Mundiales de Londres: Bolt, sí, pero Van Niekerk, Manyonga, Taylor, Wlodarczyk...
Comienzan los Campeonatos Mundiales de Londres en los que veremos competir por última vez a Usain Bolt, el mejor atleta de todos los tiempos, en mi opinión, e insisto en lo de mejor atleta, más allá de la velocidad. Marcas de ensueño, que parecían imposibles hace nada, acumulación de medallas olímpicas y mundialistas... Lo que ha hecho Usain no lo ha hecho nadie y no sé si alguna vez alguien más lo hará.
Londres está impregnada de Usain Bolt, pero hay mucho más, como siempre, porque, salvo las excepciones habituales en estos casos, por baja forma o por lesión, en la capital británica estarán los mejores. Incluso habrá un buen grupo de rusos, con autorización para competir como independientes aunque su federación siga en el ostracismo.
En 200 y 400 metros veremos a Wayde van Niekerk (junto a Bolt en la fotografía), del que yo espero un récord mundial apoteósico en la vuelta a la pista, ya por debajo de los 43 segundos, con lo que disfrutaríamos de uno de los momentos culminantes en la historia del atletismo. El sudafricano (43.63 este año) se está dosificando, pero se encuentra en gran forma. Además, tendrá el acicate del estadounidense Fred Kerley (44.70) y del botsuano Isaac Makwala (43.84). La carrera será extraordinaria, sin duda.
En 5.000 y 10.000 metros Mo Farah intentará su tercer doblete mundial consecutivo en la que también será su despedida de las pistas, aunque no del atletismo: ahora le espera una segunda etapa sobre el asfalto, que estoy seguro de que va a ser fructífera. Farah es una de las grandísimas estrellas del atletismo actual y uno de los más grandes fondistas de todos los tiempos, aunque le ha faltado siempre hacer marcas extraordinarias (más extraordinarias de las que hace, quiero decir) para convertirle en el mejor de todos los tiempos. Porque lo ha ganado absolutamente todo, pero no ha batido ningún récord del mundo y, en pista, ya no lo batirá.
En longitud tengo curiosidad por ver de nuevo a Luvo Manyonga, otro de los representantes de este nuevo y poderoso atletismo sudafricano que ha explotado en los últimos tiempos. Hombre capaz de saltar más allá de 8,60 metros, habrá que comprobar si está capacitado para aproximarse a los registros que hace algunos años conseguían Carl Lewis, Mike Powell, Iván Pedroso...
El estadounidense Christian Taylor creo que puede ofrecernos, quizá, un récord mundial en triple. Amenaza insistentemente al británico Jonathan Edwards, que le faltan unos pocos centímetros para desbancarle. Como Van Niekerk con Makwala, tiene un gran acicate en su compatriota Bill Claye, rivales en la pista, pero amigos desde hace muchos años.
En lanzamientos, creo que el espectáculo principal (aunque en unos Mundiales, todo es un puro deleite) estará en peso, con cuatro hombres más allá de los 22 metros, y en la jabalina, con un gran duelo alemán. En el primer caso, lideran la lista de participantes los estadounidenses Ryan Crouser (22,65) y Joe Kovacs (22,57), claramente superiores al resto, entre los que destacan, y de qué manera, el neozelandés Tomas Walsh (22,04) y el checo Tomas Stanek (22,01).
En jabalina, los germanos Johannes Vetter (94,44 metros este año) y Thomas Röhler (93,90) harán volar muy lejos sus dardos, aunque la plusmarca del checo Jan Zelezny (98,48) se me antoja todavía lejana.
En categoría femenina siempre son un espectáculo las velocistas Elaine Thompson, la jamaicana que ha tomado el relevo de su compatriota Selly-Ann Fraser-Pryse, actualmente embarazada, y, por parte europea, de Dafne Schippers, que ha declarado, por cierto, que está harta de que la acusen de dopaje porque tiene algo de acné. Es lógico que le moleste.
En mediofondo y fondo veremos sucesivas oleadas africanas, quizá con alguna excepción europea, y en salto de altura tengo mucho interés por ver si la rusa Mariya Lasitskene es capaz de superar los viejos 2,09 metros de Stefka Kostadinova y de comprobar si Ruth Beitia está más fuerte de lo que parece, según comentan en su entorno. Y otro récord que podría caer es el de la polaca Anita Wlodarczyk en lanzamiento de martillo, que ella misma acarició hace unos días.
Bolt, sí. Pero mucho más. En unos Mundiales siempre hay mucho más que una estrella, aunque los focos estén ahora más que nunca sobre el jamaicano por aquello de que lo deja. ¿Quién será su sustituto en el fervor popular? Quizá Van Niekert. Calidad atlética tiene para ello, pero tendremos que comprobar si también tiene el carisma necesario.