¡Que se acabe la semana ya!
Febrero es el mes que se inician las lesiones de larga duración, lo que más daño hace a este deporte de tanta exigencia física.
No hay una estadística fiable, pero los seguidores más avisados del balonmano de alto nivel reconocen los puntos rojos de la temporada: febrero es el mes que se inician las lesiones de larga duración, lo que más daño hace a este deporte de tanta exigencia física.
Esta semana, por ejemplo, ya son tres los jugadores españoles que saben que ya han terminado la temporada. Erik Balenciaga, el central vasco del Anaitasuna, se lesionó en un partido de la Copa EHF, en Francia. El lunes se confirmó el peor de los pronósticos: rotura de ligamentos cruzados de la rodilla.
El martes el Rhein Neckar Lowen comunicó la lesión de Gedeón Guardiola, uno de los pivotes defensivos de la Selección. Unos cinco meses fuera de las canchas, por la rotura del ligamento pectoral. No fue en una acción de juego, y se podría pensar que fue mala suerte: una lesión de gimnasio. Pero son muchas horas de trabajo con las pesas a lo largo de la temporada. Todo desgasta.
Y ahora el Ciudad Encantada de Cuenca anuncia que su central, Xavi Castro, catalán formado en la cantera del Barcelona, sufre una rotura de ligamentos cruzados de su rodilla derecha, y es baja para lo que resta de temporada.
Es decir, en una semana, tres bajas de larga duración, de paso por el quirófano, de torcer la cara porque a los tres les necesitaban sus equipos. Pero es la costumbre cíclica del balonmano, con algo con lo que cuentan los clubes, aunque esta semana ha sido tremenda, y sin contar otras lesiones leves, como la confirmada de Balázquez, la segura de Juanjo Fernández para la Champions con el Ademar. Por eso, hace un rato, un buen aficionado, preocupado, me decía que hay que acabar con la racha para que la racha no acabe con nosotros: de momento, vamos a acabar la semana sin más sobresaltos.