La firma italiana de zapatillas DMT aprovechó el día de descando de LaVuelta para enseñar la nueva gama que comercializará a partir de 2021, con Alberto Contador como embajador de marca. Unas zapatillas que se caracterizan por el equilibrio entre la elasticidad, el confort y la rigidez necesaria para no perder eficiencia en la pedalada. Algo que para el campeón español, acostumbrado a pulir hasta el más mínimo detalle es fundamental a la hora de buscar el máximo rendimiento pese a que ya no se dedique al ciclismo competitivo. “Son un guante”, dijo en la presentación.

En el acto, Contador aseguró que las zapatillas son “el material más personal de los ciclistas”, y como conozco a unos cuantos Pro puedo decir que es totalmente cierto. Además de ser un complemento fundamental para la buena salud a la hora de prevenir lesiones. El pinteño ya ha testado este material en retos como los 400 kilómetros que recorrió en un día entre Pinto y Valencia junto a su grupeta. Desafío al que seguirán otros por Ribera del Duero o Barcelona, mientras no se puedan celebrar otro tipo de eventos por la pandemia.

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Inseparable ya de su nueva Aurum Magna, Contador acompañó a varios aficionados en una ruta por la zona de Collserola y celebró tanto el crecimiento del ciclismo como la cada vez mayor presencia de mujeres sobre la bici: “Llevo saliendo a entrenar por las mismas carreteras más de 20 años y lo que he visto en este último es incomparable”, dijo y añadió que este crecimiento es prácticamente diario. “Se está viendo también en las audiencias tanto en prensa como en televisión”.

La Vuelta 2020 y los jóvenes

Sobre La Vuelta, Alberto valoró lo entretenida que esta siendo y el potencial de Enric Mas como baza más segura para el futuro del ciclismo español: "Es un corredor que crece en cada gran vuelta y que con el paso de la etapas va a más. Es un corredor con mucha ambición". Igualmente valoró su capacidad de recuperación y el trabajo que está haciendo el Movistar Team en esta edición de la ronda española corriendo al ataque y mostrando su vertiente más aguerrida.

Un Enric Mas que se une a la nueva generación de grandes talentos como el reciente vencedor del Tour de Francia, Tadej Pogaçar, también corredor DMT y que se hizo con el amarillo en una agónica contrarreloj final donde destronó al líder y gran favorito, su compatriota Primoz Roglic. En esta generación entran también colombiano como Egan Bernal o Iván Sosa, así como talentos europeos del nivel de Remco Evenepoel, que no ha podido completar el gran año que traía al sufrir una dura caída en Lombardia. Una generación talentosa que, ayudándose de los cambios en los entrenamientos y la aplicación de la tecnología, son capaces de discutir –y vencer- en las grandes vueltas a corredores más veteranos pese a su corta edad.

Contador, por su parte, sigue vinculado al mundo de la bicicleta tres años después de su retirada de la alta competición. Entrenamiento, pruebas Gran Fondo de máxima afluencia y desafíos como el de Valencia sustituyen a los viajes y las concentraciones en el Teide. Pero sigue sin perder un ápice de su alma ciclista, ahora galopando sobre su Aurum Magna y con las DMT como soporte para la salud y el confort de sus pies.