La fortaleza mental: la cualidad más poderosa del tenis

Cuando afrontamos cualquier situación en nuestra vida cotidiana, siempre podemos hacerlo desde diferentes ópticas y con predisposiciones distintas; sin duda, cuanto menos te afecten los acontecimientos negativos y más rápido seas capaz de adaptarte a una nueva realidad, mejor serán los resultados posteriores.

En el tenis, esto funciona del mismo modo. El problema es que, a diferencia de otros deportes, estás constantemente expuesto a la frustración que provoca la comisión de un error; la mayoría de los puntos que perdemos o ganamos llegan mediante errores propios o ajenos.

Por ese motivo, vamos a repasar cuáles son los conceptos más relevantes que debemos tener en cuenta si queremos intentar fortalecer nuestra mentalidad:

Punto nuevo, vida nueva

Evita pensar en los errores cometidos en puntos anteriores, ya que el pasado es inamovible y, como se suele decir, lo hecho, hecho está. Por eso, lo mejor es que te centres en cada punto y lo juegues con la máxima concentración posible, independientemente de lo que hayas hecho con anterioridad.

Relájate entre punto y punto

Es muy difícil mantener la concentración en un partido de principio a fin. Por eso, gestiona tu nivel de concentración y aprovecha los descansos entre puntos, juegos o sets para tratar de relajar la mente; de esta forma, podrás concentrarte de una forma más profunda en los momentos realmente importantes, que suceden cuando la bola está en juego.

Diseña estrategias

Por muy bien que juegues y por grandes golpes que tengas, no siempre podrás jugar de la misma manera, puesto que tus rivales serán de perfiles diferentes. Por eso, observa a tu contrincante y fíjate cuáles son sus fortalezas y debilidades, con el objetivo de adaptar tus golpes a cada circunstancia.

Confía en tu tenis

Con independencia del nivel que tengamos, es fundamental que creamos en nuestras posibilidades y que confiemos en nuestras habilidades con la raqueta. Si no jugamos convencidos, si no tenemos confianza en lo que hacemos, difícilmente podamos competir al máximo en cada partido.

La confianza se basa en no dudar cuando vamos por debajo en el marcador o cuando las cosas no funcionan como esperábamos. Si perdemos la fe en nuestro tenis, estamos perdidos.

Concéntrate al saque y al resto

Como dijimos antes, lo primero que debemos hacer es olvidar los posibles errores cometidos en el punto anterior y enfocarnos en el siguiente, con el objetivo de jugar un buen servicio o anticiparnos al resto con velocidad para interceptar el saque de nuestro adversario. Hay jugadores que utilizan métodos para eliminar un poco de tensión, como recolocar las cuerdas de la raqueta, soplarse los dedos o dar pequeños saltos entre punto y punto.

Lenguaje corporal

Trata de no exteriorizar las emociones negativas, ya que, de esta manera, estarás dándole una auténtica inyección de confianza a tu rival. Sin embargo, no está mal que de vez en cuando te animes a ti mismo de una forma moderada cuando consigas culminar un buen punto, pues ello reforzará tu confianza y mermará la del contrario.

Da siempre el máximo

Hay veces que jugamos contra rivales a los que consideramos inferiores en cuanto a nivel de tenis se refiere. Por eso, es posible que nos entre el pánico por dejarnos la piel en la pista y, aun así, claudicar ante un contrincante que no desarrolla un tenis de tanta calidad. Esta actitud es absolutamente errónea, ya que, como estamos viendo ahora, la calidad es un atributo que no nos garantiza el éxito si no tenemos una mentalidad ganadora. Por eso, pierde el miedo a caer derrotado por un tenista inferior y céntrate en jugar lo mejor posible.

Como siempre digo, la teoría es sencilla. No obstante, la diferencia entre un buen tenista y un gran tenista está en la cabeza, puesto que plasmar todas estas ideas en una pista de tenis es una de las tareas más complejas a la que se enfrenta cualquier jugador amateur o profesional cada vez que coge una raqueta.