El revés, ¿a una o dos manos?
Con el paso del tiempo este golpeo ha ido variando su técnica en pádel y son cada vez más asiduos los que alternan ambas variantes.
El pádel, al ser un deporte joven, vive en constante evolución. En su desarrollo y concepto de juego, con el paso del tiempo, ha ido modificando algunos de sus patrones para ser más completo. Y por ello, algunas de sus técnicas de golpeo varían para adoptar otras posibilidades y el caso más reciente es el del revés.
Y es que el revés es uno de los golpes más básicos en el pádel. Pero, además, al igual que ocurre en el tenis, es uno de los golpes más complicados de dominar por su dificultad, falta de control y variabilidad de fuerza. Son muchos los jugadores amateurs que tienen una gran laguna en este golpeo perdiendo calidad de juego y aumentando sus errores no forzados.
El revés a una mano
Tradicionalmente, a la hora de jugar al pádel el revés utilizado era a una mano. Esta técnica ha sido la predominante en el aprendizaje del deporte de la pala pues la pista, por dimensiones y perímetro, no requería de un excesivo esfuerzo y ha sido la que mejor se adecuaba a la hora de realizar el gesto técnico y la correspondiente transferencia.
El revés a una mano es un gesto estéticamente bello, que nos permitirá jugar con una gran regularidad, pero que será de difícil dominio a la hora de buscar ángulos. Además, en fase defensiva, exigirá un mayor control y dominio para no estrellar la bola en la red o mandarla directamente fuera.
Son muchos los jugadores profesionales que exhiben un gran revés a una mano. Juan Martín Díaz, Juani Mieres o Sanyo Gutiérrez son maestros en este arte y hacen de él uno de sus golpes más efectivos.
El revés a dos manos
Desde hace unos años el revés a dos manos ha ido abriéndose paso en el pádel. Si bien no será el golpe por definición enseñado por los monitores de escuela, son muchos los jugadores que adoptan esta variante para ganar en calidad de golpe y estabilidad.
Porque el revés a dos manos es un golpe que, dominado, permite jugar con más ángulos y fuerza. Al implicar una mayor cantidad de músculos nos permitirá ser más seguros en la defensa de una pelota rápida y, además, nos ayudará a forzar la terminación del golpeo pudiendo jugar en paralelo o en cruzado.
Por el contrario, el revés a dos manos nos impedirá en gran medida llegar a pelotas muy forzadas, no nos permitirá jugar con golpeos cortados y podrá generar dudas a la hora de elegir por dicho golpeo o el habitual a una mano.
En el World Padel Tour son muchos los jugadores que han ido adquiriendo este golpeo para convertirlo en referencia como los ya afamados Pablo Lima, Marta Marrero o Victoria Iglesias.