Desde las tierras del Alto Aragón nos llega una noticia de alcance para el mundillo cicloturista, y es la presentación de una nueva marca para posicionar las comarcas de La Jacetania y el Alto Gállego como destino para los aficionados a la bicicleta. Realmente, el reclamo que tienen es difícilmente igualable en el resto del país, porque los Pirineos son muchos Pirineos.

Así que, bajo el nombre de marca de ‘Infinity Pirineos’, tanto el ayuntamiento de Jaca como el de Sabiñánigo, así como los entes comarcales de la Jacetania y el Alto Gállego, han creado todo un mundo en el que venden los encantos de la principal cadena montañosa del Norte de la Península.

La propuesta de recorrido incluye dos rutas, una de carretera con 800 kilómetros -sí, leen bien- por la zona, y otra de MTB con unos 500 kilómetros. Empecemos por la de asfalto y ‘flaca’. A lo largo del recorrido, que cada quien puede dividir en tantas etapas como vea conveniente y se pueda adaptar, hay un total de 23 puertos de montaña para 14.200 metros positivos de desnivel. En realidad, hay una ruta circular llamada ‘anillo central’ de la que se sale para subir el puerto, bajarlo por el mismo sitio y regresar a él.

Además, cada puerto tiene un apartado propio con su ficha técnica, una descripción del mismo, los puntos más interesantes a lo largo de la subida y hasta la posibilidad descargar el track. Los más conocidos para el gran público son Somport -en el Tour de Francia 1991 se ascendió la vertiente francesa en una etapa que acabó precisamente en Jaca, justo el día antes de que Miguel Indurain se hiciese eterno con el ataque en la bajada del Tourmalet-, y Cotefablo. El primero de ellos se sube en la QH y el segundo en la Treparriscos.

Por lo que se refiere a la MTB, hablamos de otros 500 kilómetros con casi 15.000 metros de desnivel y 23 ascensiones. Se puede viajar con alforjas, buscar distintos alojamientos para planear las etapas. La ruta dispone tres núcleos o centros BTT: Jaca, Alto Gállego y Los Valles. Todos los puntos están conectados de algún modo a través de senderos y pistas forestales, con lo que las posibilidades para hacer la ruta son tantas como el ciclista quiera.

Gastronomía, patrimonio y experiencias

Además de lo puramente ciclista, Infinity Pirineos tampoco se olvida del resto de atractivos que hacen que un turista se decida por un lugar u otro a la hora de planificar un viaje. La gastronomía de la zona, el patrimonio cultural de las dos comarcas -con Jaca y su ciudadela como principal reclamo- o distintas experiencias de naturaleza y bienestar se unen como aliadas de la bicicleta.

Otro acierto a mi modo de ver es el hecho de que la propia página web del destino dé la posibilidad de llegar, mediante un enlace, a la oficina de Información y Turismo de todos los pueblos de la zona que cuentan con ella: un total de 11 oficinas, para que los que quieran ir a conocer la zona puedan tener toda la información disponible desde casa y antes de partir.

El cóctel es prácticamente perfecto. Montaña, una comarca que cuida la naturaleza y donde, además, el tráfico no es intenso y permite la práctica del ciclismo con libertad. Y, además, pueblos con historia, patrimonio y ganas de acoger visitantes que busquen un turismo activo y diferente. El Pirineo aragonés quiere ser infinito.