Previa rápida del Seahawks-Panthers

En principio, en Seattle se jugará el ‘no partido’ del fin de semana. El impostor de este año no se ha clasificado después de un duelo épico contra un gallito, sino tras un triste encuentro contra un equipo derruido por las lesiones. Y aun así, los Panthers tuvieron que sudar sangre hasta la segunda mitad. Parece muy complicado que logren ahora dar la sorpresa frente a los vigentes campeones.

PUNTO 1. Los Seahawks han ido toda la temporada de menos a más. Empezaron perdiendo tres de los primeros seis partidos y, lo que es peor, parecía que su proverbial defensa había pasado a la historia y que estaban saciados después de conquistar el Lombardi. Pero poco a poco fueron recuperando el nivel de hace doce meses y han irrumpido en postemporada por la puerta grande y con el mejor récord de la Nacional. Nueve victorias en los últimos diez partidos y casi siempre sin despeinarse. Pese a todo, creo que globalmente son un poquito peores que hace doce meses y que tienen un grave problema con el juego de pase.

PUNTO 2. También creo que los Panthers han crecido a lo largo de la temporada. Pero claro, venían de tan abajo con solo tres victorias en sus primeros doce partidos, que su récord perfecto en el mes de diciembre parece la repanocha. Aunque si miramos los rivales a los que se impusieron, tampoco es que sea para meter mucho miedo.

PUNTO 3. La temporada de Carolina ha estado marcada por las lesiones de Newton, que solo parece haber jugado al ciento por ciento durante el último mes, coincidiendo con el renacer del equipo. Por tanto, y viendo las pocas armas que parecen tener en ataque, la impresión es que deben encomendarse a Cam Newton, lanzarse a una batalla a muerte en las trincheras con Kuechly dispuesto a morir con tal de frenar a Lynch, y Stewart sumando más yardas de carrera que ‘Modo Bestia’. ¿Imposible? De eso nada, que este año eso ya ha sucedido.

PUNTO 4. Ambos equipos se enfrentaron en la semana 8 en Carolina. Los Seahawks se impusieron 9-13 casi in extremis con un pase de Wilson a Willson. Ambos conjuntos rondaron las 200 yardas de pase y las 120 de carrera. Una intercepción para cada equipo. Seis fumbles en total. Estoy seguro de que Ron Rivera firmaría ahora mismo con letras de sangre que el partido del sábado se parezca, aunque solo sea un poquito, al del 26 de octubre.

PUNTO 5. El problema es que, como he explicado en los primeros puntos, en los últimos dos meses los Seahawks han mejorado significativamente. Y además, está vez juegan como locales en el estadio más entregado a sus colores de toda la NFL. Han acabado la temporada como la mejor defensa, con una diferencia insultante de 33,8 yardas por partido menos que el siguiente en el ranking. Han sido los mejores defendiendo la carrera y los terceros contra el pase. Quizá no hayan logrado demasiados sacks, ni intercepciones, pero tienen todas las virtudes necesarias para destrozar a Carolina. Su front seven es rapidísimo no sólo defendiendo la carrera, sino en cobertura y, sobre todo, por sus movimientos laterales. Como ya han demostrado con Kaepernick, no dan un respiro a los quarterbacks móviles cuando intentar arrancar a correr. Newton lo tendrá muy difícil para ganar yardas por tierra si le cierran, como se espera, las líneas de pase. Parece sólo un partido mágico de Jonathan Stewart, y algún lanzamiento a vida o muerte a un Benjamín que deberá embadurnarse las manos de pegamento, pueden salvar a los Panthers.

PUNTO 6. Los Seahawks, pese a tenerlo todo de cara, no deberán despistarse. Su juego de carrera es demoledor con Lynch, escoltado por Turbin y Michael. Posiblemente el mejor de la NFL en esa faceta del juego. Pero el front seven de Carolina, sin ser el que sorprendió a toda la NFL en 2013, ha seguido siendo uno de los mejores de la liga, lo que tiene mucho mérito por la poca ayuda que ha recibido del ataque y la obligación de pasar demasiado tiempo en el campo. Así que no sería imposible que consiguiera minimizar daños por tierra. Además, el ataque aéreo de Seattle es lo peor del equipo, inferior al del año pasado, cuando se proclamaron campeones. Eso sí, si ayer os contaba que los Patriots posiblemente sean el equipo que mejor optimiza las yardas conseguidas, los de Seattle seguramente sean los que más partido le sacan a cada pase. Wilson no suele hacer muchos lanzamientos en cada encuentro, pero los que hace acostumbran a ser letales. Además, los Panthers no tienen tantas armas como sus rivales para frenar las posibles carreras del QB.

PUNTO 7. En el aspecto anímico, los Panthers necesitan mantenerse cerca en el marcador para no venirse abajo. Ya han demostrado en bastantes ocasiones que, si las cosas se complican, Ron Rivera se las ve y se las desea para conseguir que sus jugadores, sobre todo Newton, no se salgan del partido. Por el contrario, una de las mejores armas de Seattle es su fortaleza mental. Siempre luchan hasta el final y lo dan todo por muy cuesta arriba que se pongan las cosas. Si a eso le sumamos que su estadio es inexpugnable (aunque los Cowboys consiguieron ganarles, y bien, este año), parece muy complicado que el factor mental se incline del lado de Carolina.

MI PRONÓSTICO. Sinceramente, creo que los Panthers son unos impostores con todas las letras, que nunca debieron llegar a esta ronda, y que los Seahawks van a sacarles del campo a boinazos desde el minuto uno. Cualquier cosa que no fuera una victoria clara de los visitantes sería una monumental sorpresa en un choque durísimo pese a todo, en el que retumbarán los golpes de los cascos y saltarán chispas en las trincheras. SEAHAWKS +7.