Play(football)boy
«The major civilizing force in the world is not religion, it is sex»
Hugh Hefner
(El final de la temporada nos ha traído un disgusto adicional a nuestro peregrinar anual por el desierto de la offseason. El blog illegal return de Jordi Piqué, y el podcast Touchdown or Nothing han decidido bajar el telón, aunque todos esperamos que sea de forma temporal. Raúl C. Cancio estuvo publicando en IR sus extraordinarios artículos de historia de la NFL durante los meses en que en este blog nos tomamos un respiro. Ahora queremos recuperar esos artículos para que no se pierdan en ese “olvido de Internet” que tan de moda se ha puesto últimamente. Además de éste, hay otros dos (uno dedicado a los uniformes, y otro al draft y las universidades) que publicaremos durante las próximas semanas… sin descartar las nuevas joyas que espero que Raúl nos siga regalando durante mucho tiempo para disfrute de todos los aficionados).
El verdadero encanto de estos reportajes, al margen de los nombres incluidos, eran las fotografías que ilustraban la predicción, formando habitualmente las unidades ofensivas y defensivas por separado, auténticos tesoros gráficos donde descubrir a barbilampiños niños que pronto se convirtieron en estrellas del emparrillado. En 1987, tras el fallecimiento de Mount, Gary Cole, nada menos que editor gráfico de Playboy, asumió la redacción del artículo que sigue hasta hoy mismo, aunque con algunas peculiaridades, como veremos más adelante.
Walk on faith ha sido el éxito más rotundo del que fuera tackle de los Bengals durante cuatro años, Mike Reid, quien tras abandonar el turf se labró una contundente carrera musical en el country. En 1969, Anson Mount creyó en su potencial como defensa y acertó. Para terminar con los hermanamientos entre el mundo del espectáculo y el football, en la edición de 1968 aparece desafiante un joven Troyano con un futuro absolutamente inmejorable. Hoy, el que fuese Walter Camp Award, Heisman Trophy, Pro Bowler, MVP, Hall of Famer y unos de los tres más grandes corredores de la historia e inolvidable agente Nordberg de Agárralo como puedas, cumple condena en el Lovelock Correctional Center de Nevada. Ya saben a quien me refiero.
Lo maravilloso de estos artículos es que permitían pasar de la visión de una esbelta y turgente joven al pasmo de encontrase con máquinas trituradoras como Dick Butus (1963), Joe Green (1968), Randy “The Manster” White (1974), Keith Van Horne y Mike Singlatery (1980), Bruce Smith y Ray Childress (1984), Cornelius Bennett (1985), Derrick Thomas (1988), Ray Lewis (1995) o Alan Faneca (1997).
En materia de mock drafts ya se sabe que aventurarse con un quarterback no es lo mismo que predecir quien va a ser un formidable safety. Las dificultades para apreciar a esas edades cualidades defensivas es mucho más complicado que anticipar la calidad de gente como Bob Griese (1966), John Elway (1981), Dan Marino (1982), Vinnie Testaverde (1986), Troy Aikman (1988), Drew Brees (1999), Michael Vick (2000) o Sam Bradford (2009). Por eso mismo, apostar por piedras aun sin pulir como Troy Polamalu (2002), Ed Reed (2001) o Ronnie Lott (1980) como safeties; confiar en Deion sanders (1987) y Rod Woodson (1985) como corners o aventurar que serian ends superlativos gente como Bruce Smith (1984) o Julius Peppers (2001), es sencillamente extraordinario, no en vano puede decirse que cada uno de ellos son uno de los dos mejores jugadores que ha habido en la historia de esa demarcación. Ahora bien, el Pigskin también erró, como no podía ser de otra manera y como erraron también las franquicias cuando tuvieron ocasión de elegir a los prospectos en los drafts o los jurados de los premios más prestigiosos y después, en el plano profesional, las expectativas no se cumplieron. Herschel Walter (1981), Doug Flutie (1984), Tony Mandarich (1988), Dante Culpepper (1998), Matt Leinart y Cedric Benson (2004) o Ray Rice (2007), por unos motivos u otros, no confirmaron las condiciones tanto profesionales como personales que se les suponía durante su etapa universitaria.
Donde Playboy acertó casi de manera intachable fue en el capítulo de los corredores y receptores: Larry Csonka (1967), Barry Sanders (1988), Emmit Smith (1989) o Marshall Faulk (1992) de una parte y Lynn Swan (1973), Cris Carter (1986), Randy Moss o Hines Ward (1997), de otra, son nombres, sencillamente inapelables. No obstante, las predicciones no solo erraron por acción, sino también por omisión.
La ausencia en aquellas previsiones de nombres como Jack Lambert, Jack Ham, Joe Namath, Terry Bradshaw, Joe Montana, Mel Blount, Jonathan Ogden, Jerry Rice, Mike Dikta, Warren Sapp o Marcus Allen, es simplemente equiparable a que no tengan en su casa una estatuilla Stanley Kubrick, Alfred Hichcock, Orson Welles, Charles Chaplin, Groucho Marx, Kirk Douglas, Gena Rowlands o Debra Winger.
Por lo que respecta a la presencia de entrenadores, destacar, sobre todos, la justificada designación del mítico Bear Bryant en 1966, así como del gran Jimmy Johnson en 1986, antes de recalar en Dallas y, como no, del ultimo HC ganador del anillo, el troyano ya canoso en 2005 Pete Carroll. Entre los prospectos que luego triunfaron en la banda, llama la atención la presencia en 1983 de otro alumno de la USC, el jovencísimo Jack del Río cuando era linebacker en el campus angelino.
En cualquier caso, nos estamos desviando del tema. Claudia Jennings, Stacy Sanches, Victoria Silvstedt, Dalene Kurtis y Christina Santiago fueron las Playmates de los años 1970,1996,1997 ,2002 y 2003, respectivamente…los años en que los miembros de la familia Manning compartieron espacio en Playboy con las referidas beldades. Así, al patriarca Archie le sucedió su hijo Payton dos años seguidos y después, su hermano Eli otras dos temporadas de manera consecutiva. Menos mal que doña Olivia Manning, la mamá y esposa de los quarterbacks únicamente fue Homecoming Queen en Ole Miss… su presencia también en el Playboy hubiera sido excesiva.
Entre los años 1957 y 2008, en las imágenes que ilustraban los reportajes, los jugadores vestían las camisetas de sus respectivas universidades, salvo el año 1996, que posaron como pioneros del football; en 1999, en el que, conservando los cascos de sus programas universitarios, portaban unas vistosas camisetas de Playboy, y dos años después, en 2001, en el que la presencia entre los prospectos de Ed Reed o Julius Peppers, debió persuadir a Gary Cole que lo mejor sería vestirlos con estética de Mad Max.
Habrán advertido que antes he hablado de 2008…¿pero no quedamos que el Playboy Pigskin Preview continúa hasta hoy? En efecto, pero desde 2009, sin fotografías. Resulta extraordinariamente paradójico advertir como esta tradición fotográfica de más de cuarenta años se quebró por motivos antagónicos. Fíjense. De un lado, la evolución en la representación e intermediación de deportistas profesionales ha convertido en verdaderas máquinas de hacer dinero a cada vez más jóvenes talentos. En consecuencia, una sesión fotográfica para una publicación con una tirada mensual de más de un millón y medio de ejemplares, no puede ser gratis et amore. Las pretensiones de muchos de estos jóvenes –o de sus entornos - hicieron que presupuestariamente la dirección de Playboy considerara inviable el posado. Pero no fue ni cualitativa ni cuantitativamente la cuestión económica la causa fundamental de suspender la fotografía grupal. Las presiones ejercidas por los directivos de la Universidad de Oklahoma sobre el Heisman Trophy de 2008, Sam Bradford, elegido también por la revista para el reportaje anual, para que no participara en la sesión fotográfica, alegando cuestiones morales, así como la negativa, también por motivos religiosos, de jugadores como Tommie Harris, Rocky Calmus o el tan piadoso como pésimo quarterback Tim Tebow de aparecer en el Playboy, terminaron por frustrar una fotografía que había logrado superar el postmacartysmo, la guerra fría, a Tricky Nixon, el reaganismo más lacerante pero no la intransigencia dogmática del nuevo meapilismo.
En fin, las predicciones seguirán publicándose, y aunque este año no tenemos foto de familia con Nick Saban, Marcus Mariota, Ameer Abdullah, Nelson Agholor, Nick O’Leary y el resto de futuras estrellas, siempre nos quedarán las imágenes de Kennedy Summers, la Playmate de 2014. Así que venga, a comprar el Playboy.