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Susurros del campo

Humanizar a los animales

Hace una semana, una importante cadena de televisión, emitía en prime time dos de sus programas punteros de investigación, sobre como está cambiando nuestra relación con los animales y las nuevas leyes que los protegen más que nunca.

Humanizar a los animales
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Hace una semana, una importante cadena de televisión, emitía en prime time dos de sus programas punteros de investigación, sobre como está cambiando nuestra relación con los animales y las nuevas leyes que los protegen más que nunca.

Estas leyes ponen en pie de guerra a los ganaderos, que piden que se pueda cazar de nuevo el lobo, y a los cazadores, que nos hemos rebelado ante el despropósito ante la nueva ley de protección animal.

Con una entrevista a Odile Rodríguez de la Fuente, hija del gran Félix Rodríguez de la Fuente, o a Antonio Gallardo, gran cazador andaluz, entre otros, han cuestionado hasta donde debe llegar la protección animal. Pura controversia.

En nuestro país cada vez es más habitual ver perros que niños. Así lo mostró el programa, con un experimento con propietarios de perros, preguntándoles que a quien salvarían en caso de gran peligro, a su perro o a otra persona. Y si, ganaron los perros ¿Qué nos está pasando? ¿Es posible que alguien puede elegir la vida de su mascota en vez de la otro ser humano? Desgraciadamente, es cierto.

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Hemos caído en lo que De la Fuente denominaba humanizar a los animales”.

El siguiente reportaje, quiso indagar en la decisión del gobierno de prohibir la caza del lobo, lo que supone sin duda, un conflicto de intereses. ¿La decisión ha sido consensuada con la España rural? ¿Han cuantificado los daños que produce el lobo a los ganaderos? Esto no es un cuento, el lobo viene y mata de verdad, y con la prohibición de su caza, las 15.000 muertes al año que están peritadas en los últimos años, se verán multiplicadas por miles.

Si hace 40 años, el censo de población de esta especie era de 200 ejemplares, por lo que era una especie en peligro de extinción, en la actualidad son más de 2.500 lobos los que habitan en el norte y centro de la península Ibérica. Convirtiendo a nuestro país en la segunda región europea con mayor número de lobos.

Pero en medio de esta vorágine, aparece publicado además esta semana en redes sociales, una foto de un libro de educación primaria, donde tacha al lobo de un animal vegetariano, señalando que su dieta se compone de zanahorias, coles, lechugas… ¡Por el amor de Dios! Que el canis lupus es un depredador carnívoro que siempre ha comido carne matando a otros animales. ¿Están adoctrinando a nuestros hijos? La convivencia con el lobo no es fácil, que no nos engañen y que no mientan a los niños.

Y para el que a día de hoy se siga cuestionando si es necesario la caza del lobo, me suscribo: Sin lugar a dudas, sí. De una forma sostenible para controlar su población, sí. De hecho, ha quedado sobradamente demostrado, que en las zonas donde su caza estaba permitida de forma moderada y sostenible, siempre con un exhaustivo control, ha hecho posible que las poblaciones de lobos se asienten y el número de ejemplares haya aumentado.

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A los que se hacen llamar, a través de pseudo-asociaciones “amigas del lobo ibérico” y creen saber más que nadie sobre el modelo de gestión del lobo, les podemos decir que el 65 por ciento de las manadas de lobos, se encuentran en zonas cinegéticas.

Para muchos, es harto difícil de entenderlo, como donde el lobo se caza, su población aumenta; y, al contrario, donde es especie protegida estrictamente, la población se ve estancada o disminuida.

Con la llegada del lobo a territorios de los que desapareció hace ya muchos años, ha dado como resultado que la convivencia con la ganadería sea casi imposible.

La caza del canis lupus fomenta un crecimiento controlado de la población de la especie dado que, consigue disminuir los ataques a la ganadería tradicional, un gran conflicto social para quienes tienen el ganado como medio de vida.

El Estado de este nuestro país, está pagando indemnizaciones millonarias, gastando dinero público (de tu bolsillo y del mío), en el control de la población del lobo, cuando un cazador puede llegar a pagar miles de euros que revertirían en los ayuntamientos competentes, no deja de ser un despropósito, como muchos otros en lo referente al mundo rural.Para abordar este conflicto se debe dejar a un lado los extremos, que ni para el lobo ni para ninguna especie han funcionado nunca. Sin duda alguna, el lobo es la especie más emblemática de nuestro medio natural, que hay que conservar y proteger.

Muchos de nosotros nos hemos aficionado a la naturaleza a través de los reportajes de El Hombre y la Tierra donde la especie era una de sus protagonistas. Y hablando de Félix Rodríguez de la Fuente, cuya figura han intentado usar muchas organizaciones para hacer del lobo “un buen turrón”, como defensores a ultranza de la especie, fue él mismo el que, hace décadas, promovió que fuera especie cinegética cuando la población era mínima en nuestro país.

«Buscar el consenso para que el lobo pueda habitar sin perjuicio para nadie». Felix Rodríguez de la Fuente.

Sin duda, es la mejor manera con la que Félix nos mostró cuál era el camino para la especie.

¡Feliz Navidad!