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Imágenes y frases de la ronda divisional

Mariano Tovar

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Supongo que esta semana nadie estará decepcionado por el espectáculo vivido en los cuatro partidos. El fin de semana divisional nos ha dejado muchos momentos para el recuerdo, y alguna polémica que nos perseguirá durante mucho tiempo, pero, sobre todo, dos finales de conferencia que también prometen ser más que emocionantes.

Patriots 35 – Ravens 31

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La gran polémica del partido surgió curiosamente tras el final, cuando Harbaugh se quejó de que los Patriots habían sacado en no huddle formaciones con solo cuatro jugadores en la línea, y declarando inelegible a un receptor abierto, sin dar tiempo a la defensa a reajustarse. Los locales lo hicieron en tres jugadas seguidas, justo después de que los Ravens fueran penalizados por defender con 12 hombres en el campo. El entrenador vino a decir que eso era trampa. Es la primera vez que veo a John tener reacciones viscerales como las de su hermano Jim, y también creo que no tiene razón. Lo lógico es que hubiera usado su segundo tiempo muerto, que para eso están, y no que saliera al campo desbocado para ganarse una penalización. Pero la jugada demuestra que a esas alturas la defensa de los Ravens estaba casi desarbolada… y eso que todavía ganaban 14-28.

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Ver Tom Brady en no huddle (ataque sin reunión previa antes de cada jugada) es uno de los mayores espectáculos que existen en la NFL. Muy pocos jugadores tienen el talento necesario para conducir un ataque así con eficacia durante uno o dos drives, y creo que se cuentan con los dedos de una mano los quarterbacks de toda la historia que podrían hacerlo prácticamente durante todo el partido, como él hace. No es un no huddle precipitado, que busque abrumar a la defensa sin dejarle tiempo a reaccionar. Él conduce más deprisa o más despacio según le conviene, y termina dejando a las defensas a su merced. Por eso es tan importante meterle presión en el pocket, para impedirle realizar ese juego.

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No creo que Belichick tuviera previsto desde el inicio que su ataque fuera exclusivamente aéreo, aunque sí pensara cargar el peso en esa faceta por las debilidades del rival. Creo que las circunstancias le obligaron por ir siempre a remolque, y durante mucho tiempo dos anotaciones por debajo, y luego siguieron hasta el final con el plan porque estaba funcionando. De todas formas, la secundaria de los Ravens volvió a demostrar que es demasiado débil para un equipo con aspiraciones. Además, creo que Harbaugh se equivocó cuando dejó de meter presión a Brady para acumular jugadores en secundaria. El problema de los Ravens con el juego aéreo no es por falta de jugadores, sino de talento y sistema. Acumulando personal no se arregla. Y además, esa decisión devolvió la tranquilidad a un Brady que en toda la segunda mitad solo se sintió presionado en el drive posterior a la primera intercepción de Flacco después del empate a 28. Ese drive murió tras un tres y fuera. Los Ravens nunca debieron de dejar de buscar el blitz, y creo que esa fue la auténtica clave que les costó el partido.

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El plan de juego inicial de Kubiack, y la perfecta ejecución de Flacco, destrozaron a la defensa de los Patriots. Siempre buscaban pases sencillos a receptores en cobertura simple y con el campo lo más aclarado posible. La ejecución del play action estaba siendo impresionante y la línea arrastraba con sus movimientos a toda la defensa. Flacco completó sus ocho primeros pases para 100 yardas y un touchdown. El plan funcionó durante todo el partido, pero la defensa local se fue ajustando poco a poco. La sensación final puede ser que la defensa de New England tuvo una mala actuación, pero la realidad es que fue de menos a más y en los últimos drives de los Ravens terminó llevando la iniciativa. Pese a todo, hubo más placajes fallados de lo habitual en los Patriots, y contra Forsett casi nunca tuvieron respuesta.

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Sinceramente, creo que la línea ofensiva de los Patriots jugó un partidazo, independientemente de que Brady intentara facilitarle el trabajo. Y más después de que Bryan Stork, el center, tuviera que abandonar el partido lesionado. Es verdad que los hubo un momento que Ravens dejaron de agobiar, pero una de las razones fue la falta de éxito ante el muro que tenían delante. Solo dos sack suenan a muy poca cosa para la tormenta que todos esperábamos que cayera sobre Brady.

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Seahawks 31 – Panthers 17

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Uno de los puntos fuertes de los Seahawks es su capacidad para no cometer errores y sacar ventaja de cada circunstancia del partido, pero creo que el sábado no estuvieron tan aplicados en esa faceta. Quizá lo más llamativo sea que Gano pudiera repetir el field goal que cerró la primera mitad hasta tres veces, para terminar metiéndolo gracias a las penalizaciones, pero también estuvieron poco listos a la hora de recuperar los dos fumbles tempranos de los Panthers, y dejaron caer dos lanzamientos de Newton relativamente sencillos de interceptar. De haber tenido éxito en esas jugadas, como casi siempre, el partido habría quedado resuelto antes del descanso.

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Una de las claves que dio vida al ataque de los Panthers, fue la lesión de Byron Maxwell. Convaleciente de una pequeña neumonía, “se quedó sin aliento” según informó el club y tuvo que salir del partido. Cam Newton se dio cuenta rápidamente de la circunstancia y cargó el juego de pase sobre Tharold Simon, que fue quemado casi siempre.

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Me sorprenden las críticas sobre el partido de Newton. Es verdad que sus cuatro primeros drives fueron inconsistentes, e incluso rifó un par de intercepciones, que por suerte para él terminaron en el suelo. Pero poco a poco se asentó, estuvo muy listo explotando la ausencia de Maxwell, y a partir del segundo cuarto condujo con bastante más eficacia de la esperada el ataque de Carolina. Incluso consiguió correr con malicia en un par de ocasiones, ante la infranqueable defensa de los Seahawks para los quarterbacks móviles. No digo que hiciera un partido para enmarcar, pero sí que fue muy meritorio pese a su intercepción al final. Cam Newton tiene talento, condiciones físicas y ganas de aprender. Este año ha sido malo para él por culpa de las lesiones, pero creo que es pronto para enterrarlo. Y sabéis que nunca me ha importado dar por amortizado un quarterback.

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Wilson completó 15 de 22 lanzamientos, un porcentaje bastante alto, para 268 yardas y tres touchdowns. ¡Más de 17 yardas de media por pase! Definitivamente, es el quarterback que consigue sacar más rendimiento a cada pase completo. A falta de ataque terrestre, se cargó el equipo a las espaldas como nunca habíamos visto.

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Los Seahawks estaban encantados por recuperar al center Max Unger después de haberse perdido los seis últimos partidos de la temporada regular. Pensaban que con él en el campo el juego de carrera iba a ser aún mejor. Pero la realidad es que, con él, Lynch tuvo uno de los peores partidos de la temporada. Y encima Unger terminó lesionado, aunque parece que su presencia contra los Packers no corre peligro. Eso sí, Wilson tuvo casi siempre todo el tiempo que necesitó para lanzar a gusto.

Packers 26 – Cowboys 21


Olvidad la decisión de Steratore. Es correcta porque así lo decidió el mismo Steratore en septiembre de 2010 y la NFL entonces refrendó la teoría. A estas alturas no vamos a descubrir a un árbitro que, curiosamente, la NFL lleva tiempo considerando el paradigma de cebra perfecto, como Goodell ha dicho públicamente en alguna ocasión. Él encarna el perfil que siempre buscan. El auténtico culpable es un Dez Bryant que, después de hacer una de las recepciones del año, priorizó conseguir un touchdown que le habría encumbrado a él, en vez de asegurar la posesión para encumbrar a todo su equipo y darle una última oportunidad. La regla Steratore fue inventada por un vanidoso para castigar los actos de vanidad de los receptores. La suma de egos terminó con los Cowboys de Jerry Jones. Qué ironía.


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También me gustaría que Steratore explicara por qué dio como completa la recepción de Cobb después de revisarla. Seguro que nos da una nueva lección de jurisprudencia y reinventa los criterios de recepción desde el suelo. Eso sí, los Cowboys no pueden tener menos malicia, que a nadie se le ocurre pedir tiempo muerto después de la recepción de Witten, para facilitar una revisión oficial que confirmó que el tight end no había llegado al primer down. Dicho todo lo anterior, no hubo manos negras ni conspiraciones arbitrales. Si a Steratore le dejaran, saldría a arbitrar vestido de corista. A partir de ahí lo que pueda suceder no debe sorprender a nadie. Y no paró de cometer errores en ambas direcciones.


Rodgers solo completó 9 de sus primeros 17 pases para 90 yardas. A esas alturas parecía que no sería capaz de acabar el partido y tendría que ser sustituido. A partir de entonces, completó 24 de 35 para 316 y tres touchdowns. Y eso que Nelson estuvo desaparecido. El seguro MVP de la temporada protagonizó una de las actuaciones con más épica que se recuerdan. Es como el chiste de la araña. Casi dan ganas de que se lesione también la otra pierna para ver si así es capaz de llegar a la Super Bowl. Yo creo que éste tipo puede disputar un anillo hasta sentado en una silla de ruedas.


Por segundo partido consecutivo, Rolando McClain se perdió casi todo el partido y la defensa de los Cowboys le echó mucho de menos. Pero quizá la lesión más decisiva fue la de Romo, que primero recibió un golpe en una rodilla y más tarde se dañó el dedo anular de la mano izquierda. En las redes sociales se están haciendo muchas bromas sobre esas lesiones, considerándolas fingidas, o al menos exageradas. No sé si es verdad o mentira, lo único seguro es que en los últimos drives del partido, el quarterback parecía afectado a su movilidad y bastante descentrado. La defensa aprovechó para cazarle una y otra vez. Por eso sorprende tanto que en los minutos decisivos DeMarco Murray fuera tan infrautilizado.


Eddie Lacy sufrió un ataque de asma después de un primer drive espectacular en que destrozó a los Cowboys con 45 yardas en siete carreras. El corredor no regresó hasta la segunda parte después de ser medicado y recuperarse. Ya nunca fue un factor tan desequilibrante pese a terminar el partido con 101 yardas, pero ese primer drive fue tan decisivo como el fumble de Murray en el primero de los Cowboys en la segunda parte.

Broncos 13 – Colts 24


Peyton Manning lleva un mes jugando con un desgarro muscular en la pierna derecha. Para muchos esa lesión explica y justifica sus últimos partidos. A mí no me convence. Su problema no es del último mes. Lleva toda la temporada rindiendo muy por debajo de su nivel habitual. Su lentitud a la hora de armar el brazo, su falta de fuerza al lanzar y sus titubeos a la hora de tomar decisiones no se originan con un desagarro en la pierna como antes demostró Rodgers. Soy el primero al que le gustaría ver a Peyton en 2015 jugando al ciento por ciento, pero su decadencia no es consecuencia de una lesión concreta. Hace tres años pensé que nunca volvería y me equivoqué. Ahora pienso que su regreso en 2015 simplemente no tiene ningún sentido. Y menos tras el ¿despido? ¿renuncia? de Fox como entenador 24 horas después de la derrota. Esta etapa de los Broncos está finiquitada.


Peyton fue abucheado durante todo el último cuarto. No creo que el jugador hubiera sido abroncado por los aficionados de su equipo jamás en su carrera. Y también creo que esos abucheos pueden ser los que le decidan a tomar una decisión que parece inevitable. Eso sí, también creo que si hubiera jugado ese partido como quarterback de los Colts, nadie se habría planteado protestar por su actuación.


Una cosa es que Manning se hinchara a lanzar pases largos inalcanzables, que no iban a ninguna parte, y otra muy distinta que presenciáramos un festival de drops, mientras los receptores dejaban caer casi todo lo que les llegaba. De todas formas, siempre he pensado que los drops no solo se producen en el punto de destino del balón, sino que tienen su origen en el punto de salida. Si el balón no llega bien lanzado, es más difícil de atrapar.


Independientemente de Peyton, todo el equipo de los Broncos estuvo desconocido. Tal vez contagiado por la actitud errática de su líder. La defensa nunca tuvo respuesta contra Luck cuando el quarterback estuvo metido en el partido. Los Colts se hincharon a conseguir terceros downs en los momentos decisivos y Herron tuvo bastante éxito por tierra. De hecho, creo que los Colts se dejaron llevar durante gran parte de la segunda mitad y que el resultado pudo ser mucho más abultado si no se hubieran centrado más en dejar correr el reloj que en seguir anotando.


Me encantó el partido de Herron. Si miramos las estadísticas parece que solo consiguió 2,7 yardas por carrera, pero si descontamos los últimos minutos, con los Colts corriendo para consumir tiempo, Herron sí que hizo daño por tierra y, sobre todo, se convirtió en el objetivo favorito de Luck. Parece que el quarterback ha encontrado un nuevo Bradshaw que amplíe el abanico de posibilidades ofensivas en su intento de asaltar el Lombardi. De entrada, a Richardson ni siquiera le activaron para el partido. Tela.

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl