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SIN CADENA

La 30ª edición de la QH planta cara a la lluvia y al frío

Los ex profesionales Darío Gadeo y Haimar Zubeldia fueron los más rápidos en Sabiñánigo en una jornada que citó a casi 1.900 participantes en el regreso de la mítica prueba

La 30ª edición de la QH planta cara a la lluvia y al frío
Twitter QH

Pues, 27 meses y cuatro aplazamientos más tarde, se disputó la XXX Edición de la Quebrantahuesos -y su hermana pequeña, la Treparriscos- en la localidad aragonesa de Sabiñánigo, al pie de los Pirineos oscenses. Y lo ha hecho con un tiempo absolutamente de perros donde la lluvia y el frío han sido los principales protagonistas de la prueba.

El formato, claro está, ha sido mucho menos masivo que de costumbre por la situación sanitaria. Tampoco el día que se ha presentado en la salida ayudaba precisamente pero, aun así, unos 1.900 ciclistas se han dado cita para realizar el ya famoso recorrido de la que probablemente sea gran referencia del calendario de Gran Fondo en nuestro país.

La marcha, por cierto, se ha retransmitido en Streaming a través de la plataforma YouTube a partir de la subida a Somport. Algo que ya se hizo al menos en la edición 2019 y que tuvo también muy buen resultado.

Por cierto, aunque esto no importe mucho, una vez más los más rápidos han sido ciclistas ex profesionales. Darío Gadeo ha completado el recorrido en 5h45’19”, un crono para el que sin duda hace falta estar en forma con la que les ha caído encima. Y segundo ha sido otro antiguo pro como Haimar Zubeldia, que alguna que otra vez ha subido el Col de la Marie Blanque en el Tour de Francia. No en vano es el ciclista español que más veces ha participado en la Grande Boucle con un total de 16, de las que acabó 15 y varias de ellas en puesto de honor. Y es que hace ya bastantes años que esta prueba la ganan principalmente antiguos profesionales. La primera mujer fue Amaia Urkidi con un tiempo de 7h05'36".

En definitiva y por ponernos en perspectiva con la situación de hace unos meses, lo más positivo quizá de la presente edición es que se ha podido celebrar. El día no ha acompañado, pero las ganas de volver a las carreteras de los Pirineos ha podido más que la lluvia y el frío, aunque se haya tenido que cambiar el agua y los refrescos por bebida caliente en los avituallamientos. La organización ha dispuesto también un bus para quienes abandonaran, reforzado el servicio de ambulancias y médicos, y habilitado puntos de refugio.

La verdad es que 30 años dan para mucho, y pocos podrían pensar que la QH, cuando daba sus primeros pasos -yo leía sobre ella en la revista Ciclismo a Fondo cuando apenas tenía 15 años- iba a llegar a convertirse en el evento masivo que es a día de hoy. Desde la organización ya trabajan en una edición 2022 que muy probablemente volverá al mes de junio… y se espera que sea ya una prueba normal.