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Medio siglo del triunfo de Santana en Wimbledon


Por Marta R. Peleteiro (MPeleteiro_AS)

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Manolo Santana celebró en el All England Lawn Tennis and Croquet Club el aniversario de su título de Wimbledon tras cumplirse medio siglo de que triunfase sobre la hierba londinense, en 1966. Ahora, con 78 años, lo recuerda sentidamente; eran tiempos aquellos en los que él tenis era un deporte de las élites y el de Wimbledon era un club donde un muchacho del madrileño barrio de Chamberí que acudía a jugar en metro cargado con sus cosas se impuso ante Denis Ralston en la final por 6-4, 11-9 y 6-4. Por aquel entonces ya había ganado en Roland Garros dos veces y también en Nueva York.

En el club Santana recibió una placa conmemorativa del triunfo y además le dieron una camiseta del Real Madrid con el número 50 detrás. Esto es porque esa final Santana la jugó de blanco, pero antes de saltar a la pista le pidió a una costurera que le cosiese el escudo de sus amores. Ya se sabe de las estrictas reglas de vestimenta en Londres, pero nadie le dijo nada y él confiaba en que si lo detectaban no iban a pedirle que lo retirase en mitad del encuentro.

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Hoy, anécdotas aparte, Santana es un extenista orgulloso de haberse impuesto en un Grand Slam de tanta tradición. “Espero que nadie se moleste, pero un tenista, hasta que no gana en el All England Tennis Club, es como la obra de un arquitecto que tiene un edificio inacabado, o que aún se puede mejorar mucho más. Nadie puede imaginarse lo qué se siente al ganar allí”, dijo al El País.

“Cada uno de nosotros tiene un objetivo en la vida. Y yo, después de ganar dos Roland Garros y un Abierto de Estados Unidos, me dije que no me podía ir al otro barrio sin ganar un gran torneo como Wimbledon. Lo preparé con mucha ilusión y creo que es un ejemplo para la gente joven. Si alguien quiere algo, lo encuentra”.

Santana cumple así sus bodas de oro como socio uno de los clubes más exclusivos del mundo, donde posiblemente la forma más sencilla para entrar sea ganando su torneo.