Nací cazadora y moriré cazadora, cazar es mi forma de vida
“Lo que hay que preguntarse no es si la caza es cruel o no lo es, sino qué procedimientos de caza son admisibles y qué otros no lo son”. (Miguel Delibes) .
Con estas palabras del que, sin duda para mí, ha sido y es una gran influencia, arranco mi segunda jornada de caza con vosotros en este blog.
Delibes es todo un ejemplo, no solo como uno de los mayores literatos que ha dado nuestro país, sino como un gran cazador. Por suerte nos dejó plasmado en gran parte de su obra sus vivencias, de las cuales, a día de hoy, sigo aprendiendo.
Pues bien, hace unos días, una persona conocida, naturalista y vegana, a la que siempre he respetado, me hizo un comentario después de leer el blog de la pasada semana:
"podrás maquillarlo como quieras, pero detrás de la palabra caza no va conservación, va la muerte de un animal indefenso".
No quise entrar en conflicto, cosa que, por otra parte, no suelo hacer, pero sí quise explicarle que detrás de esas palabras, caza y conservación, a veces, es necesaria la muerte de un animal.
¿A dónde quiero llegar a parar? No pido que todo el mundo me entienda, pues desde bien chica, me han inculcado ser fiel a mis principios, a mi forma de ser, siguiendo mi camino siempre sin hacer mal a nadie, sino todo lo contrario. Y sí, soy cazadora. Es parte de mí, es un órgano más de mis sentidos.
No todos somos iguales, pero lo que es condición sine qua non es el respeto.
Puedo entender que no piensen como yo, que no quieran ser igual que yo; incluso que no quieran que forme parte de sus vidas, pero lo que nunca podré entender es la falta de respeto, la falta de empatía hacia los seres humanos, y todo por creerse que son abanderados de la defensa de los animales.
Nada más lejos de la realidad. Claro que la caza implica disparar y abatir animales, es la cadena de la vida. Todo tiene un principio y un final, y una cadena alimenticia que ha sido la que siempre ha regulado el ritmo de la naturaleza. Pero ser cazador no es solo buscar un buen lance, ser cazador es cuidar la naturaleza, alimentar y procurar agua cuando la climatología se lo pone difícil a la fauna, sacar animales de la nieve cuando quedan atrapados, o curar sus heridas cuando sus hogares arden por las negligencias de esos desalmados que matan nuestros montes. Cuidamos de las poblaciones de animales para poder conocer y procurar su existencia.
Sin dejar pasar por alto hablar de esos miembros de nuestras familias, nuestros perros de caza, esos magníficos compañeros que desean que llegue la temporada para poder hacer lo que llevan en su sangre: cazar. Para después leer o escuchar las mentiras de esos mal llamados ecologistas que se dedican a difamar en todos los medios que abandonamos o matamos a nuestros canes cuando termina la temporada cinegética.
Señores "ecologistas", no quiero que me entiendan, ni que compartan mi forma de ser, simplemente pretendo que respeten mi forma de vida, al igual que yo respeto la suya, aun sin sentirme identificada con su forma de entender.
En vez de amenazar o insultar, les invito a que tomemos un café, y aunque en muchas cosas estemos totalmente alejados, les puedo asegurar que compartiremos muchas otras y en eso podremos hacer juntos que nuestra naturaleza no termine esquilmada por las malas praxis del hombre.