ANÁLISIS TÁCTICO: Packers-Cowboys, dos ataques casi imparables
Hasta allí, viajan los Dallas Cowboys, equipo que ha roto cualquier predicción en pretemporada, ya que nadie contaba con ellos para este mes de enero (incluso se hablaba de un año que acabaría con una ronda muy alta en el próximo draft).
Los Cowboys han practicado un football muy espectacular en ataque, muy sólido en defensa, y eso se ha visto recompensado con el título de la NFC East, y con su participación en esta ronda divisional.
Por su parte, los de Green Bay, después de un titubeante inicio de año, han conseguido mejorar mucho sus prestaciones en defensa, y el ataque, comandado por un Aaron Rodgers estratosférico, ha sido devastador para casi cualquier defensa.
Nos espera un duelo emocionante, y desde aquí, intentaré dar las posibles claves que pueden decantar la balanza. Una balanza que puede caer de cualquier lado, aunque jugándose donde se juega, quizás esté inclinada un poco más hacia el lado local. Vamos con las cinco claves.
Lo más lógico, y después de ver el año que se ha marcado la OL de Dallas, sería nombrarles a ellos como clave absoluta de este partido. Es evidente (y los que me siguen en redes sociales lo saben), que soy un admirador de esa línea, y que tiene a uno de mis jugadores favoritos en este año: Zach Martin. El trabajo de esta parte del equipo, ha sido vital para los éxitos cosechados en la actual temporada, y no creo que su rendimiento vaya a bajar en este partido. Así que, en vez de deshacerme en elogios (una vez más) con esta OL, lo que haré será hablar de otras cosas que ofrece la ofensiva de Cowboys, y que mejor que empezar con el juego terrestre.
Murray ha conseguido unos números fantásticos esta temporada, pero más allá de eso, lo que ha conseguido es establecer el juego de carrera en un equipo donde era fundamental que esto ocurriese. Esto le ha permitido a Romo desplegar ese talento que siempre ha tenido, y olvidar el chiste fácil cada vez que cometía un error. Pero no me quiero adelantar.
Como decía, los Cowboys han implantado muchas maneras de jugar por tierra. Desde carreras zonales hasta power run, donde Murray ha conseguido sacar provecho de cualquier situación. Sus fundamentos, buenas lecturas y potencia, han hecho olvidar esos problemas que aún tiene cuando lleva el balón en sus manos.
De todas las maneras que tiene el equipo de correr, la que más me gusta es la de las “carreras de poder”. Es en este estilo, cuando la OL y el propio Murray, más destacan. Ver a esos guards salir de la línea para bloquear en el segundo nivel, a su FB (Tyler Clutts) bloqueando a LBs e incluso a DEs, o al gran Jason Witten cerrando el edge frente a poderosos DLs, es un auténtico espectáculo.
Si el equipo local no quiere que se le complique el partido, debe ser capaz de minimizar daños cuando los visitantes jueguen por tierra…y eso es algo muy complicado. Green Bay ha mejorado mucho su defensa contra la carrera, y lo ha hecho desde que su coordinador defensivo ha cambiado su tradicional defensa base 3-4, por una 4-3 con Clay Matthews jugando como ILB. Si en tu engranaje, tienes piezas de 4-3, no puedes jugar algo que no sea eso, y por suerte para el equipo de Wisconsin, Dom Capers se dio cuenta a tiempo.
La llegada en el draft de Clinton-Dix, también le ha venido de maravilla al equipo. Este safety, es capaz de jugar profundo, y de bajar a la caja (rapidísimo) para ayudar contra la carrera. Clay es un jugador que lee muy bien las situaciones que se le presentan, así que su alineación en el medio, provoca un mayor rendimiento en esa zona del campo que era débil en esta defensa.
Si Green Bay consigue frenar el juego de carrera de Cowboys, podrá subir la presión sobre Romo, y esto es algo en lo que, el bueno de Tony, ha demostrado alguna carencia. Lo vemos en la siguiente clave.
Una vez que Dallas establece el juego de carrera, Romo comienza a sacar el brazo a pasear. Y eso es peligroso. Tanto Dez Bryant, como Jason Witten, son jugadores de un nivel altísimo, siendo de los mejores en su posición. A ellos, les podemos unir a un Terrance Williams y a un Cole Beasley, que se han adaptado perfectamente al rol que tienen dentro del ataque.
Primero voy a hablar de su WR estrella: Dez Bryant. Hace unos días, comentaba con Mariano, lo que puede llegar a ser este receptor. Su cabeza no le permite ser el mejor WR de la liga, pero las demás condiciones, las tiene todas. Es muy rápido, tiene unas manos fabulosas, y juega las rutas de una manera excepcional. Su problema es que no puede/sabe/quiere mantenerse tranquilo y centrado en lo que tiene que hacer.
Pero si hay alguien que me gusta en este cuerpo de receptores, es su TE titular. Jason Witten es una debilidad personal, y salvo por Gronkowski, no veo a un TE más completo que él. Aporta mucho al juego de carrera con sus bloqueos, y además, mantiene una excelente conexión con Romo cuando sale en ruta. Es el maestro de la option route, y le saca gran beneficio a esta ruta.
Matthews, Hyde, Hayward, Barrington o Hawk, serán los encargados de defender ahí, y deben de tener muchísimo cuidado con los Hi-Lo que puede jugar Witten con Bryant, o con Beasley. Romo es capaz de leer muy bien ese tipo de situaciones buscando los dos niveles en zona media.
Porque Romo, puede leer muy bien acciones después del snap, pero es antes, cuando tiene problemas.
Cuando he enunciado la clave como “La presión sobre Romo”, me refería a algo en lo que ha demostrado carencias. Su OL es maravillosa, pero es en las lecturas presnap, y los ajustes de dichas lecturas, cuando comete errores que lo dejan a merced del blitz.
Tanto en la derrota en casa con Washington, como el otro día en la ronda de wildcard, Romo no ajustó bien a su línea, y la presión que mandaron estos equipos hacia él, le llevó a tomar decisiones contraproducentes para su equipo, y para él mismo.
Esto, con diferentes paquetes de blitzes, se lo he visto sufrir en distintos partidos. Green Bay es uno de los equipos que más blitzes ha mandado este año, y a buen seguro que hacerle dudar a Romo en lecturas presnap, será una de las cartas de Capers para poder evitar esos bloqueos que la OL de Cowboys tan bien ejecuta.
Si Romo tiene un pocket limpio, lo va a aprovechar. Y eso es algo que sucede en ambos lados, es decir, si Rodgers puede pensar, Dallas tendrá un gran problema.
Ya lo sé, JJ Watt ha hecho un año extraordinario. Es una máquina de producir en defensa, e incluso este año ha producido en ataque, pero todos querríamos tener a Rodgers en nuestro equipo…todos.
La importancia y el valor de este jugador, se pudo comprobar en el partido decisivo que les enfrentó a los Lions. Se fue al vestuario lesionado, y el tiempo que estuvo allí, el equipo pasó de ser un contender a la Superbowl, a ser un equipo que tendría una de las rondas más altas en el siguiente draft. Eso es así. Es un espectáculo verle leer defensas, como se mueve en el pocket, como precisa sus lanzamientos, y como ejerce de líder dentro del campo. Esa sonrisa cuando le golpean, y se levanta, es temible.
Su conexión con Nelson es abrumadora. Siempre conecta con él en los momentos más delicados. Nelson se ha destapado este año como uno de los mejores WRs de la liga. Juega profundo perfectamente (domina muy bien los double move), pero su ruta por excelencia es la slant, donde es capaz de generar muchas más yardas después de atrapar el balón.
Si hay algo que me gustaría destacar de Rodgers, es su capacidad de jugar las packaged plays. Este estilo de jugada, ya la expliqué el año pasado en Zona Roja, pero os dejaré otra muestra para que, cuando la volváis a ver este domingo (porque la van a jugar, seguro), os acordéis del que os está escribiendo esto.
En esta situación, es Nelson quien lo juega, pero también es factible ver al TE rookie, Richard Rodgers, o a Randall Cobb, en este tipo de acciones. Aunque con Cobb, tengo algo más que contaros, y que me lleva a la siguiente clave.
Desde el partido frente a los Patriots (aunque lo habíamos visto en años anteriores), McCarthy ha venido usando al pequeño WR saliendo desde el backfield. Es una gran arma contra las defensas individuales, ya que lo alineas frente a un LB, alguien mucho más lento que él, y donde puedes sacar un gran provecho dada su explosividad en cambios de ritmo y de dirección.
Los LBs de Cowboys son mucho mejores contra la carrera que contra el pase (Carter si puede ayudar más ahí), y a buen seguro que McCarthy buscará a los receptores “queseros” en tráfico por zonas underneath.
Pero no es la única manera en la que Cobb puede sumar desde el backfield. Dándole el balón en los hand-off, también puede ganar yardas.
Esta variante ofensiva, le da aún más posibilidades al juego de carrera de los Packers, el cual, ya es potente gracias al hombre del que voy a hablar en la quinta y última clave.
Soy un admirador del juego terrestre, y soy muy insistente cuando hablo de balancear un ataque. Sigo pensando que se necesita correr para poder tener un ataque como el que tienen los “queseros”. Aaron Rodgers es extraordinario, pero necesita que sus RBs entren en juego en los partidos. Él lo sabe, y con Eddie Lacy al lado, ese poderío terrestre, existe.
Lacy fue la sensación de este equipo la temporada anterior. La franquicia necesitaba de un corredor así, y la segunda ronda del draft del año pasado, fue el momento que eligieron para conseguirlo. Este curso empezó peor (como el resto del equipo), pero poco a poco ha ido recuperando la forma, y lleva un mes jugando a un gran nivel.
Para martillear a la defensa de los Cowboys, los locales jugarán lo que mejor se le da a Lacy: el power run. Debido al excelente juego aéreo de los Packers, y al uso de varios hombres abiertos para recibir, los equipos rivales sitúan solo a 6-7 hombres en la caja. Esto es aprovechado, por el ataque “quesero”, para jugar versiones de power run frente a defensas nickel, como puede ser la lead draw.
Porque “yardas de más”, es la especialidad de este jugador. Es un autentico tanque en carrera, y es capaz de seguir avanzando aunque tenga a jugadores intentando derribarle.
Como muestra, os dejo una de las acciones más espectaculares del joven RB, en el último enfrentamiento contra los Lions.
Tengo claro que, este duelo, se lo llevará quien consiga minimizar los daños de los ataques contrarios. Son dos defensas que sin ser malas, no son todo lo buenas que deberían ser, y la que consiga frenar (un poco) el vendaval ofensivo que se les viene encima, será la que marque el destino final del encuentro.
El premio, para ambos, será la final de la NFC, y (probablemente) visitar un Century Link Field, que, actualmente, da miedo. Sin embargo, son dos equipos que tienen armas suficientes como para asaltar el estadio de los actuales campeones, así que prepárense, que nos vienen dos semanas de auténtico football en la Conferencia Nacional.
Suerte para los Dallas Cowboys, aunque, ¿a quién voy a engañar?, yo quiero que ganen mis Green Bay Packers.