Recuperar el gol y el centro del campo son las apuestas que tiene el equipo. Llegó la hora de Griezmann. La Liga sigue siendo un suplicio y hasta ahora Rodrigo y Borja lo más destacable que se ha exhibido:

Ya está el Atlético en Mónaco y se acabaron las excusas. El desastre del inicio liguero tiene que servir para recuperar la imagen y la ilusión de los rojiblancos en la Champions de esta temporada. El hecho de que la final se juegue en el Wanda Metropolitano es una prima especial que nadie quiere dejar escapar. Incluso por eso se han gastado 150 millones de euros en fichajes y hasta el propio Simeone sigue teniendo esta competición como su asignatura pendiente. Desde que llegó a ser el jefe colchonero ha ganado todos los títulos en juego, salvo la Champions que se le escapó en dos finales ante el Real Madrid. Por eso ha rechazado todas las ofertas que le han llegado, en especial la del Inter Milán y sigue transmitiendo al vestuario que todo es posible. El espejo en el que se tienen que mirar es otra cita en Mónaco. Fue la final de la SuperCopa de Europa del 2012 contra el Chelsea y que se ganó por cuatro goles a unos, con tres tantos de Falcao, que mañana será el delantero a anular y que puso el nivel de fútbol atlético a un nivel tan alto que toda Europa se asustó ante el fútbol exhibido y luego lo ha venido confirmando. Encima Griezmann confirma en AS que ya se puede sentar en la misma mesa de Messi y Cristiano. Son en este tipo de situaciones cuando las estrellas tienen que coger los galones de mando y dejar claro que tiene hambre por esta competición. Solamente con el nivel de fútbol que exhiba en el campo se puede alcanzar el Balón de Oro que le tiene obsesionado y sobre todo que se vuelva a enganchar de cara al gol, ya que con su sequía y la de Costa el futuro se antoja. En Liga son los peores números de toda la etapa del Cholo y es el momento de pegar un puñetazo encima de la mesa en Europa para dejar claro que estas plantilla no renuncia a nada esta campaña.

Hasta el momento es malo. Salvo la victoria ante el Madrid en la SuperCopa y el empate en Valencia el resto ha sido como para olvidarlo y los dos jugadores que más han destacado han sido Rodrigo y el chaval Borja. No es extraño que cuando se cambió al centrocampista ante el Éibar, Simeone escuchara ofertas. El centro del campo sigue siendo un grupo de jugadores que se dejan el alma sin sentido. Koke está lejos de su mejor forma. Saúl no tiene nada que ver con el que juega en la selección y Lemar sigue sin encontrar la posición para poder explotar el buen fútbol que se le supone. Tampoco en defensa. Es la primera vez que el equipo tiene más goles encajados, cuatro, que los tantos que ha marcado, que son tres. El equilibrio de saber sacar el máximo rendimiento de las acciones ofensivas era una virtud del Atlético que parece que este año está creando muchas dudas. Por eso la cita contra el Mónaco es tan importante y sobre todo para permitir recuperar el sendero de este equipo en las grandes competiciones y sobre todo las de eliminatorias. 

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