La nueva ola del atletismo se carga de medallas y nos llena de esperanzaÁngel CruzAngelCruzJActualizado a 17 de julio de 2017 09:34 CEST Días de gloria para el atletismo joven español. Los Europeos Sub-23 de Bydgoszcz (Polonia) y los Mundiales Juveniles de Nairobi (Kenia) ofrecieron actuaciones excelentes que aseguran el futuro. Los promesas consiguieron la segunda mejor actuación de la historia. Los menores de 18 años, la mejor de las mejores. Sobresaliente para ambas categorías.Confieso que disfruto especialmente viendo a la gente joven haciéndolo muy bien. Me llena de alegría. Y lo que más me ha llamado la atención, además de las medallas, es la capacidad competitiva que han demostrado nuestros chicos y chicas, unos en el centro de Europa, otros en el África Oriental.Esa capacidad competitiva, esa búsqueda de la excelencia es lo que les dará éxitos en el futuro, además de los que ya tienen en el presente. No se han sentido premiados por viajar a Polonia o a Kenia: han ido allí en busca de lo mejor. Actitud distinta a la que han tenido, a veces, otros atletas, más veteranos, que buscan las mínimas como un objetivo en sí mismo, mentalidad que les conduce, siempre, al fracaso. Detesto la frase “yo ya he cumplido haciendo la mínima”. Malo.Además, estos chicos y chicas han rendido donde había que hacerlo: en el momento clave y culminante, no buscando situaciones cómodas para conseguir registros adecuados para acudir a una gran competición. Huyamos también de estas cosas.Hay una nueva generación, ambiciosa, como lo era aquella de la Edad de Oro del atletismo español, como lo son muchos atletas, también fogueados en mil batallas, que lo tienen todo y que buscan más. Estoy pensando en Ruth Beitia. Estoy seguro que para esta nueva hornada de atletas la cántabra es un espejo en el que se miran.Esa ambición nos ha deleitado desde el pasado jueves al domingo, en una cascada bellísima de medallas, algunas de ellas en especialidades en las que nunca las habíamos alcanzado.Ya sabéis: siete metales para los Sub-23, tres de ellos de oro, y un total de 18 finalistas. Segundo resultado histórico, tras el conseguido en Amsterdam 2001, donde hubo diez puestos en el podio, cuatro en lo más alto, completados por otras tantas platas y por dos bronces. Pero, ciudad holandesa al margen, el de Bydgoszcz fue un resultado superior a todos los demás. Abajo tenéis el resumen de medallas españolas en esta competición, en la que ya se atisban los campeones absolutos de un futuro inmediato. Respecto a la edición anterior, gran avance: en Tallin 2015 se consiguieron también siete medallas, pero sólo una fue de oro: ahora los chicos y chicas se vuelven con tres: Carlos Mayo en 10.000 metros, Diego García Carrera en 20 km marcha y el relevo 4x100 femenino.Con todo el respeto y admiración a todos los demás, me quedo con esta última. Por varios motivos, entre ellos porque es la primera de oro que se consigue en un relevo, por la lección de maestría técnica que dieron las chicas, por su declarada ambición y por esa alegría desbordante que mostraron después, que contagiaba a todo el mundo. Dos medallas de plata: Ana Peleteiro en triple y María Pérez en 20 km marcha. La primera es una joya atlética, con carisma, encaminada a ser una atleta de referencia. Ha pasado muy malos momentos, pero ahora está mejor que nunca y tengo curiosidad por ver qué hace en Londres, aunque aquello serán palabras mayores. En cuanto a María Pérez, tenía la peor marca de las españolas, pero mientras sus compañeras fueron descalificadas (gajes del oficio), ella llegó a la plata marchando con fe y competitividad. Siempre esa palabra, aplicada al equipo español…Y dos bronces: Adrián Vallés en pértiga y Carlos Mayo en 5.000 metros, que enriquecía así el oro del 10.000. Atleta portentoso.Y quiero también citar a los finalistas.Cuartos: Mohamed Zarhouni en 10.000 y June Quintana en disco.Quintos: Fatima Diamé en triple y Manuel Bermúdez en 20 km marcha.Sextos: Miguel Alberto Blanco en martillo, Ayoub Mokhtar y Carla Masip en 1.500 y Jordi Torrent en 5.000.Séptimo: Gonzalo García en 1.500.Octavos: Darwin Andrés Echeverry en 400 y Pablo Sánchez-Valladares en 800. MARÍA VICENTE Y JAEL BESTUÉ¿Y qué decir de los juveniles que compitieron en el Mundial de Nairobi? Por primera vez alcanzábamos un oro y por primera vez, también, dos medallas. El título fue para una impresionante María Vicente en heptatlón, con récord de España incluido, al que hay que añadir la plata de Jael Bestué en 200 metros. Otras dos joyas. Y otras dos fronteras traspasadas, porque ni en la combinada ni en la velocidad femenina se había subido al podio en esta categoría, reservada a los menores de 18 años.El atletismo español respira de nuevo. Los chicos y chicas menores de 23 años nos han endulzado estos últimos días. Hay una nueva ola, que es importante y esperanzadora. Son competitivos, limpios y audaces. No se rinden y miran muy, muy lejos. A ese sitio glorioso que imaginan y al que de ellos muchos llegarán.HISTORIAL ESPAÑOLEuropeo Sub-23Turku 1997: 6 medallas (1-4-1). 16 finalistasGotemburgo 1999: 8 (3-0-5). 24Amsterdam 2001: 10 (4-4-2). 25Bydgoszcz 2003: 4 (0-1-3). 11Erfurt 2005: 4 (1-2-1). 11Debrecen 2007: 2 (1-0-1). 10Kaunas 2009: 3 (2-1-0). 11Ostrava 2011: 7 (2-3-2). 15Tampere 2013: 6 (3-0-3). 15Tallin 2015: 7 (1-4-2). 17Bydgoszcz 2017: 7 (3-2-2)Mundial juvenilBydgoszcz 1999: Ninguna medalla y 5 finalistasDebrecen 2001: 1 (0-1-0). 9Sherbrooke 2003: Ninguna medalla. 3 finalistasMarraquech 2005: 2 (0-0-2). 6Ostrava 2007: 1 (0-1-0). 7Bressannone 2009: 1 (0-1-0). 4Lille 2011: 1 (0-0-1). 3Donetsk 2013: 2 (0-0-2). 8Cali 2015: Ninguna medalla. 3 finalistasNairobi 2017: 2 (1-1-0). 5 AmpliarAmpliarAmpliarAmpliar