La bicicleta gana peso como oferta turística en la ITB de Berlín
Regiones tan distintas como la Comunitat Valenciana, Baleares o Extremadura se venden como destinos ciclistas en la feria turística más grande de Europa
Ya hemos hablado en varias ocasiones en este mismo espacio sobre la importancia del cicloturismo como vehículo de promoción de algunos destinos que ven en la bicicleta una oportunidad para recibir visitas y, por consecuencia, lograr una nueva fuente de ingresos. Iniciativas como las rutas de Segovia por zonas despobladas, el proyecto 'Bycicle Sleep' en la Costa del Sol malagueña o el entramado que hay ya por las Baleares son buenos ejemplos de ello.
Ahora se está celebrando en Berlín una de las ferias turísticas más importantes del mundo: la ITB. Al estilo de Fitur, pero todavía más a lo grande. Por algo es la mayor de Europa. Pues bien, el cicloturismo se ha convertido en una 'pata' más de las promociones de todos los rincones del país. Por un lado se ha presentado la Comunitat Valenciana y, en concreto, la provincia de Valencia con una propuesta cicloturista.
Incluida como parte de un paquete más completo que incluye otras prácticas deportivas como el golf así como oferta cultural y gastronómica, las rutas en bici para conocer distintas comarcas ya forman parte del atractivo con el que los diferentes destinos intentan 'venderse' a los profesionales del sector turístico. ¿La razón? Sencilla. Los visitantes alemanes aumentaron un 7% en 2018 en la provincia -según la Diputación valenciana-, y el turismo británico no anda muy alegre con todo el jaleo del Brexit. Además, el turista alemán es el que más poderío económico tiene de toda Europa. Eso es lo que se dice apostar a caballo ganador.
Mencionaba un poco más arriba a la Costa del Sol, que también ha llevado el 'Bycicle Sleep' a Berlín y se ha encontrado con una buena acogida en la feria turística. De hecho, expertos de hasta ocho países de Europa han mostrado interés por el proyecto y la posibilidad de traer gente a Málaga para practicar nuestro deporte.
Definitivamente, aquellos tiempos en los que todo el que venía a España lo hacía para tumbarse al sol parecen haber quedado atrás. El visitante es cada vez un poco más activo y busca otras experiencias, y en Europa la bici es toda una forma de vida. La red de alojamientos 'Cycling Friendly', en Mallorca, también está presente. E incluso Extremadura ha incluido propuestas cicloturistas en su actividad de promoción de este año.
Habrá quien se pregunte qué pintan entradas como esta en el blog, donde deberían aparecer marchas, perfiles, puertos, artículos de entrenamiento... pero es que el cicloturismo también es, y cada vez más, negocio. Y el hecho de que ya prácticamente todas las CCAA de nuestro país vean la posibilidad de rentabilizar el cicloturismo sólo puede ser positivo. Esta es la tendencia y por aquí van los tiros. Para mí es importante pensar en el cicloturismo como un todo. Es vestirse, ponerse un casco y dar pedales para disfrutar, sí, pero también puede llegar a ser todo un sector económico que tenga como epicentro la actividad que más nos gusta. ¡La semana que viene volvemos a hablar de cosas más prácticas!