La hora de la libertad y de la actidud responsable
Desde mañana podremos salir a dar una vuelta en bici, dentro de las franjas horarias establecidas. Y ahora es cuando más toca responder
¡Por fin! Mañana cambian las cosas en nuestro país después de siete semanas de confinamiento. Se va a poder salir a dar una vuelta a pie… o en bici. He leído en los últimos días muchas quejas y muchas dudas. Las quejas van, sobre todo, por el horario y me vais a permitir que en esta entrada dé más mi opinión de lo que suelo hacerlo en este espacio. Personalmente, estoy nerviosillo por poder salir mañana a hacer un rato de bici, pero ante todo me tomo esto como una… ¿conquista? No sé si es la palabra. Pero sí al menos la recuperación de un espacio perdido.
Es decir. Vamos para 50 días encerrados, tratando de que al quedarnos en casa podamos contribuir a no colapsar el sistema sanitario y evitar aún más pérdidas. Ahora vamos a tener, por lo menos, la opción de salir un rato al día. Soy consciente de que las franjas horarias que han impuesto a los globeros –y más en mi caso, que este año no me he sacado licencia federativa por el momento- hacen difícil una salida larga, pero es que creo que ahora no estamos para eso. Si se permite la actividad física es por una razón de salud pública, física –aunque mucha gente haya adaptado el ejercicio a casa- y psicológica al poder recibir un poco de aire.
Ahora no es momento de mirar en hacer entrenos largos, en ponerse finos, etc. El resto del día, los que sigan confinados o estén con teletrabajo y puedan organizarse el tiempo pueden seguir haciendo ejercicio en casa para mantenerse. Para los que saldrán (saldremos) mañana, para la bici parece mejor esa franja matinal de 6 a 10. Al menos desde mitad de esa franja, a las 8, más o menos hay visibilidad en este mes de mayo, y hasta las 10 se pueden hacer un par de horitas. Y otra cosa importante: tampoco es momento para piques ni engancharse a la rueda del que te adelanta. La distancia de seguridad, cuando vas a velocidad y con elementos como el viento, debe ser más amplia que esos dos metros. Recordemos que el virus puede quedar suspendido en el aire ante un estornudo, un golpe de tos o incluso un jadeo. Parecen tonterías, pero cada gesto cuenta. En bici, la distancia empieza a ser segura a partir de los 20 metros. Así que no nos la juguemos más de lo necesario.
Creo que tenemos que ser conscientes de que la normalidad absoluta va a tardar en volver, si es que vuelve. Y por eso hay que valorar cada palmo de libertad que vamos ganando. Lo importante es que se junten en la calle cuantos menos grupos de edad, mejor, y de ahí nace todo esto. A algunos gustará, a otros no, pero todos debemos aceptarlo. También me preocupa haber leído la recurrente pregunta de quién va a controlar que salgamos como tenemos que salir. La respuesta debería venir sola. Nadie. Nosotros somos los que debemos tener autocontrol si no queremos perder lo avanzado.
En mi caso, soy consciente de ser un verdadero privilegiado. El término municipal en el que vivo tiene la extensión suficiente para poder hacer incluso una ruta de 60 kilómetros que se iría por encima de las dos horas. No será mañana, porque tocará volver a empezar poco a poco. Durante el confinamiento, lo cierto es que me he mantenido razonablemente bien. He ganado un kilo de peso y he hecho todo lo que he podido de ejercicio en casa pese a no poder traerme el rodillo, así que trataré de hacer una horita y media a un ritmo tranquilo para activar un poco las patas.
A partir del lunes ya los deportistas profesionales saldrán a la calle en unas condiciones que todavía no conocemos, pero presumiblemente explicará mañana o el domingo el propio presidente del Gobierno, así como los deportistas que estén federados. Será interesante aquí ver dónde hacen el corte para definir eso. Pero en cualquier caso, como ciudadanos ya tenemos algo a lo que agarrarnos. Hemos logrado dar un paso.
Ahora sí que ha llegado nuestro momento. La hora de ser responsables de verdad. En teoría, quedarse en casa era lo ‘fácil’ al decretarse un cerrojazo en todo el país. Ahora viene lo que personalmente veo más complicado, que es ir empezando a ocupar los espacios públicos con responsabilidad para que cada nuevo paso que vamos dando no signifique un posible incremento en contagios y un empeoramiento del sistema sanitario. Toca estar a la altura.