Asiático Sub-16: triunfo para Irak y mejores jugadores del torneo
Irak se impuso en la Copa de Asia Sub-16 y volvió a demostrar que es un país que trabaja muy bien en categorías inferiores. Ahí están sus destacadas actuaciones últimamente en torneos como el Mundial Sub-20 de Turquía, en 2013, o en el Asiático Sub-23 de 2016, que les permitió estar presentes en los JJ OO de Río. Su último éxito ha sido imponerse en el campeonato asiático de la categoría más baja de todas, la Sub-16, que terminaron conquistando al ganar en los penaltis a su archienemiga Irán tras concluir 0-0 la final. Ha sido un torneo interesante, con sorpresas muy negativas como los fracasos de Australia y Corea del Sur. A cambio, obtienen su billete para el Mundial Sub-17 del próximo año Irak, Irán, Corea del Norte y Japón, que se unirán a la anfitriona India hasta hacer que Asia tenga cinco representantes en la cita mundialista. En cuanto al Asiático Sub-16, estos son algunos jugadores con los que merece la pena quedarse:
Ali Ibadi Jabbar (portero, Irak, 2000)
Muy en la línea de lo que han sido los porteros iraquíes en los últimos torneos de fútbol base, alto, sobrio, poco espectacular pero sí muy seguro. Fue decisivo en la tanda de penaltis que le dio el título a su selección frente a Irán y durante todo el torneo mantuvo entera a la defensa junto a una pareja de centrales también muy interesante.
Ayumu Seko (central, Japón, 2000, Cerezo Osaka)
En un torneo en el que los japoneses apenas sufrieron atrás, a excepción de en semifinales, cabe destacar a esta central seguro, bien colocado, formidable en el juego aéreo y muy maduro para su edad. Él fue, además, el autor del gol que clasificó a los japoneses para el Mundial Sub-17 en el choque de cuartos ante Emiratos Árabes Unidos.
Mohamed Sarifi (centrocampista, Irán, 2000)
El capitán de los iraníes, un jugador muy templado, con carácter y excelente manejo de balón, recordó en algunas de sus cosas al mítico jugador de Irán Nekounam y desde luego que su futuro en la selección es muy prometedor. Elegante, físicamente muy hecho y sobre todo muy maduro en lo que a conceptos de juego se refiere.
Allahyar Sayyad (delantero, Irán, 2000)
Junto a Dahood, probablemente el mejor futbolista del torneo por su potencia, calidad y olfato goleador. Cayó muy bien a la banda derecha en el ataque de Irán, pero sobre todo mostró una cantidad de recursos para un hombre de ataque que a esta edad son todo un tesoro. Quizá demasiado hecho físicamente, lo que deja alguna duda con respecto a su progresión. Por lo demás, fantástico.
Takefusa Kubo (delantero, Japón, 2001, FC Tokio)
Era el jugador sobre el que giraban todas las miradas antes del torneo y no decepcionó. Con sólo 15 años, uno menos que la mayoría, exhibió habilidad con la pelota, talento para el uno contra uno, facilidad para ver portería y un desparpajo muy a tener en cuenta. Cuatro goles, igual que su compañero Tanahashi, para el jugador más especial del torneo.
Mohamed Dahood (delantero, Irak, 2000)
Seguramente el mejor futbolista del campeonato, fue máximo goleador con seis tantos y además anotó el decisivo de la tanda de penaltis de la final ante Irán. No sólo eso; Dahood mezcló velocidad, inteligencia en sus movimientos y criterio para hacer daño a las defensas rivales. Seguro que los grandes clubes ya le han echado el lazo.
Kye Tam (delantero, Corea del Norte, 2000)
El escurridizo delantero de Corea del Norte, que terminó el torneo con cuatro goles, guió casi por sí sólo a su selección a la clasificación para semifinales y, por ende, para el Mundial. En un entramado defensivo bastante habitual en los norcoreanos, la velocidad al espacio y la potencia de piernas de este delantero les permitieron además ser peligrosos arriba.