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Australia: la misma final, el mismo resultado


Por Marta R. Peleteiro

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Ocurrió en 2011, se repitió en 2013, de nuevo el año pasado y otra vez este. Novak Djokovic y Andy Murray reeditaron una final del Abierto de Australia que acabó como las tres en las que ya se habían enfrentado: con el serbio alzando la copa al cielo de Melbourne y el escocés sumido en sus habituales gestos de enfado, sus sonrisas que no proceden de nada gracioso y las peroratas al cielo y a la grada.

Con un resultado de 6-1, 7-5, 7-6(3), el serbio ganó el Happy Slam, el que abre la temporada. El primer set se lo llevó barriendo y con comodidad pese a empezar salvando una bola de break. Parecía que dominase toda la pista hasta ponerse con un 5-0. El sexto juego fue por fin el primero del escocés y el que maquilló el posible set en blanco en media hora.

El segundo set fue el del despertar del británico, igualando más la contienda entre ambos. Pero también se lo llevó el serbio, lo que posiblemente supuso un duro golpe para Murray y le fue sacando del partido al verse desquiciado. Djokovic le rompió el servicio en el séptimo juego y Murray respondió con un contrabreak. El serbio replicó y en el último juego se llevó la manga por 7-5.

El tercero y último set comenzó con Djokovic rompiendo el servicio del escocés, quien se repuso en el sexto juego devolviéndole el break. Así se fueron al desempate, donde el de Dunblane comenzó con una doble falta, dando alas a un Djokovic que ya no perdonó.

No es que jugase su mejor partido precisamente de los últimos que le hemos visto, pero la inconsistencia del rival sobre la pista y los múltiples fallos de este se lo pusieron en bandeja para ganar.

“He visto algunas estadísticas del partido. Ha ganado unos 25-26 puntos más que yo, mientras que yo he hecho 25-26 errores no forzados más que él. No sé si he estado muy lejos de su nivel hoy. En el primer set no estuve, pero tanto en el segundo como en el tercero sí pienso que estuvimos a un nivel parecido. Podría haber jugado mejor. Me siento orgulloso de la manera en la que luché, en cómo volví de nuevo al partido y creé oportunidades”, dijo Murray.

Con estos cuatro títulos ante el escocés y los dos sumados en 2008 ante Jo-Wilfried Tsonga y en 2012 ante Rafael Nadal, Djokovic empata a seis coronas en Australia con el local Roy Emerson, dos más que otros iconos del tenis como Roger Federer o Andre Agassi.

Pero además, sigue sumando majors a su palmarés e iguala a Bjorn Borg y Rod Laver en 11 títulos de grand slam (seis Abiertos de Australia, tres Wimbledon y dos US Open), a seis de los 17 que ostenta el suizo Roger Federer.

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17: Roger Federer

14: Rafael Nadal y Pete Sampras

12: Roy Emerson

11: Bjorn Borg, Rod Laver y Novak Djokovic

Con un estado de forma y gracia que le hacen parecer inabordable, suponemos que ahora el serbio tiene sus miras puestas en conseguir el Grand Slam (los cuatro torneos en un mismo año). O, al menos, coronarse por fin como rey de la tierra francesa de Roland Garros, el único major que se le escapa, y del que, el año pasado, cuando parecía llegar en uno de sus momentos más fuertes, le apeó el suizo Stan Wawrinka.

“Creo que puedo ganar cada partido que juego. Estoy jugando el mejor tenis de mi vida en los últimos 15 meses. Los resultados lo muestran. No quiero pensar cómo de lejos está mi límite. Me preparo para Murray, Federer y Nadal. Estos tres tíos han estado dominando conmigo. Sin faltar al respeto a otros como Ferrer o Wawrinka. Me siento orgulloso de ser mencionado junto a algunas de las leyendas de nuestro deporte. Es una sensación increíble hacer historia e igualar el récord de Roy Emerson”, apuntó Djokovic.

CUADRO FEMENINO

Por su parte, en el cuadro femenino, la alemana Angeline Kerber pareció haberse disfrazado de su compatriota Steffi Graf, defendiendo así el récord de esta de 22 títulos de grand slam, los mismos que hubiese sumado Serena de no haberse visto superada por la que mañana se despertará con otro premio: además de sumar su primer major en Australia ganando a Serena Williams por 6-4, 3-6 y 6-4, asciende a la segunda plaza del ranking WTA. Asimismo, Kerber (28 años) es la primera alemana que gana un grand slam después de Graf, en 1999.

Lo que no sabemos es si Serena igualará y romperá el récord de Graf. A sus 34 años, la número uno parece imparable, aunque no haya sumado en Australia ni en el último US Open, donde cayó en semifinales.