Un plan de emergencia para evitar el desastre en la venta de coches
Los concesionarios plantean una serie de propuestas para superar una situación que empieza a resultar crítica.
El más simple sentido común indica que nos encontramos en una situación muy poco propicia para lanzarse a la adquisición de un bien de consumo tan costoso como un automóvil. Incertidumbre general, desempleo, desconfianza entre compradores, precariedad económica, necesidad de ahorro…
Una tormenta perfecta, consecuencia de la pandemia del coronavirus, que se tradujo en el pasado mes de enero en una caída de las matriculaciones del 51,5% respecto al mismo periodo del año anterior, el mayor descenso histórico desde que en 1989 se iniciaron los registros con el formato actual.
La preocupación del sector resulta, obviamente, mayúscula. Los riesgos para su negocio son claros, tanto como la incidencia que una situación similar prolongada en el tiempo tendría para la economía española y el empleo. Es por ello que Faconauto, la patronal que integra a las asociaciones de los concesionarios oficiales de las marcas en España (representando a más de 2.000 de ellos), ha propuesto un plan de choque urgente para revertir una coyuntura que califican como crítica. Son seis medidas que deberían reactivar la compra de coches en el mercado nacional:
Vacunas
La primera medida es genérica y evidente: agilizar el proceso de vacunación contra la COVID-19. Con ello se recuperaría en gran parte la normalidad y la movilidad, circunstancias imprescindibles para que se produzca la necesidad de comprar un vehículo.
Híbridos
La apuesta por los híbridos es la que hace Faconauto en el camino de la descarbonización de la movilidad, como paso previo a una electrificación total que aparece más lejana en el horizonte. Acercar a los automovilistas coches más eficientes, pero también adaptados a sus necesidades actuales, en un proceso de transición progresivo pero realista. En este sentido, la patronal de los concesionarios valora de forma positiva los 800 millones comprometidos por el Gobierno en un nuevo Plan Moves.
Plan Renove
La renovación de un parque´móvil tan antiguo como el español es igualmente imprescindible. Para ello es prioritario un nuevo Plan Renove que eleve a 1.000 euros el incentivo para la adquisición de coches modernos de gasolina o diésel (que siguen teniendo su espacio en el mercado) y que sean los propios concesionarios los que tramiten las ayudas. Con ello se agilizaría el proceso y se dotaría de liquidez a las redes. Según las estimaciones de Faconauto, esta iniciativa podría generar hasta 100.000 matriculaciones a lo largo de 2021.
Achatarramiento
En línea con lo anterior, ayudaría en el mismo sentido un plan de achatarramiento no vinculado directamente a la compra de otro vehículo. Gerardo Pérez, presidente de la patronal, explica que “la idea es ofrecer al propietario un estímulo para su entrega; necesitamos menos coches pero más eficientes”. El objetivo sería quitar de la circulación vehículos antiguos que se usan muy poco, siendo por tanto prescindibles, y que sin embargo contaminan muchísimo cuando se ponen en circulación.
Pagar por contaminar
Los otros dos estímulos para el sector que se proponen desde Faconauto apuntan a la fiscalidad del automóvil. El primero se refiere a la directa del impuesto de matriculación, reduciéndolo o eliminándolo para ser sustituido por una nueva tasa que penalice la antigüedad del vehículo y, en consecuencia, sus emisiones. De este modo se conseguiría que comprar un automóvil nuevo y eficiente resulte ventajoso, mientras que mantener otro viejo y contaminante grave a su usuario con un impuesto anual revisable.
Eléctricos sin IVA
Por último, la representación de los concesionarios reclama la reducción o eliminación del IVA en los coches electrificados. Así su precio final se vería reducido y se democratizaría el acceso a estos modelos de bajas emisiones e incluso nulas, como es el caso de los 100% eléctricos.