Caza y solidaridad
Terminamos un largo puente con la nieve cubriendo la mitad de nuestro país. Los paisajes son increíbles, el monte y el campo se han vestido con un manto blanco, radiante, como si nos susurrasen que ya estamos a punto de celebrar la Navidad. Las fiestas no, la Navidad.
Terminamos un largo puente con la nieve cubriendo la mitad de nuestro país. Paisajes blancos como si de una postal navideña se tratase. Una estampa que, aunque preciosa, tiene consecuencias importantes como carreteras cortadas y muchas dificultades propias de estos temporales.
Ahora bien, los paisajes son increíbles, el monte y el campo se han vestido con un manto blanco, radiante, como si nos susurrasen que ya estamos a punto de celebrar la Navidad. Las fiestas no, la Navidad.
Es tiempo de villancicos, de colorear nuestras casas, tiempo de ilusión para los más pequeños y de recordar a los que ya hicieron el largo viaje.
Compartir nuestro tiempo con nuestra familia en el campo es de los mejores regalos de Navidad que le podemos ofrecer a nuestros más pequeños, ya sea con nuestra arma o no, sin duda son días que se vuelven especiales.
La Navidad también es sinónimo de gastronomía, de disfrutar de nuestros fogones y hacer especiales nuestras mesas. Sentarnos alrededor de una mesa a compartir mil y un lance de caza, fallado o certero, anécdotas de lo más singulares... Es el momento de hacer balance de lo que ha sido este año y tropecientas mil promesas para el año que, en pocos días, estamos a punto de estrenar.
Y como cazadores que somos, abogamos por nuestra carne silvestre ¿Hay algo mejor que un buen guiso con caza para celebrar la Nochebuena en familia? A lo que mi persona respecta, creo que no. La caza termina en el plato.
Seguimos y seguiremos apostando siempre por el consumo de carne de caza, carne silvestre. De esta forma, es mi deber y obligación, recordar que, hace un año ya, nació el proyecto “Carne de caza solidaria”, de la mano de un grupo de propietarios de cotos de caza y varias organizaciones y asociaciones ligadas al mundo de la caza, poniendo en marcha el proyecto que surgió ante la necesidad de abastecer a los bancos de alimentos y otras organizaciones que atienden las necesidades de personas sin recursos. Sin lugar a dudas, fue todo un éxito.
Todo el sector cinegético de la mano, sigue aportando su granito de arena en estos días y hasta el final de la temporada de caza para hacer llegar la mayor cantidad posible de carne de caza a bancos de alimentos y comedores sociales.
Estos carecen en gran medida de alimentos perecederos y proteínas y la carne de caza supone un producto único por su origen, 100% natural y criada libremente en el monte en las mejores condiciones de alimentación y bienestar.
¿Cómo colaborar en la campaña?
La mecánica es sencilla. Los propietarios de cotos de caza y personas o entidades interesadas pueden unirse al proyecto ‘Carne de Caza Solidaria’ de distintas maneras:
1. Haciendo una aportación en su jornada de caza programada (montería, gancho etc.), a través de una donación especificada en la factura con la empresa cárnica habitual con la que trabaje la propiedad.
2. Gestionando la recogida de algunas reses abatidas para su posterior preparación y transformación antes de la distribución a las ONGs o comedores sociales.
3. Realizando una donación económica directa, se trate tanto de propietarios de cotos como de cualquier persona (cazador o no) u otro tipo de organizaciones o sociedades.
En la medida de lo posible, los propietarios podrán elegir si quieren que la donación se efectúe a una organización benéfica en concreto por cercanía o afinidad.
Si entre todos colaboramos, con lo que buenamente se pueda, haremos que ningún comedor social, se quede sin su plato de carne de caza, en sus mesas navideñas.
Más información en: info@carnedecazasolidaria.com
¡Salud y buena caza!