Ruth Beitia: ¿te acuerdas de cuándo saltaste 1,50 con 12 años?
El 7 de julio de 1991 una niña de doce años llamada Ruth Beitia ganó en Laredo una prueba de salto de altura con 1,50 metros. Era la primera vez que competía, ya bajo la dirección de Ramón Torralbo y después de que Javier Sotomayor hubiera dicho aquello de que “esa niña tiene buenos tobillos”.
Esa niña, en la madrugada del sábado al domingo pasado se elevó por encima de 1,97 y se proclamó campeona olímpica en los Juegos de Río. Han pasado veinticinco años, un mes y trece días. Un largo recorrido jalonado de cientos de competiciones, miles y miles de saltos en entrenamientos, catorce medallas en la alta competición internacional, récords de España, saltos por encima de dos metros. Algún sinsabor que para sí quisieran muchos otros, como ese cuarto puesto de Londres 2012 que aún le escuece, aunque ahora, supongo, mucho menos que hace un par de días.
Tenéis todas y cada una de las competiciones de Ruth Beitia, recopiladas por mi amigo José Luis Hernández, jefe de la página web de la Federación Española, en este enlace, además de todos los datos imaginables sobre ella. Imprescindible. http://www.rfea.es/sirfea/ficheros/personas/almacen/beitiaruth.pdf
Ruth Beitia es un lujo para el atletismo. Un ejemplo en la pista y fuera de ella. Jamás he oído a nadie criticar mínimamente a esta mujer que ahora tiene 37 años y que es una gran dama dentro y fuera de la pista. Tampoco a ella la he oído criticar a nadie.
Ruth se ha convertido en nuestra primera campeona olímpica, en un concurso emocionante e igualado, en el que hizo valer su mayor seguridad y consistencia. Me acordé cuando la ví con la medalla al cuello de otras pioneras.
Como de Carmen Valero, campeona mundial de cross en 1976 y 1977, debutante española en unos Juegos Olímpicos, los de Montreal, en el primero de esos años.
O de Mari Cruz Díaz, primera campeona europea. Venció en Stuttgart 1986 en los 10 kilómetros marcha, distancia sobre la que se competía entonces.
O de Mayte Zúñiga, primera española finalista en unos Juegos, con su séptimo puesto en los 800 metros de Seúl 1988.
O de María Vasco, cómo no, la primera, y hasta la madrugada del sábado al domingo, única medallista española. Bronce en los 20 kilómetros marcha de Sidney 2000. Nunca se me olvidará aquella sonrisa feliz, y ansiosa, mirando a la medalla que le iban a entregar.
Y ahora Ruth. Historia grandísima de nuestro atletismo. Un oro maravilloso, ganado con esfuerzo, con lágrimas y con sonrisas, con una colaboración estrecha con Ramón Torralbo, un genio de estas cosas, que ha convertido a aquella chiquilla que saltó 1,50 en Laredo, el 7 de julio de 1991 en la mejor del mundo, en la campeona olímpica, en el orgullo del atletismo español (ya lo era antes de ahora).
Ruth pasa al selecto grupo de atletas nacionales que han subido al podio en las tres grandes competiciones: Juegos Olímpicos, Campeonatos del Mundo y Europeos. Hay que recordarlos:
Juegos: Oro en Barcelona 1992. Mundiales: Bronce en Stuttgart 1993. Europeos: Plata en Split 1990
Juegos: Oro en Barcelona 1992 y plata en Atlanta 1996. Mundiales: Plata en Stuttgart 1993 y Atenas 1997. Europeos: Oro en Helsinki 1994 y bronce en Budapest 1998
Juegos: Plata en Atlanta 1996. Mundiales: Oro en Stuttgart 1993 y plata en Gotemburgo 1995. Europeos: Bronce en Helsinki 1994
Juegos: Plata en Atenas 2004. Mundiales: Platas en París 2003, Helsinki 2005 y Osaka 2007. Europeos: Bronce en Budapest 1998 y oro en Múnich 2002 y Gotemburgo 2006
Juegos: Oro en Río 2016. Mundiales: Bronce en Moscú 2013. Europeos: Oros en Helsinki 2012, Zúrich 2014 y Amsterdam 2016