La Liga Iberdrola, el mejor escaparate de nuestro fútbol femenino
La semana pasada las selecciones femeninas españolas dieron por concluido el año más intenso y brillante para el fútbol femenino nacional. España ha hecho pleno y ha estado presente en todas las grandes citas posibles y en todas ha brillado. Las Sub-17 acabaron segundas de Europa y terceras del Mundo. Las Sub-19 fueron subcampeonas en el Europeo, tras caer ante Francia en una final que acarició y que la mala suerte por un lado y la lluvia por otro condenaron a España a un desenlace injusto. La Sub-20 cedió la semana pasada en la prórroga de los cuartos de final del Mundial Sub-20, ante Corea del Norte. Curiosamente, los dos rivales que apearon a las de Pedro López en ambos torneos serán los que se disputen el título este sábado en la final del Mundial, en Papúa Nueva Guinea. Y la Absoluta de Jorge Vilda, tras una inmaculada clasificación para la Eurocopa de Holanda 2017, finalizó el año enfrentándose a toda una Francia, plantando cara y mostrando que hay margen de mejora para llegar en el mes de julio en condiciones de aspirar a todo.
Concluido el año más intenso que yo recuerdo en cuanto a selecciones femeninas españolas, vuelve la Liga Iberdrola, uno de los grandes gérmenes del progreso del fútbol femenino en nuestro país. Muchas de las futbolistas que regresaron de Papúa Nueva Guinea llevan años jugando al máximo nivel desde muy jóvenes. Algunas debutaron con tan solo 15 años y ya acumulan una larga experiencia en la máxima categoría. Este viernes se disputa un derbi vasco donde volveremos a ver en acción a algunas de estas futbolistas del Mundial Sub-20. Destaca la gran actuación de la guardameta de la Real Sociedad, Mariasun Quiñones, en Papúa, en su debut con la Selección en un gran torneo. En el ataque nos ofrece un gran duelo entre 'las García', Nahikari en la Real y Lucía en el Athletic. Maite Oroz y Andrea Sierra completan la representación rojiblanca. Lo mismo sucede en el Atlético de Madrid, el Barcelona, el Valencia, el Rayo, el Levante, clubes plagados de talento español.
Así pues, la Liga Iberdrola se ha convertido en una apuesta de nivel, por lo que ya tiene y por lo que está por venir. El regreso de grandes jugadoras que se curtieron en experiencias y probaron suerte fuera de nuestras fronteras y el ingreso de talento foráneo, que llega atraído por la firme apuesta por nuestra liga, unido a la incorporación de jóvenes talentos, forman un cóctel perfecto. Está a punto de cerrarse un 2016 exitoso, pero lo mejor está, sin duda, por venir.