Mariano Haro. Un atleta mítico al que quizá los más jóvenes no recuerden. Un hombre que era de los mejores del mundo en 10.000 metros y en cross en los años setenta. Y que en 1972 corrió esos 10.000 en una marca de 27:48.14 en los Juegos de Múnich (en la imagen, precedido por Lasse Viren), sexta mejor de todos los tiempos en el mundo en aquellos instantes, y que ningún atleta español actual es capaz de hacer desde 2008. Nuestros corredores no son malos, ni mucho menos, pero es que Mariano Haro era otra cosa. Era un trabajador del atletismo, pero un trabajador genial. Porque una cosa debe ir unida a la otra para llegar a estar en la superélite mundial, como él estuvo.

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Un fondista al que el atletismo español le debe muchísimo. Alberto Calleja, mi compañero de AS en Palencia, experto en cross, ha escrito un libro que la Diputación de esa ciudad ha tenido la amabilidad de enviarme, por indicación suya, y que leeré de inmediato, cuando termine otro que tengo entre manos. Pero ya le he echado un vistazo y es, sin duda, un gran libro. Un volumen muy bien impreso, con buenas fotografías, que enseña y entretiene.

Esta obra, necesaria, sobre Mariano, me da pie a escribir de él. Por supuesto, el palentino nacido en Valladolid (no es una contradicción, es un hecho: se desplazó del Pisuerga a Becerril de Campos de muy niño) fue en su momento un mito en España, en una España pobre donde sus galopadas épicas se festejaban por todo lo alto en barrizales, pistas de tierra o sintéticas, carreras sobre asfalto… Era un héroe popular. Mucho más conocido que atletas españoles que posteriormente han conseguido mayores triunfos globales.

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Era, y es, un hombre sencillo, de campo (ver la tercera fotografía de este post, realizada por compañero Dani Sánchez en un reportaje que le hicimos en Becerril) , que se entrenaba por terrenos inhóspitos y cuya forma de correr enamoraba: siempre beligerante, siempre en el grupo de cabeza, con tirones prolongados que destrozaban a casi todo el mundo… Pero era, también, muy lento al final. Por eso sus medallas internacionales en las grandísimas citas nunca fueron de oro.

Los momenttos culminantes de su carrera deportiva son los cuatro subcampeonatos mundiales de cross (tres, en realidad, porque en el primero la competición aún se llamaba Cross de las Naciones) y el cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, en la mejor carrera jamás disputada hasta ese instante en la historia mundial de la prueba.

Vamos con lo primero. En Cambridge 1972 se celebró la última edición del Cross de la Naciones, que ya era de hecho un Mundial, y que iba a tomar ese nombre al año siguiente. Sobre 12.000 metros Haro fue segundo, batido por el belga Gaston Roelands, uno de los atletas que más ha admirado, y que tras aguantar sus tirones le batió al final por 18 segundos. Tercero fue el escocés Ian Stewart. En aquel entonces no competía Gran Bretaña, sino Escocia, Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte.

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En la primera edición mundialista, celebrada sobre 11.980 metros en el Hipódromo de Waregen (Bélgica), en 1973, el que le resistió al final y le venció (por una décima de segundo) fue el finlandés Pekka Päivärinta, un atleta alto y flaco que corría con gorrita. Haro dejó atrás al neozelandés Rod Dixon.

En la segunda edición, celebrada en 1974 en el Hipódromo Mirabello, de Monza (Italia), repetición de la historia. Esta vez el verdugo del León de Becerril, sobre 12.000 metros, fue Erick de Beck, que le batió por ocho décimas, mientras que el español dejaba atrás a otro belga Karel Lismont.

Y el cuarto segundo puesto consecutivo fue en Rabat 1975, sobre un circuito de 12 km, duro y molesto, con obstáculos artificiales, zonas de arena, una especie de vallas… Esta vez el ganador fue el escocés Ian Stewart, con un segundo de ventaja sobre Mariano, que dejó atrás al estadounidense Bill Rodgers, un mito del maratón en Estados Unidos. En esa misma edición Carmen Valero fue medalla de bronce. Iba a ganar después dos títulos mundiales. Por cierto, mirad lo que dice Carmen de Haro en el libro de Alberto Calleja: "Hombres como él me ayudaron mucho. Es una persona súper encantadora, muy compañero y amigo de los de verdad, de los de cuando hacen falta. Cuando tenías un problema él estaba siempre para ayudarte. Y como atleta es la persona con más ganas y entrega que he visto". 

Pero también "tenía un pronto", dice Carmen. Un ejemplo: un periodista español de gran prestigio se acercó a Mariano para felicitarle por su cuarto puesto consecutivo, nada más acabada la prueba, y el palentino invocó a todos los demonios y se acordó de la familia del informador… y eso que tenían muy buena relación. Me lo contó Carlos Jiménez, recientemente fallecido, que dos años después se convirtió en mi jefe, cuando yo comencé a trabajar en el Diario AS.

Unos llegaban (los campeones y reinaban un año), pero Mariano siempre estaba allí, permanecía. Dolorosos éxitos, en todo caso. La forma de correr de Mariano embelesaba, su generosidad en el esfuerzo, el no rendirse nunca, el pelear casi hasta la muerte. 

Y eso no lo hacía sólo en campo a través, sino en pista, por medio mundo. Y a la pista vamos, a aquel 31 de agosto de 1972, en el Estadio Olímpico de Múnich, donde se celebraba la final de 10.000 metros de los Juegos Olímpicos. Tiró al principio el británico Dave Bedford, uno de los más grandes, actualmente organizador deportivo de la Maratón de Londres. A los 4.600 metros cayó aparatosamente al suelo el finlandés Lasse Viren, que se levantó y alcanzó al grupo cabecero 230 metros después, tras un gran esfuerzo. Los tirones se sucedían, entre ellos los que propinaba Mariano Haro. A falta de 600 metros tiró Viren, que descolgó al estadounidense Frank Shorter, que días después iba a ser oro olímpico en maratón. Después cedió Mariano. Viren siguió tirando de forma poderosa y consiguió la victoria con 27:38.35, arrebatando el récord mundial al australiano Ron Clake (27:39.4). Segundo fue el belga Emiel Puttemans (27:39.58), tercero el etíope Mirus Yifter (27:40.96), que en los Juegos de Moscú 1980 iba a ser campeón en 5.000 y 10.000. y cuarto Haro (27:48.14, récord de España). ,

La temporada terminó con los cuatro atletas en los cuatro primeros puestos del ránking. Mariano conseguía la sexta mejor marca mundial de todos los tiempos. Carrerón memorable.

Y recojo ahora textualmente unos bonitos datos del maravilloso libro Cronología de los Récords y Mejores Marcas de Atletismo, editado por la Asociación Española de Estadísticos de Atletismo: “La marca de Haro fue récord del mundo de mayores de 30 años, batiendo las marcas de mundial del australiano Ronald Clarke 27.59.4 en Londres, el 29 de agosto de 1968, y europea del finlandés Juha Väätäinen, 27:52.78 en Helsinki el 10 de agosto de 1971. Fue mejorada por el británico Brandan Foster en Londres el 23 de junio de 1978, con 27:30.3”.

Haro ni se acordará, pero tuve el honor de coincidir con él en un encuentro internacional Portugal-Argelia-España celebrado en Lisboa. Era su internacionalidad número 62 y la segunda mía, primera al aire libre. En el aeropuerto había una multitud de periodistas lusitanos esperando a Mariano. Entrevistas en masa que al día siguiente salieron en portada de los grandes rotativos. Yo sabía que era importante, pero ahí me di cuenta de hasta qué punto.

Al día siguiente ganó los 10.000 con facilidad y tuvo que dar una vuelta de honor al estadio, a pesar de que había ganado a los mejores portugueses. Era un atleta muy reconocido en España y en todo el mundo. Y que abrió el camino a muchos que vinieron después.

LOS ÚLTIMOS LÍDERES ESPAÑOLES DE 10.000 METROS

(Mariano Haro hizo 27:48.14 en 1972)

2008: 27.28.31 Juan Carlos de la Ossa

2009: 27.48.80 Carles Castillejo

2010: 28:03.18 Ayad Lamdassem

2012: 28:04.22 Ayad Lamdassem

2013: 27:57.92 Carles Castillejo

2014: 28:12.85 Alemayehu Bezabeh

2015: 28:39.18 Antonio Abadía

2016: 28:07.14 Antonio Abadía

DETALLADO HISTORIAL DE MARIANO HARO, ELABORADO POR MIEMBROS DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ESTADÍSTICOS DE ATLETISMO

Lo podéis disfrutar aquí: http://www.rfea.es/biografias/antiguas/hombres/fondo/haro_mariano.pdf

El libro, de mi compañero de AS en Palencia, Alberto Calleja, se puede adquirir aquí: http://www.todostuslibros.com/editorial/diputacion-de-palencia