En muchos casos se abusa de la expresión "el futuro del deporte", y en esta ocasión debo ser el primero en entonar el mea culpa. Revisando los diferentes artículos del Valor del Deporte, he hablado del futuro de la bolsa, de redes sociales, eSports, Big Data, tecnología para evitar el acoso, deporte en el ámbito virtual, tecnología de fanengagement, derechos de imagen sobre reproducciones en videojuegos, nuevas plataformas como Youtube y Twitch e incluso he hablado del futuro del deporte para hacer referencia a campañas de captación de federados, liderazgo femenino y digitalización. Cerca de la mitad de las artículos de este Blog hacen de un modo u otro referencia al futuro del deporte y efectivamente, corremos el riesgo de caer en el abuso de estos términos. Dicho esto y tras esta breve introspección, sí, aún a riesgo de caer en "que viene el lobo", hablaremos de un nuevo concepto que puede revolucionar "el futuro del deporte" y en general de las inversiones.

Cuando empece a escribir este artículo hace tan solo unos días, la noticia de que el artista Beeple, acababa de vender una obra digital por 69,3 millones de dólares convirtiéndole en uno de los artistas vivos más valorados del mundo, llamó la atención de propios y extraños ajenos al mundo cripto.

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Un día más tarde a través de la plataforma de la NBA Top Shot se anunciaba que se alcanzaba un récord, con la venta por más de 200 mil dólares de una tarjeta digital de Lebron James. Una tarjeta que sí bien en el mundo físico serviría para, por ejemplo completar un álbum, en este caso son highlights virtuales de diferentes jugadas de la temporada NBA. Top Shot se encarga de vender diferentes packs de estos highlights y cada uno tiene un número de serie, que indica la cantidad de veces que se encuentra repetida esa jugada en los diferentes paquetes y el numero que ocupa en la serie.

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Es ahora cuando se hace necesario explicar que es un NFT o tokens no fungibles, son activos criptográficos basados en blockchain con códigos que los hacen únicos y garantizan su autoría y autenticación y por tanto los convierten en "únicos". Una tecnología que certifica sin posibilidad de falsificaciones cualquier tipo de obra y a la que gran parte de la población es completamente ajena, pero probablemente y más con las últimas subidas de Bitcoin y otras criptomonedas nos resulte más comprensible ( o al menos conocida) cuando entendemos, que es la misma tecnología que sostiene dicho sistema monetario. Hablamos de la democratización del comercio del arte, el coleccionismo o la inversión pudiendo vender de manera inmediata cualquier activo.

Seguramente aún siga sin ser un concepto demasiado claro, pero NBA Top Shot ya ha vendido NFT por valor de más de 230 millones de dólares. El Real Madrid junto a otros grandes equipos europeos e internacionales (125 equipos a día de hoy), se ha unido a la empresa francesa Sorare para vender cromos digitales que además, permiten acumular puntos en función del resultado de los equipos o de los jugadores. Sorare es probablemente la punta de lanza de este nuevo movimiento en el fútbol y cuenta entre sus principales inversores con nombres tan llamativos como Griezmann y Piqué que invirtieron en una reciente ronda de financiación de 40 millones de euros. Será interesante comprobar como esta nueva tendencia convivirá con los ya populares "fantasy leagues" como Biwenger de AS. La gratuidad siempre es positiva y atractiva, pero no podemos olvidar que tendrán que competir contra la posibilidad de ganar dinero de manera extremadamente rápida especulando con los jugadores virtuales.

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Hace tan solo una semana el F.C Barcelona anunciaba en su twitter que junto a la plataforma "Socios" creará NFTs que podrán ser adquiridos con Tokens específicos. Nos encontramos ante un entorno especialmente complejo y novedoso, en el que algunos despachos jóvenes como Above Sport ya trabajan desde un prisma legal para cubrir todas las diligencias y garantías con alguna de las plataformas de Fanengagement más prometedoras en el panorama internacional como Fancisión.

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Un entorno con excepcional volatilidad, en el que este récord en el deporte de Lebron James, no ha tardado en verse superado y el pasado domingo un nuevo NFT pulverizaba récords con la venta de un cromo (virtual) de Cristiano Ronaldo por 242 mil euros. Esta fiebre de inversión promete haber solo empezado (no hace falta ser un coleccionista experto para intuir tras lo expuesto el valor que podría alcanzar el clip del gol de la victoria en un Madrid- Barça de edición limitada), seguro que entidades como LaLiga ya están estudiando posibilidades de crecer en este sector. Solo el tiempo nos dirá si resulta una inversión sostenible o una burbuja, pero desde luego actualmente aparenta ser una oportunidad muy interesante para deportistas, clubes y ligas a la que prestar especial atención.

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