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SIN CADENA

Llega la primavera: Formas de entrenar si sufres de alergia

En un año especialmente seco y de temperaturas suaves, la temporada de alergias parece estar adelantándose. Hay algunas pautas para mitigar sus efectos

Llega la primavera: Formas de entrenar si sufres de alergia

No sé vosotros en vuestras latitudes, pero al menos aquí en Andalucía está siendo el invierno más seco que recordamos en muchísimo tiempo. Estas condiciones, acompañadas de una temperatura muy suave para la época e, incluso, episodios de calor en puntos concretos de nuestra geografía, ha hecho que la temporada de alergias se adelante sobremanera, casi un mes antes de que entre la primavera meteorológica.

Se estima, según datos de la OMS, que uno de cada cinco españoles sufre algún tipo de alergia. Los síntomas en realidad son muy variados y dependen de cada uno. De hecho, si bien hay unas pautas más o menos genéricas, lo cierto es que cada persona que sufre alergia debe tener un tratamiento adaptado a su caso. No obstante, uno de los síntomas más comunes es la afección respiratoria, y eso ataca directamente a la práctica del ciclismo. Así que vamos a conocer un poco más de la alergia y cómo afecta al ciclista aficionado.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que la alergia empieza a tener un efecto limitador cuando el ciclista sobrepasa el 65-70 por ciento de su capacidad cardiaca. Por tanto, es posible que en un brote alérgico incluso podamos entrenar y rodar, pero no podremos ‘castigarnos’, porque nuestro sistema respiratorio va a empezar a tener problemas.

Por tanto, es primordial no forzar demasiado para no acabar sobrecargando el organismo, porque podemos crear más problemas en el propio entrenamiento e incluso complicar el brote de alergia nosotros solos. Si estamos tomando antihistamínicos, es muy probable que el cuerpo se nos quede flojo e incluso tengamos una somnolencia considerable y sólo nos pida dormir. En estos casos, ojo porque nuestros reflejos van a mermar bastante, así que casi es mejor no salir.

Horas centrales

Pero, estos casos más agudos, en general sí se puede salir a rodar en bici pese a estar afectado por la alergia. E incluso hay maneras de limitar el ‘impacto’ de esa alergia en la temporada primavera-verano. Una de ellas sería pedalear en las horas centrales del día. Está demostrado que la concentración de polen en el aire aumenta a las horas cercanas al amanecer y a la caída de la tarde, bajando en torno al mediodía. Habrá que hidratarse bien porque serán las horas de más calor.

Otro buen aliado nuestro a la hora de entrenar puede ser un chaparrón primaveral -que este año será casi como ver un mirlo blanco, pero bueno-, ya que elimina mucho polen de la atmósfera y nos puede dar un respiro, nunca mejor dicho. Salir a rodar poco después de escampar sería ideal, sobre todo porque en cuestión de unos días es muy probable que esa agua caída reactive el polen.

También, si el brote es agudo, se puede cambiar el entrenamiento en carretera por una rutina de ejercicios en casa que nos permita no perder demasiado estado de forma hasta que pase un poco el ‘temporal’. Así que ya sabéis: salvo que a partir de mitad de marzo la situación cambie de forma drástica, nos enfrentamos a una primavera y un verano complicados. Precaución, consultad con vuestro médico para poder llevar un tratamiento lo más personalizado posible… y pedalead con responsabilidad. Pasará.