Deportistas de élite anónimas

No hace mucho estaba viendo un partido de fútbol de selecciones femenino, y estaba muy bien. Me sorprendió el ritmo del mismo, la pericia de las jugadoras, la potencia de los disparos y la belleza de los regates y las paredes. De hecho, era un partido mucho más vistoso que la mayoría de los partidos masculinos que me trago. No lea esto como una condescendencia hacia el fútbol femenino, es que hacía mucho que no veía un partido de mujeres y me sorprendió el gran nivel alcanzado desde la última vez que me senté a ver uno.

Y esto me hizo reflexionar sobre el deporte femenino que normalmente consumo como espectador: Esquí Freestyle, baloncesto, vóley playa, surf, trail running, alpinismo, freediving o ciclismo. Y llegué a una conclusión: no se diferencia del deporte masculino, visualmente hablando, en nada. Es más, en muchos casos hasta es más vistoso que el masculino. Es cierto que los hombres siguen siendo más rápidos en el cronómetro, más fuertes sobre potenciómetros y más resistentes en el tiempo. Pero desde el punto de vista de fuerza estética, de impacto visual, creo que el deporte masculino y el femenino se han igualado.

La pregunta que sigue a esta conclusión es ¿Entonces, por qué, salvo honrosas excepciones, estás atletas de élite siguen siendo anónimas? ¿Por qué nos las estamos perdiendo? ¿Es culpa de los medios, de los organismos deportivos, de la imagen que tenemos del deporte femenino? Sólo puedo responder en mi propio caso. El interés que yo no he tenido por el deporte femenino se debe a una creencia obsoleta de que era inferior a todos los niveles al masculino. Una creencia que había traspasado el nivel racional de la corteza cerebral para incrustarse como mera superstición emocional en todo lo profundo del cerebro reptiliano. No importaba que disfrutase con surfistas sin parangón de talla mundial o con baloncestistas que han pulverizado toda expectativa, seguía pensando lo mismo…hasta el otro día que me maravillé de un partido de fútbol femenino como no lo había hecho con partidos de la Champions en mucho tiempo.

También es posible que los medios no le demos la cobertura suficiente, o que los organismos deportivos tengan a las atletas como gestión amateurs. Es posible que todos los agentes implicados en el deporte no presten la atención que se merecen y han ganado las mujeres deportistas. Por eso hay que aplaudir iniciativas como la de Under Armour que acaba de lanzar una campaña “Unlike Any” (Sin Igual) para celebrar y honrar los logros sin precedentes de las atletas femeninas y hacerlas mas visibles.

"Creo en el poder de la fuerza interior y cómo puede impulsarte a lograr lo aparentemente imposible. Esta campaña es una celebración de la fuerza interior que vive en cada persona. Es un recordatorio para cada mujer que se siente infravalorada debido a comparaciones innecesarias, y que es fuerte, única y verdaderamente sin igual”, declaró Misty Copeland, bailarina principal del American Ballet Theatre, y una de las 6 atletas protagonistas de esta campaña. Las otras son la corredora de fondo y fundadora de Harlem Run Crew Alison Désir, la velocista y campeona mundial Natasha Hastings, la doble de escenas de acción profesional Jessie Graff, y la campeona de taekwondo y actriz china Zoe Zhang (Lanxin Zhang). La próxima temporada de nieve se unirá a la campaña la campeona del mundo de esquí alpino Lindsey Vonn.

Una acción fantástica por parte de Under Armour, no como desagravio al deporte femenino, que de eso nos tenemos que ocupar todos, si no por redescubrirnos el gran espectáculo que nos estábamos perdiendo…hasta ahora.