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TRIBUNA LIBRE: Jim Harbaugh tiene alma de Black Hole

Por Martín H Becerra

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Soplan vientos de cambio en la Bay Area, se sabe de las rispideces que existen entre Jim Harbaugh y el GM Trent Baalke; esta temporada con registro en la perfecta mediocridad (7-7) y el boleto de Play Off fuera del alcance, cortesía de sus acérrimos rivales los Seahawks de Pete Carroll, no habrá éxito, ni viaje a lo profundo de los Play Off que maquillen esta relación que se sostenía por conveniencia y por los resultados.

Ya en la última offseason, trascendió el rumor de que los Browns pidieron condiciones por Jim y que incluso pusieron sobre la mesa la oferta de una selección del Draft. Pero la posibilidad de una lucha por el Lombardi, calmó todo el mar de fondo en las oficinas de los Niners.

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Si hay algo que Harbaugh anhela, es alzar el plateado trofeo, y tras un viaje al Super Bowl y dos finales de conferencia en los últimos tres años, éste era el año para dar el salto. Pero el juguete nuevo (CK-7) perdió su brillo y las ausencias de Navorro Bowman y Aldon Smith, se hicieron una pesada carga para un equipo que a la ofensiva debió padecer al clon sin talento de Vernon Davis (vamos, que ese no puede ser Vernon Davis…) y la dosificación a cuenta gotas de las corridas de Gore y Hyde.


A pocos kilometros del reluciente Levi´s Stadium  (aunque no brillante, el brillo quedó en Candlestick) se encuentra el Oakland Coliseum,  inaugurado en 1966 y que comparten los Raiders con los Athletics de la MLB. Los de negro y plata divagan por los sótanos de la liga desde que la “Tuck Rule” primero y la paliza a manos de los Buccaneers en el Superbowl XXXVII  después, se llevaron de un plumazo toda la enjundia y mística de la franquicia tres veces ganadora del Lombardi. Alimentando aún más el infortunio con el fiasco de JaMarcus Russell, picks de primera ronda cuestionables como Robert Gallery, Darrius Hayward Bay o Rolando McClain y el trade por Carson Palmer que les hipotecó el futuro.

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En el transcurso de esta temporada, los Raiders coquetearon con el indeseable 0-16, hasta que una noche apareció Latavius Murray y en dos cuartos corrió más que Maurice Jones-Drew toda la temporada para terminar el hechizo y quedar 1-11. A esa altura, el Coach Dennis Allen ya había sido cesanteado y fungía en las laterales el interino Tony Sparano.

Luego de sufrir una paliza de escándalo ante los Rams (tal vez el equipo se relajó después de lograr el objetivo de la primera victoria) los equipos de la Bahía se enfrentaron y los Raiders dieron un sonoro batacazo con su victoria, maniatando a Colin Kaepernick, neutralizando el poco utilizado ataque terrestre y gracias a la conexión Carr-Rivera a la ofensiva, más los embates del bulldozer Marcell Reece. (ni hablar de la recepción para TD del Tackle Donald Penn.


En vario medios norteamericanos, como por ejemplo el San José Mercury News, se especuló que en el saludo previo al encuentro entre Jim Harbaugh y el propietario de los Raiders Mark Davis, se puedo haber deslizado algún comentario acerca de la posibilidad del desembarco de Jim en Oakland.

Teniendo en cuenta que las horas del ex pasador de los Colts y Bears en SanFran están contadas y que la plantilla de Raiders cuenta con algunos jóvenes talentos promisorios, entre los que se cuenta un posible QB franquicia, un draft de posiciones altas y una cantidad apreciable en el tope salarial, no sería descabellado que Jim sea el próximo HC de Raiders, más aún sabiendo que ya declinó la propuesta de dirigir la Universidad de Michigan y que hace casi dos décadas que esta afincado en el estado de California, y le gustaría permanecer allí.

Su estilo vociferante, gruñón, bocazas, apasionado, extrovertido, controversial, sin dudas es material del Black Hole. Tiene la personalidad, la energía y la convicción de transformar a la franquicia, cosa que consiguió al heredar a los 49ers de Mike Singletary que terminaron 6-10. Hay personas llamadas a ser Raiders, Marcus Allen, Warren Sapp, Bo Jackson, Jim Plunkett, Ken Stabler, Tom Flores, Lyle Alzado, John Madden, el propio Al Davis, que en algún lugar del cielo se frotará las manos, dibujará su pequeña y pícara sonrisa deseando ver a Jim en su equipo y susurrará… Just win Baby!!