5 consejos para recuperar tu pádel después del verano
Tras el periodo estival y una etapa de inactividad es habitual tener un menor ritmo e incurrir en errores de colocación y técnica.
Suena duro, pero sí, se acabó el verano. Y con el fin de las vacaciones, la playa y el periodo estival es hora de volver a la rutina. Una rutina que no siempre tiene que ser tediosa pues es el momento de recuperar ese ocio que aparcamos durante nuestro retiro vacacional: el pádel.
Porque es habitual que, durante nuestro periodo de desconexión, como se suele decir ‘colguemos la pala’. Son muchos los jugadores que aprovechan para seguir jugando al pádel en su destino de asueto, pero cada vez son más los adeptos a tomarse un tiempo de descanso olvidando el pádel o cualquier otro tipo de modalidad deportiva.
Y es por ello que, con la vuelta de septiembre, lo haga también el pádel. Pero no en las mismas condiciones. Por diversos factores el regreso a las pistas no suele el esperado y por ello os damos cinco consejos para recuperar vuestro nivel tras el verano:
1. Ten paciencia
Es el más lógico y también el más olvidado. Cuando regresamos de un largo parón es habitual querer hacerlo con la misma intensidad y nivel que cuando lo dejamos, pero suele ser imposible.
Tomate con calma tu vuelta al veinte por diez, acumula partidos, horas de juego y experiencias y, poco a poco, verás como lo que en primera instancia parece un infierno acaba convirtiéndose en aquella sensación de placentera familiaridad.
2. Vigila el físico
Aunque el pádel, a nivel amateur, no es un deporte que requiera una condición física especialmente pulida, tras un largo descanso suele pasar factura.
Reflejos, agilidad, velocidad en distancias cortas y, sobre todo, la resistencia serán cualidades que tendremos mermadas tras esas semanas de descanso y tenderemos a vaguear y sentirnos más cansados.
Calienta antes de cada partido, estira al acabarlo y, si puedes y te gusta, intenta mejorar tu condición física con algún otro deporte complementario que acorte tu periodo de recuperación.
3. No es tu pala de pádel, eres tú
Por mucho que golpees la pala tras fallar tu enésimo golpe, no es la pala, eres tú. Es habitual echar la culpa a la pala, pista, zapatillas, compañero o cualquier elemento exógeno a nosotros mismos, pero con habitualidad la culpa será nuestra.
Es normal haber perdido algo de técnica o tender al muñequeo pues el pádel es un deporte de repetición y tras estar tantos días sin coger la pala nuestras golpes no serán los más correctos. Esfuérzate por hacer las cosas bien, pon especial atención en la técnica y con el paso de los partidos todo volverá a su cauce.
4. Juega con margen
En la línea del punto anterior, lo más importante es pasar la pelota. Al ser el pádel un deporte en el que suele ganar el que menos errores comete, es necesario recordarte a ti mismo la importancia de jugar con margen.
El globo no será milimétrico, la volea no será igual de efectiva y no defenderás en el fondo de pista como acostumbrabas antes de irte y olvidarte de la pala. Sé sensato en tus tiros, toma las decisiones más sencillas e intenta no apurar a la hora de jugar por abajo.
5. Vuelve a tus clases de pádel
Si antes las tomabas, recupéralas. Sino lo hacías, quizá es el momento. Volver a la rutina de entrenamientos técnicos –y físicos- es la mejor forma de recuperar tu nivel de una forma paulatina y correcta.
Será el monitor el que analice y corrija tus errores durante las clases tras tu mes de relax y te dotará de herramientas para recobrar ese estado de gracia en el que te encontrabas por aquel lejano mes de junio.
Con el paso de las clases y las semanas verás como aquella bandeja que tirabas a la red la primera semana acaba en el fondo de pista y como tu calidad de juego incrementa haciéndote sentir más completo.