Qué es ‘la chiquita’ en el pádel
Uno de los golpeos propios del pádel de mayor dificultad que busca retomar la posición cercana a la red desde el fondo de la pista.
Todos los deportes tienen sus particularidades, excepciones y/o gestos técnicos propios que los hacen únicos y particulares y que entran dentro de su argot deportivo. Y, dentro del pádel, uno de los más singulares es la denominada como ‘chiquita’.
Porque, como hemos analizado en otras ocasiones en La Dormilona, el pádel se nutre de golpeos o gestos técnicos propios de otros deporte de raqueta con una historia más longeva, pero ha conseguido entremezclar estos con otros propios que, si cabe, tienen una mayor relevancia.
La dormilona, la bandeja, la víbora o el remate x3 son algunos de los ya analizados en este blog de pádel con anterioridad y ahora es el turno de uno de los más desconocidos, pero que cada vez tiene una mayor presencia en el juego por su componente táctico.
Son muchos los jugadores del circuito profesional World Padel Tour que la utilizan, pero hay algunos como Juan Martín Díaz, Sanyo Gutiérrez o Juani Mieres que han conseguido elevarla al plano de virtud.
Por ello, vamos a analizar qué es y cómo usar una ‘chiquita’.
Qué es ‘la chiquita’
Una ‘chiquita’ es un golpeo o recurso que ha ido adquiriendo importancia en el juego actual y cuyo principal objetivo es salir de posiciones defensivas para poder pasar al ataque y disputarle la red a los rivales.
Un golpeo de gran composición técnica pues nos permitirá pasar del fondo de la pista, ante una salida de pared, a la zona más adelantada por lo que requerirá de una gran capacidad técnica para poder dar la velocidad, potencia y dirección necesarias.
Porque este es un recurso muy utilizado por los jugadores más ofensivos que buscan una opción extra de poder pasar al contraataque sin necesidad de optar al globo, pero que nos permita, en el siguiente golpeo, tener una opción clara sino de definición, si al menos de poner contra las cuerdas a los rivales que están en fase de dominación en la red.
Cómo ejecutar ‘la chiquita’
Como ya hemos comentado la principal labor de ‘la chiquita’ será poder pasar a la zona más cercana a la red para contraatacar con la volea, por lo que el desempeño técnico del jugador a la hora de realizar este golpe será fundamental para poder llegar al éxito.
Para realizar una correcta chiquita se deberá realizar un armado similar del globo –que ya explicamos en este post- donde buscaremos esconder el golpeo hasta el instante final para que nuestros rivales esperen una pelota por alto que les supere y consigamos así ventaja con el factor sorpresa.
Una vez realizado el armado el jugador deberá acompañar la pelota hasta el último momento escondiendo el golpe hasta que esta esté, al menos, a su altura para poder acompañarla o golpearla con sutileza para que esta se proyecte en la dirección deseada.
Son muchas las posibilidades a la hora de realizar una chiquita pues se podrá hacer de forma plana o liftada, pero lo fundamental es tener un gran control en el golpeo. La idea es que la pelota pase flotando por encima de la red con un margen pequeño para no dar opción al rival de ataque.
La pelota, una vez impactada, deberá hacer un movimiento ascendente, en primera fase, para superar la red, y descendente, una vez superada, para obligar a nuestros rivales a realizar una volea baja o dejar que la pelota bote dándonos la posibilidad en ese impass de retomar la red y una posición de volea.
En definitiva un golpeo de gran dificultad por la necesidad de tener una técnica pulida, el factor sorpresa y el gran riesgo que conlleva, pero de gran eficacia si es ejecutada de forma correcta.