Un repaso breve a la AFC sur y la AFC oeste
Están destrozando a Luck. De verdad, están dejando sin explotar gran parte de su potencial. Chuck Pagano cargará toda la vida con la culpa de haber pensado solo en el corto plazo, para que un QB con talento ilimitado, físico de superhéroe e inteligencia suficiente para convertirse en el mejor pasador de la historia de la NFL, esté quedando reducido a una especie de Gran Bertha dedicado a disparar cañonazos a diestro y siniestro. Nadie se está preocupando de formarle para sacar de él todo su potencial infinito. Y pese a ello, con ese Luck sin evolucionar y un Bradshaw fuera de juego, tienen argumentos para soñar con el anillo.
Una temporada más, el mejor equipo de la NFL libra por libra se va a quedar en el camino porque no tiene quarterback. Este año, entre su defensa, y un Foster que casi siempre me deja con la boca abierta, me han regalado alguno de los mejores momentos de football que he visto, pero luego aparece el leñador Fitzpatrick y me baja la líbido de sopetón al grito de “¡tronco va!”. Y lo peor, el año que vienen volverán con Mallett y me temo que seguirán los interruptus.
Que levante la mano quien haya sido capaz de ver entero un partido de los Titans. Yo hubo un día que llegué casi al final del tercer cuarto, pero entonces perdí el control de mi cuerpo, empecé a aullar desesperado y no pude parar hasta que mi mujer me volcó una jarra de agua fría a la cabeza. Y lo peor es que me quedo con la sensación de que Bishop Sankey ha quedado sepultado entre tanta mediocridad, sin poder demostrar que ahí quizá se esconda una joya.
Antes de nada, os advierto que lo mejor de los Jaguars de 2014 son las ‘gradas piscina’ que han inaugurado en su estadio. Cada semana me llegan fotografías llenas de sirenas, y algún león marino, que me impiden centrarme en lo que realmente importa. Porque en estos Jaguars todo ha decepcionado. Su defensa, un Bortles insensato arrojado al ruedo antes de tiempo, unos receptores rookies lesionados o diluidos. Y pese a todo, quiero creer que Denard Robinson sí es un corredor para el futuro, Bortles no ha quedado tarado de por vida, y hay mimbres para que Jacksonville no sea en 2015 un equipo conocido solo por las piscinas de su estadio.
Creo que globalmente son un equipo mejor que el que perdió la Super Bowl en febrero pasado. Pero creo que, particularmente, Peyton ha pegado un bajón de rendimiento que no augura nada bueno. En septiembre resultó evidente que terminaba los partidos fundido físicamente. En octubre, después de que Demaryius despertara, pareció acercarse poco a poco a su nivel habitual. Pero en noviembre no solo volvió el bajón físico, sino también una preocupante falta de brazo, algunos momentos de desconcierto y, lo peor de todo, empezó a hacer algo impensable en él, acumular yardas intrascendentes que no ayudan a ganar a su equipo, al más puro estilo Drew Brees. Pese a todo, un Petyon decadente es mejor que (aproximadamente) veintiocho QBs titulares de esta NFL, y no será fácil que Belichick les vuelva a robar la cartera en postemporada.
Heeeeeeeeyyyyyy. Aquí están mis tapaaaaaaaaaadooooooooos. Y tendrán que demostrarlo en sus dos próximos partidos, arrancando las plumas a los dos gallitos de la conferencia. La acumulación de contusiones en el backfield, y una lesión en las costillas de Rivers, provocaron un bajón de juego, y tres derrotas consecutivas que les dejaron fuera del radar. Pero en mi opinión, como ya sucedió el año pasado, siguen siendo los señores del tiempo de esta NFL. El equipo que mejor controla el reloj y el tempo de un partido en la actualidad. Mucho ojito. Y atentos también a su duelo en Santa Mónica de 20 de diciembre, que puede uno de los que más repercusión tenga de cara a los playoffs de lo que queda por jugarse.
Los Chiefs son un equipazo. Y que conste que estoy sorprendido. Pensaba que, tras su gran temporada en 2013, este año se iban a desinflar. Su defensa quizá sea menos espectacular que el año pasado y esté sufriendo contra la carrera, pero me parece mucho más consistente y tiene más recursos. Su backfield sigue siendo uno de los mejores de la liga, pero por el cielo no tienen pegada. Alex Smith que, justo es decirlo, está cumpliendo como administrador, deberá tener más actuaciones como la que nos regaló ante los Patriots en septiembre, si quiere que su equipo tenga éxito ahora que llega el momento de la verdad.
Entre nosotros, un despelote. Aquí todo el mundo discutiendo donde narices van a acabar. Que si San Antonio o Portland, Los Ángeles o el Polo Norte. Pero si siguen jugando así, por mí se pueden ir a freír puñetas, que el otro día, tras su única victoria, leí a un analista que decía que son mucho mejores de lo que dice su récord, y casi me atraganto. Pero entre tanto agujero negro, una pequeña luz lucha por abrirse camino. Derek Carr le está echando un par de huevos, que si yo fuera él, hace mucho que hubiera cruzado la bahía a nado para huir de ese desastre.
Otro día, la conferencia nacional.
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