Sin Cadena

"La vida es como montar en bici. Debes moverte para mantener el equilibrio” (Charles Schulz)

Autor: Víctor Martín Molina
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Llegó el frío: nociones básicas para abrigarse al salir en bici

Ya está aquí el invierno, y una buena vestimenta es fundamental para evitar enfriamientos que nos lleven a enfermar, o ponerse tanta ropa que nos deshidratemos

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Llegó el frío: nociones básicas para abrigarse al salir en bici

Pues, por primera vez en muchos meses, este puente ha tocado hacer dos salidas seguidas en bici con todo el cuerpo cubierto. Y es que el primer episodio serio de frío en nuestro país también se ha dejado sentir por la costa malagueña. Y si hace frío aquí, es porque en el resto de España también. Eso no falla. El caso es que nunca he hecho entradas sobre cómo abrigarnos cuando salimos a rodar un rato. Quiero dejar claro que hablo de frío, no de lluvia.

Así que vamos allá. Tampoco os voy a descubrir la pólvora, pero seguro que hay algo que puede ser útil para los despistados. Al final, las piernas son lo que más se mueve y donde menos sensación fría vamos a tener, salvo que hagamos algún descenso donde el aumento de la velocidad y el hecho de pedalear menos nos pueden dejar helados… y luego veréis qué risa para recuperar el ritmo de pedaleo.

Distinto es el tronco, que va prácticamente fijo y donde es fundamental prestar atención. Lo ideal es tener tres capas, con especial importancia de la interna y la externa. En estas fechas es obligatorio tener una camiseta interior. Si puede ser una de tejido térmico, mucho mejor. Si no… las normales de algodón de toda la vida no se recomiendan en zonas frías, porque no secan el sudor con la rapidez de las térmicas. En el caso de un lugar como Málaga van bien en general, porque además aquí hace frío hasta que deja de hacerlo, que puede ser media hora más tarde como el sol salga con intención. A diferencia de cuando viví en Reinosa, por ejemplo, donde se estaba más o menos bien hasta que se dejaba de estarlo. Que podía ser en cualquier momento.

La capa intermedia generalmente suele ser un maillot largo, que en general son un poco más gruesos que los cortos. Si hace mucho, mucho frío esta función bien puede desempeñarla una chaquetilla. Pero que no sea demasiado gordo y transpire bien. En mi caso, casi siempre uso maillot largo normal salvo que además de frío el cielo amenace lluvia. Y faltaría la última capa, ya sí, más gruesa y que impida que el frío nos entre. Una chaqueta cortavientos o un chubasquero.

En mi caso llevo una chaqueta con cortavientos para el tronco, pero los laterales permiten la transpiración. Tengo el problema de que si cae algo de agua me puedo mojar. El chubasquero evita ese problema, pero tiene el peligro de que en rutas largas podemos deshidratarnos. Los chubasqueros no suelen transpirar bien, no liberamos el calor y sudamos más. Y, como hace frío, la sensación de sed entra menos en acción, bebemos menos agua y podemos pasarlo mal. Esto es un poco ‘vieja escuela’, lo sé, porque ya hay chubasqueros que sí transpiran algo mejor, pero son más caros. Ya es cuestión del dinero que te quieras gastar. Repito: en Málaga los días de frío son escasos. Así que con el cortavientos ‘tiro’ bien. Pero los veo a diario con los chubasqueros puestos.

Las extremidades también son muy importantes, ya que por los pies, las manos y la cabeza se pierde bastante calor. Si prestamos un poco de atención a estas zonas del cuerpo estaremos ganando puntos para evitar un enfriamiento inadecuado. En la cabeza, una braga para el cuello y la barbilla y un pañuelo –que permita la transpiración, por favor- debajo del casco con el que además nos podemos tapar en parte las orejas. Hace pocos años se pusieron de moda los cascos enterizos, sin agujeros. A mí, personalmente, no me gustan. Pero es verdad que en general soy muy molestoso para esas cosas.

En las manos, guantes de dedo entero. En días fríos, con los guantes normales que dejan los dedos al aire las manos se pueden quedar heladas. Y ojo con eso, porque además de que la sensación es muy desagradable, se puede agarrotar y perder el control de la bicicleta y vernos en un problema. En mi caso tengo unos guantes finos completos. Cuidado también con llevarlos muy gruesos, porque al no estar acostumbrados, las manos también se pueden volver más ‘torpes’ y controlar peor la bici. Hay que tomar en cuenta esos factores a la hora de elegir la vestimenta.

Otra cosa que os puede dar la misma vida son los cubrezapatillas para los pies. No hagáis como yo, que hace un par de días salí sin ellos y cuando llegué tenía el pulgar de un pie sin sensbilidad. Y poco más. Eso sí, si sois de estirar antes de ducharos, personalmente os recomiendo cambiar el orden. Llegar, darse una buena ducha caliente para evitar enfriamientos innecesarios y, ya con todo el ‘trabajo’ hecho, estirar un poco las piernas después de la ruta. Así que ánimo, que aunque cada año llegue más tarde, parece que el frío se va a quedar ya entre nosotros unos cuantos meses.