro Puerto de las Palomas andaluz en la provincia de Málaga, éste no es accesible en bici, o al menos no de carretera. Forma parte de una ruta senderista hacia otro puerto aviar, el de Las Golondrinas, así que lo dejamos aquí mencionado pero no repararemos en él. Y nos vamos al último, que también es un puerto con cierto renombre, pero en este caso del norte: el Puerto de Palombera.
¿Palomas o una simple explanada?
Es común de las lenguas asturiana, leonesa y cántabra el uso de mb en muchas palabras donde el castellano sólo usa la m. Así, en el cántabru se utiliza el vocablo 'palomba' para denominar a la paloma. Por extensión, una palombera es una palomera, que es una persona que cría palomas, así que todo claro... ¿Seguro? Bueno, el caso es que en castellano una palomera, según la RAE, en su última acepción es un páramo pequeño. Y eso cuadra perfectamente con el paraje que nos encontramos en la cima del puerto. En asturiano, palombera es un adjetivo femenino relacionado con las palomas. Preguntados algunos colegas cántabros, me dicen que el nombre sí parece tener que ver con nuestros pajaritos protagonistas de hoy.
De Palombera poco os puedo decir, porque ya lo comenté aquí. Casi 22 kilómetros, rampas que no llegan más allá del 8% y, en definitiva, un puerto en el que gustarse y disfrutar de sus vistas. Es la 'frontera' natural entre el valle de Cabuérniga y la comarca de Campoo a la que tanto quiero. El principal peligro de este puerto es que, cuando menos te lo esperes, se te mete la niebla. Sobre todo hay que tener mucho tiento en las bajadas, porque además de curvas con poca visiblidad y la posibilidad de que haya niebla, hay vacas y potros sueltos por doquier que se te pueden meter en la carretera y pegarte una castaña monumental. Así que mucho cuidado.
Este puerto es ideal para enlazarlo después con la subida a la estación de esquí de Alto Campoo o, si te ves especialmente bien, seguir desde ahí hasta la Fuente del Chivo, que son todavía cinco kilómetros más. Y después se mete uno un cocido montañés en Reinosa y recuperas todo lo que hayas quemado y te deja reservas para tres o cuatro días.
No sé si me dejo algún puerto más relacionado con las palomas. Lo que sí he podido ver entre los que comparten denominación es que, muy probablemente, los que lleven una Cruz en su nombre sean los más repetidos de toda España. En otra entrega intentamos hacer una recopilación. Y, bueno, sin desmerecer la Cuesta del Palomo, os puedo decir que los otros tres los he visitado y son más que recomendables. Me despido, por cierto, con una foto de una casa de Cazorla cuya fachada está decorada... con bicis antiguas. Cómo nos gusta lo que nos encanta.