Mr. Pentland

Míster Pentland fue justo lo que la mayoría llevamos dentro: un entrenador. El precursor y más innovador. Este rincón tratará de su gremio. De los inicios, las trayectorias y las anécdotas de sus sucesores. Modestos y profesionales. Españoles y foráneos. De club o seleccionadores. Bienvenido. Pase y tome asiento.

Autor: Alfredo Matilla

Prensa, peste y omertá

Permítanme el yo durante estas primeras líneas para condenar lo que hacemos nosotros y ellos. Hace ahora diez años no me importó morir por primera vez. Fue en una entrevista para estrenarme como becario. El hombre que debía seleccionar a un puñado de estudiantes para las prácticas quiso impresionarnos. Y lo logró con su discurso: “Esta profesión se ejerce por devoción. Hay que estar cerca de la noticia. Sin horarios. Lo crucial es estar donde suceden las cosas. Si un equipo tiene un accidente y se cae su avión, hay que estar dentro de él para intentar contarlo”. Me pareció una metáfora demasiado entusiasta tras la tragedia del United en Múnich en 1958 en la que fallecieron ocho periodistas junto al grueso del equipo, aunque lo vi también como un ejemplo motivador. Quería ser uno de los masocas elegidos. Y, por suerte, lo fui. Pero ahora, tras una década de sospechas, veo que me (nos) han engañado y esto no es lo que pensaba. El Real Madrid, hace tiempo, y el Barça estos días, han prohibido tajantemente a la prensa viajar con sus equipos una vez que ya han conseguido sacarla de los entrenamientos y del día a día de los deportistas. Un derecho inmoral promovido por sus entrenadores y poco solidario con una profesión tan necesaria y castigada por el paro (11.300 despedidos desde 2008 y 28.300 parados en la actualidad), cuando hasta el Papa, el mandamás para un informador, vuela con ‘plumillas’ de uno a otro lado.

Aquí no se pretende defender a ultranza y santificar a una profesión que cometió, comete y cometerá mil fallos. Se intenta reflejar una realidad que sólo trae pobreza. Intelectual y material. El gremio periodístico estaba acostumbrado a otra clase de relación con los equipos. Unas veces para beneficio propio (exclusivas). Otras para satisfacción de los deportistas (reivindicaciones). Y siempre para el provecho de los aficionados, receptores principales de las respuestas de los protagonistas. La prensa, en una época no tan lejana, interactuaba con los presidentes, entrenadores y jugadores, compartía el transporte, veía y analizaba los entrenamientos íntegros y hasta entraba a los vestuarios en busca de opiniones. De Jesús Gil guardarán mil imágenes. Maguregui, por poner un ejemplo que nos vaya acercando al mundo de los entrenadores (objetivo de este blog), daba las ruedas de prensa improvisadas en Santander mientras se enjabonaba en la ducha. Alguno citaba al redactor en su casa para responder a un simple cuestionario. Y otros, créanme, hasta pedían favores en días clave (sin éxito) para confundir en las previas al entrenador rival con un sistema inventado o con un delantero que no iba a jugar. Ahora, eso se ha acabado. Y en parte es normal porque el trato estaba desfasado y porque mantener cierta distancia, además de necesario, es saludable. Se refleja en las informaciones. Pero se han pasado. Los periodistas saben más de los protagonistas por su twitter que por sus charlas, viajan por su cuenta siguiendo tan sólo sus huellas y se limitan a esperar en una rotonda fuera de la Ciudad Deportiva de turno. Como si el periodista fuera un apestado.

Capello

Luchoblog

En Inglaterra esta medida de aislar a la prensa fue un mecanismo de defensa de los técnicos contra el sensacionalismo. Ferguson vetó hasta a la BBC. Cuando, por contra, los clubes deberían plantearse el mundo al revés: el espacio reservado en periódicos, radios y televisiones siempre suele ser el mismo, y cuanta menos información haya más se tirará de imaginación, estadísticas incómodas y una ración de morbo para sobrevivir. La Premier fue el ejemplo a seguir. Allí sólo habla los viernes el entrenador y de los jugadores no hay ni rastro. En España, Capello fue quien lo copió en su segunda época en el Bernabéu. Y tras unas primeras y repetitivas quejas, nadie volvió a sacar el tema. Es más, hay periodistas (los peores) que han visto las ventajas de esta censura al no tener que ir a los entrenamientos y al ver rebajada la presión: como no pueden acceder a las fuentes, nadie tiene por qué exigirles información. Así, desde aquel 2006, se ha ido perfeccionando el modelo en los clubes, levantando más los muros y puliendo las actitudes dictatoriales. Ahora ya no es que sea complicado entrevistar a Cristiano, es que es imposible preguntarle a Mayoral. Los herederos de Capello han seguido sus pasos beneficiados por la comodidad de trabajar sin ser vigilados. El resto de equipos, poco a poco, han ido adaptando esa idea. Y los periodistas, más y más, han dejado de pelear por sus derechos entregando la cuchara. El resultado ya lo saben: el aficionado, ya no los medios, no conoce ni los partes médicos de sus ídolos, el desempleo sigue apuntando a muchos periodistas que ya no son necesarios con este panorama, mientras los clubes hacen crecer exponencialmente sus medios oficiales (y serviciales) a la vez que relacionar en sus asambleas a la prensa con el enemigo.

Será mejor mirar otros ejemplos para no caer en la desesperación. Alemania, espejo para todo, trata al periodista con otro respeto. Mientras aquí se le reduce su espacio de actuación en una miserable zona mixta, se le identifica más por peligro que por seguridad y se le da acceso a voces restringidas, en la Bundesliga, y más cuando llega la Champions, se les deja trabajar como personas formadas que son, se les facilita el ejercicio de la profesión y hasta incluso se les ofrecen privilegios gastronómicos al término de los partidos sabedores de que los textos más agrios se escriben con el estómago vacío. Incluso si es necesario, como en el caso de Guardiola, hasta le convencen para rectificar sus principios inquisitorios e invitarle a adaptarse al lugar y no al revés. En Italia, donde también se van cerrando poco a poco por influencia de los Benítez y compañía importados de la Premier, queda al menos otra costumbre impuesta por la Juve: cuando más se habla es cuando peor van las cosas. El aficionado merece mil explicaciones. En Francia, aunque la selección echó a la prensa porque un periodista colgó una foto desde dentro del avión hace tres años, se puede viajar todavía con los equipos. Y en Portugal aún continúa en muchos clubes el método de andar por casa.

En España, resumiendo, hay excepciones que La Liga debería inculcar al resto ahora que anda tan preocupada por los aficionados y sus derechos. En los modestos es más fácil. Lo sé. Pero otros que compiten en Europa son ejemplos. El Villarreal funciona como un reloj en la relación plantilla-prensa. Y el Sevilla hasta hace cenas de confraternización cuando viaja en Champions. Pero los males son mayoría y van en aumento, y en ellos la culpa y la solución se reparte entre todos. En España, queridos periodistas, nada funcionará en esta profesión mientras haya omertá, no se denuncie, se sonría al que reconoce ser un ‘cabroncete’ con los medios, se acuda a ruedas de prensa de un presidente a través de una pantalla de plasma y se dé cobertura a mil actos publicitarios sin rédito con tal de coger dos declaraciones de una estrella que se niega a conceder una entrevista y que sólo responde preguntas pactadas. En España, queridos lectores, escucharán o leerán a Benítez donde le diga el presidente. Escucharán o leerán a Simeone antes en Argentina que aquí. Y escucharán o leerán a Luis Enrique únicamente en ruedas de prensa o en entrevistas pagadas como las que daba Guardiola con el Banco Sabadell. Y en España, queridos entrenadores, -y sobre todo querido Luis Enrique, que ha sido el último en señalar a la prensa-, entiendan que para intentar ganar un partido y no recibir críticas, siempre será más fácil bajar del avión a Mathieu que prohibir a los periodistas que se suban en él.


6 Comentarios

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Relañito

Buenas,

está bien que llores, ya que te afecta...pero si yo fuese el Real Madrid, tampoco lo permitiría.

Agradéceselo a 'periodistas' como el director de este medio, por ejemplo.

Pagarán justos por pecadores como en todo.

Un saludo

10/07/2015 07:59:36 AM

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Esteban Extraño

"...la prensa fuera del avión del equipo es correcto, que la prensa no decida quién juega es correcto, que no ponga a vuestros niños queridos es correcto..."

Lo peor de todo es que en este país de tan bajo nivel cultural e intelectual, el pueblo llano prefiere creeros a vosotros en lugar de hacer el enorme esfuerzo de informarse, contrastar, razonar, y, por fin, pensar por sí mismos... pero eso aquí es utópico, es más fácil y rápido creerse lo que decís, junk food para todos! Y encima os apuntáis todos a la desfachatez de amenar con sacar trapos sucios porque no os dan más opción, al haber "bunquerizado" los equipos y no facilitaros vuestro trabajo...

Dónde han quedado vuestro código deontológico?, vuestra buena praxis profesional? adónde han ido a parar los trabajos de INVESTIGACIÓN?, contrastar las informaciones con varias fuentes? Objetividad? Por qué no nos hablas de la verdadera relación/animadversión del Grupo Prisa y el RMCF, y de su permanente campaña de descrédito por todos los flancos? Y qué hay de la relación del Grupo Prisa con el grupo International Media Group de Catar, y de los lavados de cara que ya ha hecho tu compañero Maroto de cara al mundial 2022? Y qué decir del descarado CORPORATIVISMO que os hace uniros en vuestras cruzadas?

De todo eso, mejor no hablar, verdad? Dónde va a parar, es mucho más interesante hablar de lo malos que son los clubes, y de qué pobrecitos somos los aficionados, que no podemos consumir vuestras siempre objetivas y nunca malintencionadas informaciones porque, ¡ay!, qué desgracia!, a vosotros los inocentes y esforzados y sacrificados periodistas os han echado del vestuario, del autobús, y del avión... QUÉ INJUSTICIA!

Qué va. Imposible. Vosotros no tenéis dignidad, al fin y al cabo la dignidad no está bien vista en la sociedad hoy en día, es mejor aumentar los lectores, los escuchantes y los clicks. Qué vergüenza, madre mía, qué triste, qué desolador y qué rematadamente mal lo estáis haciendo. Pero mientras dure, a vivir de la sopa boba, por supuesto.

Y para acabar, por favor, no insultes nuestra inteligencia al hablar de omertá, porque querido Alfredo, omertá, omertá, más bien la vuestra, que por ejemplo (sí, ya lo se, ahora por si no lo tenías claro ya no te queda ninguna duda de que soy un jihadista mourinhista, soy el demonio que se llevará vuestras hijas y arrasará vuestras tierras) sí habláis durante meses y meses de una desafortunada (sólo en el tiempo) fiesta de cumpleaños y tapáis otra de la que tenéis información de primerísima mano, tú ya me entiendes...

Gracias por permitirme desahogarme, en el caso de que no lo censures, hablará muy bien de ti; y gracias de nuevo por si lo censuras, corroborarás mi sospecha que no tenéis solución. De que no TENEMOS solución, asumo.

10/07/2015 09:53:39 AM

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depueblo

.....tenéis lo que OS merecéis..... lo que habéis sembrado durante años.

Ya no engañais a nadie.

Dejad de lloriquear o de abrazar farolas y poneros a trabajar de una vez en serio. Vosotros mismos.....

10/07/2015 01:04:59 PM

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Pablo

Suscribo lo que ha escrito Esteban punto por punto. Me parece lógica la reacción de muchos equipos cuando la prensa que los rodea, o la mayor parte porque habrá excepciones, lo que ha hecho ha sido olvidarse de informar y querer tener poder en el club o recibir privilegios. Ante esas actitudes lo lógico es que los clubes se defiendan y esta es la única manera que tienen de hacerlo. Tal vez deberías enseñarle el artículo al director de este periódico, porque es el primero que incumple el código deontológico de la profesión, y lo hace con las intenciones que todos sabemos porque las disimula muy mal.

10/07/2015 01:22:23 PM

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DREES - FAN

Esteban: no te ha faltado ni sobrado una palabra o punto. Chapeau a ese análisis.

10/08/2015 01:20:35 AM

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Juan

Creo que el periodismo se lo merece. Si no renunciaste al periódico después del invento de Relaño llamado "Villarato" o el juego de la Ouija de Roncero, es que poca ética tienen y poco se merecen.

10/08/2015 08:29:48 AM