CORAZÓN ATLÉTICO
¡Gracias papá por hacerme del Atlético!
115 años de felicidad rojiblanca y de presumir de ser personas y no de una sala de trofeos. Los llantos de las finales de Champions nos permitieron reafirmarnos en nuestra forma de ser.
Feliz cumpleaños atléticos. Ya tenemos 115 años de edad y los datos son elocuentes. Seguimos siendo fieles a unos colores y en especial a una manera de vivir y pensar con la que nos sentimos muy identificados. Ni siquiera cuando caímos al pozo de la Segunda renegamos de nuestros principios. Incluso se superaron todas las marcas en cuanto a socios que cada mañana llenaban el Vicente Calderón. Por encima de estar obsesionados con una sala de trofeos repleta, lo que deseamos es poder disfrutar en nuestro campo de tardes de alegría que nuestros colegas y pensar siempre que la utopía es posible o como está pasando en la actualidad de que los intocables ya se asustan cuando nosotros somos el rival que les espera. Por encima de la importancia de los ocupantes del palco lo que más valoramos es que con el esfuerzo de todos vamos en línea ascendente. Tuve la suerte de que mi padre me metió el ‘veneno’ colchonero desde la cuna. Por años he podido conocer el viejo Metropolitano, el Vicente Calderón –que ha sido y siguen siendo mi casa- y ahora el Wanda Metropolitano y debo de reconocer que la magia de acudir a un partido es única y en especial poder compartir manera de pensar y soñar con los atléticos. Son partes fundamentales de mi vida y tampoco puedo ocultar que el primer recuerdo maravilloso que tengo es la máquina que logró formar Marcel Domingo, que ganó la Liga, que junto con Ufarte, Luis y Gárate inventaron el contraataque y que luego de la mano de Juan Carlos Lorenzo nos llevó a nuestra primera final de Copa de Europa en Bruselas ante el Bayern y que perdimos en el encuentro de desempate. El Pupas de Vicente Calderón dejó claro que la fortuna no será su mejor aliada, pero si permitió dejar claro que sus aficionados nunca le volvieron la cara.
Igualmente hay dos nombres míticos que ya he trasladado a mi hija. Se trata de dos inquilinos de los banquillos que nos han permitido en la actualidad estar entre los cinco mejores equipos del mundo. Luis Aragonés que no dudó en dedicarse a entrenar cuando vio la enésima situación apurada de la entidad y que luego su magia y su forma de entender el fútbol la llevó a la Roja a ganar la Eurocopa y ahora Simeone, que nos cogió cerca de Segunda, y que en seis años nos ha colocado siempre como semifinalistas continentales y que en dos ocasiones disputamos sendas finales de Champions contra los vecinos blancos y que se perdieron de aquella manera –es decir siendo fundamental la actuación arbitral. Otro monumento que siempre visitasmos en Neptuno, en la que siempre hemos llorado de alegría y dos manifestación por Madrid. El día del Centenario bajando hacia el Calderón para jugar contra Osasuna con una bandera rojiblanca que no se acababa y levantaba los aplausos de los viandantes y los festejos de doblete de Antic y su plantilla (Liga y Copa) con los caballeros de Jesús Gil abriendo la comitiva. Está claro que aburrimiento es una palabra desterrada de nuestro diccionario y ahora lo que buscamos en poder ganar la EuropeaLeague con la motivación especial de poder ganarla la SuperCopa de Europa n agosto, posiblemente al Madrid y demostrar que somos un conjunto ambicioso.