100 propuestas para soñar
Un nuevo libro de geoPlaneta recopila un centenar de propuestas para disfrutar de la bicicleta por increíbles lugares de todo el mundo.
Ya tengo solucionado el próximo regalo de cumpleaños para un buen amigo, como yo aficionado al ciclismo: un décimo de lotería… y el libro ‘100 lugares únicos para ir en bicicleta’. Con el primero seguramente no acierte, pero con el segundo no habrá lugar para el desencanto. Ambos son complementarios aunque no indisolubles. El volumen editado por geoPlaneta es una auténtica invitación a soñar para todos aquéllos que disfrutamos con la bicicleta, aunque no es menos cierto que muchas de sus propuestas entran en la categoría de viajes inolvidables que no están al alcance de la mayoría, seamos sinceros.
Una circunstancia que no resta ni un ápice de encanto a las localizaciones recopiladas por el periodista deportivo Claude Droussent, con toda una trayectoria profesional especializada en ciclismo y cuya experiencia se aprecia en la calidad y planteamiento del contenido. La selección de lugares únicos abarca todo el planeta y cualquier práctica que podamos imaginar: desde legendarias ascensiones alpinas por carretera hasta rutas de montaña por los Urales, pasando por la diversión de las fatbikes en heladas pistas de los Dolomitas o paseos urbanos por Chicago. Y siempre, como ya es inevitable, recurriendo a la potencia de tu musculatura o a la ayuda de una estupenda e-bike. En eso eliges tú…
Además de esos viajes que a todos nos gustaría realizar alguna vez en la vida (quizá mi amigo lo consiga si hay suerte con la lotería), entre el centenar de ideas presentadas no faltan varias que se antojan más accesibles para los ciclistas españoles, tanto en nuestro propio país como en otros cercanos y que se distancian de la categoría de utopía. Es el caso, por citar sólo algunos ejemplos, de las carreteras de Mallorca, las calles de Sevilla, un tour por la Bretaña francesa o un viaje de cinco días por la cuna del vino chianti, entre las bellas ciudades italianas de Siena y Florencia.
‘100 lugares únicos para ir en bicicleta’ tiene mucho de evocador. Su lectura es agitadora de proyectos, permite descubrir lugares de atractivo inimaginable para, desde este punto, iniciar la siempre ilusionante tarea de preparación de un viaje o una ruta. Quiero decir con esto que no se trata de una guía al uso, algo inabordable ante la generosidad de la oferta, más bien cumple con éxito indiscutible con una función inspiradora y motivadora. El volumen en sí mismo es un objeto estupendo, magníficamente editado en gran formato (21x28 centímetros), con una tapa blanda que facilita su lectura y, sobre todo, unas imágenes espectaculares en cada una de sus 208 páginas.
Precisamente la fotografía juega un papel fundamental a lo largo de la obra, con grandes panorámicas a doble página acompañadas por textos de sencilla lectura que ofrecen una primera aproximación al lugar en cuestión. Además, en cada una las rutas se ofrece un detalle añadido con información práctica o curiosa que hace más ameno su disfrute.
Al margen de que quieras o puedas realizar alguno de estos viajes, el libro me parece muy aconsejable para cualquier apasionado a la bicicleta, incluso tan sólo para pasar una entretenida tarde de invierno imaginando todo lo que podrás hacer en cuanto el frío o la lluvia nos otorguen un respiro. Y eso no te costará demasiado dinero, el precio de un chocolate calentito y los 23,90 euros del libro. Diría que es un planazo…