La moda en inversión que atrae a los deportistas más famosos
¿Cómo están afectando los eSports a los grandes deportistas? ¿Es este mercado una buena oportunidad de inversión para su futuro tras su carrera deportiva?
A día de hoy, ya pocas personas pueden tener el atrevimiento de menospreciar a la industria de los eSports o considerarla una moda pasajera. Los videojuegos son la forma de entretenimiento principal para millones de personas que les dedican varias horas al día, dejando de lado otras fórmulas de ocio más tradicionales. No hace mucho, Netflix reconocía esta realidad manifestando que su competencia no estaba en HBO u otras plataformas de TV a la carta, sino en Fortnite y otros videojuegos.
Los deportistas profesionales no han sido ajenos a esta tendencia y son muchos los que en su tiempo libre se confiesan fans de los videojuegos, quizás incluso en exceso. Muchos recordamos el caso de Mesut Özil, de quien se dijo que su adicción por los videojuegos dificultaba seriamente su recuperación de espalda. En esta misma espiral se han podido encontrar Dembélé tras llegar al Barça, pasando las noches de partida en partida, los jugadores de la selección alemana durante el Mundial de Rusia en 2018 o incluso los New York Knicks, que en palabras de su propio entrenador, señalaba al Fortnite como su "rival ahora mismo" y culpaba al videojuego de los malos resultados de su equipo.
Los eSports son una gran industria con un porcentaje de crecimiento de dobles dígitos y si bien esto ya sería suficiente para valorarlo como una gran inversión, son muchos los deportistas que están sintiéndose realmente atraídos por acercar sus aficiones al plano del negocio. Algunas empresas como Activision Blizzard creadora de la saga Call of Duty, Guitar Hero o Tony Hawk, lejos de verse afectada por la actual situación económica ha crecido en los últimos meses alrededor de un 40% mostrando la solidez del sector y su resistencia a las tendencias generales del mercado.
La formula parece perfecta, un negocio con gran crecimiento y la inyección de capital aderezada con la fuerte exposición mediática que aporta un deportista de alto nivel. Se convierten en imagen y reclamo de un sector en el que aportan valor y en el que el vínculo con su actividad profesional es mucho más cercano comparado a inversiones tradicionales como restauración, hoteles o marcas de ropa.
A pocos nos sorprende ya la faceta empresarial de Gerard Piqué, y como no, fue de los primeros en entrar en este sector y aunque ha tenido algún revés como el tener que cerrar con importantes perdidas su proyecto de Golden Manager, ahora está inmerso en un importante proyecto de la mano de Konami para la creación de una Liga de PES. Piqué no ha sido el único que se ha lanzado apostando por el sector y encontramos a grandes futbolistas como Ronaldo Nazario que adquirió el 50% del club más importante de Brasil, André Gomes que se unía a G2, uno de los equipos de eSports más fuertes liderado por el español Carlos 'Ocelote', el joven Reguilón que se sumaba a Team Heretics, Cesar Azpilicueta que ha creado su propio equipo Carbney Esports SL y el más reciente David Beckham con una inversión de 27 millones de euros en Guild eSports.
No solo de futbolistas viven estas inversiones y cruzando el océano encontramos a otros grandes deportistas que apuestan por el sector como Michael Jordan, que invirtió 26 millones en aXiomatic Gaming, Stephen Curry e Iguodala y sus 37 millones de dólares en TSM o Kevin Durant y Odell Beckham Jr, de los New York Giants que sumaron 38 millones en las arcas de Vision Esports.
Estas inversiones de grandes deportistas además servirán como efecto llamada y si bien para quebradero de cabeza de entrenadores y managers esta moda sea un obstáculo en la carrera deportiva de jugadores muy jóvenes, la proyección a futuro y rentabilidad que pueden obtener en estas inversiones si se dejan asesorar por profesionales y gestores con experiencia, se pueden convertir en la salida a una situación que se arrastra en el deporte desde hace décadas, como es la ruina prematura de más del 70% de estos deportistas que tras dejar el deporte pierden sus fortunas en sus primeros años de "jubilación". Invertir en empresas con las que tengan un verdadero vinculo e interés probablemente evite una sucesión de malas decisiones en otros negocios de los que terceros se pueden aprovechar.