El saque en pádel, ¿irrelevante o fundamental?
Uno de los golpes más infravalorados que en etapas amateur adquiere una importancia capital por su capacidad de mejora y dominio.
Es, con toda probabilidad, uno de los golpeos más irrelevantes, para muchos, del pádel. El saque o servicio es ese gesto que se realiza como un mero trámite, pero que son muchos los entrenadores, técnicos y monitores que hacen un especial hincapié de cara al aficionado en su importancia.
Y es que el saque es el gran infravalorado del pádel. Por una cuestión lógica, en parte. A diferencia del tenis, donde adquiere una gran relevancia por su alto poder de atesorar puntos ganadores, dominar al rival y llevar la iniciativa del punto de una forma clara, en pádel es objeto de pura transición. Y no es así. El pádel es, de por sí, una ventaja. De ahí la importancia de las rupturas o breaks.
Una transición que le sitúa como el iniciador del punto. Así de simple. Sin más trasfondo. La gran mayoría de jugadores amateur ven en el servicio el paso necesario para poder comenzar un punto, dar por finalizado el anterior y poder tener una nueva oportunidad de seguir por delante en el marcador, remontar o cambiar la tendencia del encuentro.
Pero no es así. El saque es de vital importancia. Y, más, a ese nivel. Si bien en el pádel profesional su capacidad de definición será muy diferente, es en el mundo amateur donde cobra mayor importancia y donde mayor posibilidad de evolución puede adoptar.
El servicio no es solo la casilla de salida del punto, es, si se realiza bien, el factor determinante en muchos momentos para marcar la estrategia, tomar la iniciativa del punto e, incluso, ser el primero de los pasos para poder definir con el remate o la volea.
Cómo mejorar el saque en el pádel
Por ello es fundamental saber sacar. Y no, no solo pasar la pelota al campo contrario. El servicio tiene que tener velocidad, efecto, dirección, peso e intención para poder ser la primera de las acometidas al rival que nos permita comenzar dominando el punto desde la red.
Será de capital importancia tener claro qué hay que hacer y por qué. El servicio debe ser profundo, buscando las pared lateral, la 'T' o el cuerpo para complicar la devolución al rival no permitiendo que la pelota quede cómoda por delante de su posición pudiendo atacarla.
Pero, ¿cómo se consigue? Mediante la altura del servicio, la velocidad y fuerza que se imprimen a la pelota y la dirección que se consigue dar a esta. Estos tres elementos serán los que marquen la calidad de un buen saque y los que, a la larga, permitirán ser un jugador fiable al servicio.
Además, y como aspecto final, será imprescindible que tras realizar un buen servicio seas capaz de subir a la red. Sino, el efecto de este será nulo. El saque tiene como objeto inicial ser capaz de imposibilitar al rival un resto cómodo y, así, poder acercarnos a posiciones ofensivas para tomar la iniciativa del punto.