Conoce los golpes neutros del pádel
El técnico Nito Brea acuñó este término para aquellos gestos que no nos ayudarán a ganar o perder el punto y que servirán como transición.
El pádel es un deporte que tiene un gran variedad de gestos técnicos. Un repertorio amplio de golpeos que están englobados en las diferentes facetas del juego si estamos en posición de defensa, realizando una transición o adoptando la zona de ataque. Pero, dentro de todos ellos existen un tipo muy particular, para muchos desconocidos, que podemos denominar golpes neutros.
Un término que acuñó el exjugador profeisonal y, ahora, entrenador World Padel Tour Nito Brea. En su libro ‘Sentido Común, el más común de los sentidos aplicado al pádel’ publicado en 2013, el argentino, entre otras muchas, se refería como golpes neutros a un tipo de movimientos concretos que tienen cabida en el pádel y que en la gran mayoría de ocasiones pasan desapercibidos a pesar de su gran importancia.
Qué son los golpes neutros
Según Brea, entenderemos por golpes neutros aquellos en los que no tenemos nada que ganar o perder, pero que podemos utilizar como inversión. Esos golpeos en los que no se conseguirá nada negativo ni positivo de forma inmediata y que son solo una breve transición para jugar una bola posterior y poder seguir en juego.
Unos golpes neutros que deberemos utilizar en situaciones de compromiso o de difícil resolución. En defensa, por ejemplo, cuando el jugador se encuentra lejos de poder ganar el punto o de tomar la iniciativa, pero no quiere dejar a merced de su rival una pelota fácil que le permita definir.
Porque el pádel es un deporte en el que la paciencia es un valor en alza. Lejos de lo que muchos piensan, el deporte de la pala no consiste en definir y ser el que más golpes ganadores acumula al final de un partido. No fallar y jugar siempre una bola más debe ser el objetivo del jugador amateur.
¿Y qué se consigue con los golpes neutros? Lo primero y más importante, ganar en consistencia de juego. Analizando cada situación el aficionado al pádel deberá ser consciente de en qué momento se encuentra y cuáles son sus posibilidades. Cuando no tenga posibilidad de defender fácil, cuando esté preparando una jugada, cuando la bola no quede cómoda o quiera quedar situarme en posición de definición, acudir a los golpes neutros y no caer en la impaciencia será lo más recomendable.
Unos golpeos que, además, permitirán provocar el fallo del rival. Al no arriesgar en exceso y poder ejecutar un golpe neutro que te permita pensar en el siguiente movimiento, se logrará mover al rival, ganar espacio y seguir tejiendo la jugada.