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TRIBUNA LIBRE: Una patada a los kickers

Óscar Ercilla

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Roger Goodell, que para quien no lo sepa es el comisionado de la NFL, es un tipo muy majo, rubio, alto, que sale de vez por televisión cuando está viendo algún partido en un palco del estadio, o incluso en la grada como en la última Superbowl. Además, de vez en cuando lanza un globo sonda para ver que tal están las cosas en el mundo de los mortales y cómo reaccionan éstos a sus palabras.

Su último globo ha sido la posible modificación del reglamento para que el punto extra deje de existir y haya una nueva fórmula para la puntuación por un touchdown. El asunto se debatirá en la próxima reunión entre equipos. Lo propuesto es que si se anota un touchdown, se obtengan directamente los siete puntos. Eso es algo casi seguro en la actualidad (6+1) salvo resbalón, que se pongan las cuerdas del balón de frente, o pase un pájaro por delante mientras el balón está volando a los palos. La otra idea es que si alguien quiere intentar lo que ahora conocemos como conversión de dos, pueda perder el séptimo punto en caso de no conseguirlo, como si fuera un examen tipo test. Prácticamente tal cual estamos en la actualidad.

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Los únicos que han alzado algo la voz han sido los kickers, quienes ven que, de aprobarse la medida, su actuación en los partidos se reduciría al mínimo, y en muchos casos se resumirá en pasar tres horas en la banda calentando el banquillo o pelándose de frío. Pero un colectivo de 32 personas (tipo más tipo menos) tienen una voz muy pequeña respecto a más de 1.500 individuos más grandes, más fuertes y (tal vez) con más mala leche que ellos.


“Somos pocos”, puede que alce la voz Vinantieri, el más veterano de todos ellos, en una situación imaginaria en la que todos están reunidos en un descampado a las afueras de un pueblecito de Texas. Allí están Walsh y Crosby. También se ve a Akers y a Tucker sentados sobre el capó de uno de los poderosos todoterrenos.

- “Sí, somos pocos, pero esta vez nos van a oír” –prosigue Vinantieri-. “Si deciden que no va a haber puntos extra, entonces tampoco habrá field goals. Haremos huelga de piernas caídas. No vamos a jugar ninguno de nosotros, y ya he hablado con los kickers universitarios para que no jueguen aunque les ofrezcan cantidades enormes de dinero”.

-¿Y los extranjeros, esos que juegan al soccer?

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-Inmigración está al tanto. Si intenta entrar alguno lo enviarán directo a Guantánamo.

-“Adam, yo tengo dos hijos…”

Vinatieri le da un sopapo.

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-“Si he dicho nadie, es nadie. ¿Entendido?”

La mafia de los Kickers amenaza a la NFL. Quieren que vuelva a ser todo como antes y Goodell no tiene otra opción que eliminar la posición de Kicker de los roster. El comisionado está aterrorizado. Los francotiradores de la NFL le han tomado la matrícula, saben dónde vive y van a por él. Se ha cagado de miedo.

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Todo esto, aunque parezca imposible, podría ocurrir si los ánimos se encendieran. Por eso puede ser divertido analizar cómo se vería afectada la NFL si la figura de Kicker desapareciera definitivamente. Si sus apariciones, que se reducen a los puntos extras, field goals y kickoffs, pasaran a la historia. Estamos hablando de momentos muy puntuales y que pueden parecer intrascendentes.

He repasado los 256 partidos de la NFL en la temporada regular de 2013 y existen ciertos cambios interesantes que para algunos equipos sí que hubieran sido decisivos.

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Antes de empezar, he de comentar que he planteado esta situación ficticia como si la regla que se tiene la idea de implantar existiera realmente. Es decir, contabilizo siete puntos en cada touchdown y si se intenta la conversión se pierde o se gana en función de que se consiga o no. O lo que es lo mismo, no he eliminado ningún punto extra ni he añadido nada con respecto a los touchdowns.

En cuanto a los marcadores, he tenido en cuenta los que se produjeron al final del partido sin tiempo extra. Es decir, todos aquellos puntos que se produjeron después, en cuanto a touchdowns, field goals o safeties no se han contabilizado. De este modo solo he contado los field goals anotados en el tiempo normal de un partido.

Si un partido queda empatado al final, así se queda. Llamé a Goodell para ver si los equipos podían jugar un rato más, pero me dijo que no, que le daba pereza llamar a todos para unas pachanguillas, así que se quedan como están.


Empecemos con los datos. Se han lanzado 849 field goals (FG) en 256 partidos que pasaron por entre los palos de la portería. La friolera de 2.547 puntos (9.50 pts/partido). Hubo siete encuentros en el que se anotaron siete FG entre los dos equipos y cinco en los que no se anotó ninguno.

Los Baltimore Ravens son el equipo que más FG consiguió en un solo encuentro, con seis, los que anotó Justin Tucker en la victoria 18-16 contra los Detroit Lions, o lo que es lo mismo, la totalidad de puntos de su equipo.

En cuanto a empates, al final del partido se produjeron 16. Doce de ellos se decidieron por un field goal, dos por un touchdown y uno por un safety, mientras que el Minnesota Vikings contra los Green Bay Packers acabó en empate final tras el tiempo extra (24-24).

Los resultados de la temporada regular dan 143 victorias locales, 97 visitantes y los ya mencionados 16 empates al final del último cuarto. Una vez contabilizados los FG y restados los puntos correspondientes a los resultados de los partidos, hay una serie de cambios en estos números. Las victorias locales se reducen a 134, las visitantes a 78 y los empates aumentan hasta 44.

De entre los empates en temporada regular producidos realmente, hay tres que con la eliminación de los FG se habrían convertido en victorias. Son Titans – Texans (Semana 2) con victoria para los de Houston, el Viking-Packers (Semana 12) con victoria para los queseros y el Gigants-Lions (Semana 16) que habrían ganado los de Detroit.


Con todos estos cambios en los partidos, las clasificaciones finales habrían sufrido solo un par de modificaciones. En la AFC los Bills y los Jets habrían intercambiado sus posiciones tercera y cuarta, sin tener reflejo ninguno en el pase a los playoffs. Sin embargo, en la NFC, en la división norte, el cambio en la clasificación afectaría directamente en la lucha por la Vince Lombardi. Packers descendería a la tercera posición, mientras que los Lions pasarían directamente a la primera, y se clasificarían para playoffs.

Pero no solo Lions habrían accedido a los playoffs con estos cambios. Los Cardinals que tanto merecieron entrar en playoffs, ocuparían la plaza de los Saints dejando a la NFC norte con tres representantes. En cuanto a la AFC, los Steelers se hubieran llevado a la que ocuparon finalmente los Chargers, que quedarían muy atrás en esta lucha final, siendo adelantados por los propios Steelers y los Dolphins.

Me gustan los kickers y los punters (are people too). Si bien su trabajo no resulta tan espectacular como el de un WR, un QB o un LB y realmente parece que no les enseñan a placar o recibir los golpes (preguntar al punter de los Colts), su aportación es importante para el equipo y puede definir pases a playoffs, ¿verdad Steelers? En cuanto a eliminar el punto extra, yo no contradigo el que se haya convertido en algo rutinario y sin apenas gracia, pero se podrían barajar cambiar el formato y la opción de retrasar la posición en la que es pateado el balón me parece buena e ingeniosa. Ah, y en cuanto a lo que se hacía en la NFL Europa de premiar los FG largos con 4 puntos, tal vez Goodell sí debiera mirar al pasado, pero eso no lo decido yo.

(Leer anterior artículo de Óscar Ercilla: “La (no) importancia del field goal”).