Vilas: 40 años no es nada
La letra original del tango "Volver" de Carlos Gardel habla de que 20 años no es nada, pero en este caso, a Guillermo Vilas bien le viene multiplicarlo por dos.
La ATP reconoció que existe la posibilidad de que hubiesen errado los cálculos y que el Zurdo de las Pampas, según los números el mejor jugador sobre tierra batida de todos los tiempos hasta la aparición de Rafael Nadal, haya sido número uno del mundo. La rectificación vendría a producirse... 40 años después.
Como dicen que Dios es un guionista, Marcelo Ríos se convirtió el primer latinoamericano en llegar al número uno del mundo, el 27 de marzo de 1998, justo una semana antes del duelo de Copa Davis entre Argentina y Chile. Y al llegar a Buenos Aires, lo primero que le preguntaron al Chino fue: "¿Marcelo, sos número uno del mundo, pero aún te falta mucho para equiparar a Guillermo Vilas?".
El santiaguino respiró hondo y les respondió: "¿Vilas? Estuve revisando la lista de los número uno del mundo y ese nombre no aparece". Durante mucho tiempo, Ríos fue el tipo que los argentinos más odiaron.
Cuesta entender cómo un tipo que ganó 929 partidos en su carrera y 62 títulos, 47 de ellos en polvo de ladrillo, y que en la temporada 1977 obtuvo 16 trofeos, incluídos Roland Garros y el US Open, no haya sido número uno del mundo. Es sencillamente imposible.
Si la WTA fue capaz de corregir un error con 31 años de retraso con la australiana Evonne Goolagong, bueno sería que la ATP hiciese lo mismo con el Gran Willy. Aunque sean 40 años después.