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Autor: Javier Matallanas

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La estrella que España logró hace diez años sigue brillando

“Sudáfrica 2010. Diez años desde nuestra estrella” es un emocionante y logrado documental que se adentra en las entrañas de cuando España fue campeona del mundo de la mano de sus protagonistas y de imágenes inéditas.

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La estrella que España logró hace diez años sigue brillando

Emotivo. El documental que ha hecho la Federación con Amazon Prime Video en conmemoración de los 10 años que se han cumplido de la victoria de España en el Mundial de Sudáfrica es muy emocionante. El recorrido que se hace con las imágenes de dentro comentado por varios de sus protagonistas está bien hilado y eriza el vello de todos los que disfrutamos de aquella gesta, allí en Sudáfrica o desde España.

Testimonios. La estructura narrativa elegida comentando los momentos claves los protagonistas es acertada. Los testimonios se apoyan en las imágenes. Atruena el silencia del vestuario antes del partido decisivo ante Chile. Se palpa el miedo antes del partido ante Paraguay y lo verbaliza Casillas ahora y se le ve acongojado antes de cada partido. “Está cagado”, le dice su hijo a Reina. Y Pepe le contesta: “No, está concentrado”. Y Casillas le da la razón al chaval de Reina: “Estaba cagado”.

Lágrimas. Cuando Casillas se para el penalti al paraguayo Cardozo señala a Pepe Reina que le ha indicado antes del partido por donde lo iba a tirar. Ese abrazo de los dos cancerberos es un chute de alegría y provoca lagrimas de felicidad. Revivir esa escena 10 años después destaca la importancia del grupo, de los actores de reparto sin quienes los protagonistas no podrían triunfar. Reina representa a todos esos actores de reparto que son tan importantes como los protagonistas. En el documental se ve la importancia del grupo, de la unión de los que juegan y los que no juegan con la imagen de Reina y cuando se ve por detrás a los que no tuvieron los focos (los Mata, Arbeloa, Albiol, Marchena, Valdés, Fernando Llorente, Javi Martínez o Pedrito). Y también se ve la importancia de todos los componentes de la expedición desde Silvia, la delegada, a Damián, uno de los utilleros a quien un puñetero cáncer se llevó en estos diez años, pasando por los fisios y los doctores Celada y Cota, además de Toni Grande y Miñano.

Imágenes. Los internacionales hicieron su conjuro para ser campeones con unas hogueras en la noche de San Juan de 2010. Se ve a Ramos y Capdevila y algún otro saltar sobre aquella fogata en la fría noche de la concentración Potchefstroom (en Sudáfrica era invierno). Hay más imágenes como esa de las hogueras que llaman la atención. Y sonidos, como cuando entre los catalanes se picaban en el rondo en su lengua catalana. Y el momento en que Puyol explica a Reina en una pizarra cómo dos horas después va a marcar el gol ante Alemania es memorable. “Puyi lo tenía claro”, coinciden Torres y Xavi. Y Pepe no se acordaba de que se habían grabado ese momento.

Anécdotas. Hay imágenes buenísimas, de dentro y de partidos. Primeros planos que se meten en el alma y en los sentimientos de entonces de los internacionales. Por poner algún pero, se echan en falta otras imágenes de las anécdotas que se cuentan como haber plasmado el clima de unión y buen rollo de todos en el ritual de las de las partidas de pocha y los ‘colacaos’ con cruasanes en la habitación de Reina. O de la escapada a Ibiza de Puyol, Cesc y Piqué antes de concentrarse para el Mundial. O de las eternas horas de camilla de Fernando Torres, o que se hubiese filmado como preparó Iniesta la camiseta de homenaje a Dani Jarque como se filmó como prepararon la de Antonio Puerta entre Navas y Ramos.

Naturalidad. Se muestra a Vicente del Bosque tal y como es. Las charlas repletas de sentido común, su naturalidad y saber estar en los momentos más delicados. Juntar Torres y a Villa para analizar juntos todo el Mundial es un gran acierto. Se percibe por qué el Niño y el Guaje conectaban tanto en el césped y por qué formaron la mejor pareja de delanteros de la historia de la Selección. Y al ver hablar diez años después a esos campeones se comprueba que aquel grupo de chavales eran referentes para la sociedad porque promulgaron con el ejemplo el trabajo bien hecho y demostraron que en la vida todo cuesta y hay que sacrificarse por conseguirlo y que nunca hay que rendirse y siempre hay que perseguir los sueños, aunque parezcan imposibles.

Justo. La importancia de Casillas en el documental es capital. A través del testimonio del capital, apoyado en las reacciones de todos los compañeros que participan que son: Capdevila aparece acompañado de sus dos hijos y su mujer, Villa y Torres salen juntos, Reina lo hace acompañado de sus hijos varones, Xavi, desde Catar, Cesc, entusiasmado, Piqué aparece con la camiseta de entrenamiento del Barça, Xabi Alonso habal desde Zubieta, Iniesta y Ramos, Navas y Busquets, desde una concentración de ahora de la Selección. Y el exseleccionador Vicente del Bosque muestra su sobriedad castellana. Y eso sí, en el logrado documental dirigido por Rafa Zapatero, destacar, por si había alguna duda, que tanto a Casillas como a Del Bosque se les da su sitio y la importancia que tuvieron en aquella gesta, como no podía ser de otra manera.

“El país”. La cara de felicidad de todos al evocar el gol de Iniesta y al ver todo Madrid lleno de aficionados recibiéndoles a ellos, a los campeones del mundo, contagia y traslada al espectador a aquellos días mágicos cuando fuimos los mejores. Piqué asegura que tras la victoria vio “el país unido de verdad”. Xavi destaca la felicidad de todo “el país”. Torres y Villa se emocionan y a Reina, Casillas, Ramos, Busy, Navas, Capdevila, Cesc y Alonso se les humedecen los ojos. Sergio Ramos expresa el deseo de todos: “A ver si lo volvemos a repetir”. A por la segunda estrella, España. La estrella que la Selección logró hace diez años sigue brillando. Y emocionando. Por cómo se consiguió: con esfuerzo, solidaridad y trabajo en equipo. Todo eso se expresa en este documental imprescindible para todos los seguidores de La Roja.