Los 5 consejos para disfrutar como jugador de pádel amateur
Esta breve guía intenta ayudar al jugador de pádel amateur a disfrutar de su deporte favorito entendiéndolo como ocio y alejándolo de sus expectativas de ser jugador World Padel Tour
Con este post, rompemos en La Dormilona la línea marcada hasta la fecha. Con este artículo, dejamos de lado por unas líneas el pádel profesional para atender al que, con toda probabilidad, más importa. Con estas palabras, nos centramos en el pádel amateur, ese que ha conquistado cada pista, cada ciudad y cada día, más corazones. Con este espacio, os aconsejamos cómo disfrutar del pádel amateur con cinco rápidos consejos.
1. El pádel es tan solo un deporte
Disfruta. El pádel es tu deporte favorito y no es ni más ni menos que eso, un deporte. Compite, mejora y se competitivo. Déjate cada gramo de esfuerzo en la pista, pero no te extralimites. El pádel es tu momento semanal de ocio.
Enfúndate tu ropa favorita, toma tu pala favorita para sentirte por hora y media el mejor de los mortales y haz tuya la pista. El resto, la competitividad mal entendida, es tan solo una barrera mental para disfrutar de lo que más te gusta.
2. Disfruta del World Padel Tour; nunca serás Belasteguín o Lamperti
Como en el fútbol, el baloncesto, el tenis o el balonmano, entre tantos otros, es positivo visualizar, disfrutar y emocionarse con el mayor de los espectáculos. Se un fijo en las retransmisiones por streaming, apoya a tu deporte y, si puedes, acércate a verlo cuando visite tu ciudad.
El World Padel Tour existe por y para los aficionados. Son los patrocinadores, los jugadores o el propio circuito los que lo componen, pero es la masa social que arrastra la que le da sentido. Tú, jugador amateur, le das sentido.
Pero no lo pienses más. Entrenas, juegas y compites, pero nunca serás profesional. Es directo y duro, pero es una realidad. Tu eres amateur y ellos son profesionales. Tu te ganas la vida con tu trabajo y el pádel es el suyo.
Querer ser Fernando Belasteguín, Paquito Navarro, Lamperti o Alejandra Salazar es lógico y normal. Todos nos hemos sentido semidioses de la pala sacando una bola por tres, haciendo una dormilona o sacando la bola por la puerta, pero es tan solo un momento efímero de gloria. Disfruta con tus límites, aprende de los mejores y mejora día a día dentro de tus posibilidades.
3. Tener más palas de pádel no te hace mejor jugador
Existe en el mundo del pádel un fetichismo exacerbado por las palas de pádel. Compras, vendes, pruebas palas por doquier allá donde vas con la necia intención de mejorar tu juego. La pala ayuda, no hace milagros.
Si eres principiante, gasta poco. Mejora, evoluciona y ya comprarás la pala de tus sueños. Si ya eres avanzado, tener más palas en tu paletero que raquetas lleva Nadal a una final de Roland Garros no te va a hacer mejor jugador. Los buenos, juegan con lo que tienen a mano.
4. Recibe clases, tu margen de mejora aún es grande
Aunque muchos han sido autodidactas en esto del pádel, la mejoría se hace notar cuando te enseña un monitor cualificado.
Si te crees el mejor de tu urbanización, probablemente lo seas pero notarás tu falta de nivel, y tu ingobernable frustración, cuando juegues con desconocidos y te pasen por encima. Un monitor te ayudará a mejorar técnicamente, pulirá tus defectos intentando convertirlos en virtudes y te ayudará a posicionarte en pista.
5. Calienta y estira para seguir siendo el rey del pádel
Se nos olvida que el pádel, como cualquier otra actividad física, necesita una preparación. Por mínima que sea la demanda y tu esfuerzo en la pista, las lesiones se encuentran escondidas en los gestos más absurdos y una de ellas te puede dejar en el dique seco una larga temporada.
La epicondilitis, la fascitis o los esguinces de tobillo no son leyendas urbanas. El pádel es un deporte agresivo con las articulaciones y si no te cuidas antes y después de jugar tu partido de pádel, te resentirás a la larga.