Por qué el lío entre Harbaugh y Baalke puede ser bueno para los 49ers
Para entender por qué los 49ers se han posicionado del lado de Baalke en el pulso que mantiene con Harbaugh, hay que profundizar en la estructura del staff de San Francisco y su filosofía de trabajo. Entender cómo se ha asentado como una de las franquicias más profesionales y respetadas bajo el punto de vista estructural y administrativo de toda la NFL antes mismo de la llegada del entrenador.
Los 49ers hoy funcionan como una empresa joven y dinámica, con las fórmulas que con tanto éxito están aplicando en Silicon Valley empresas como Apple y Google. Su propietario, Jed York, graduado en empresariales por la prestigiosa universidad de Notre Dame, tiene apenas 34 años y ha confiado su franquicia a dos genios que nada tenían que ver con el football americano.
El gran gurú en la faceta deportiva es Trent Baalke, un exdiscípulo de Dick Haley y Bill Parcells, dos leyendas de la NFL, que lleva nueve años como máximo ojeador de la franquicia, los últimos tres como Manager General sustituyendo con éxito a un genio como Scott McCloughan, después de haber sido su mano derecha durante muchos años.
Con el criterio de Baalke y la habilidad económica de Marathe, los 49ers han montado la que es, indiscutiblemente, una de las tres mejores plantillas de la NFL. Si no la mejor.
Es aceptado de forma unánime que el roster de San Francisco tiene poquísimas debilidades. Entre los demás equipos de la NFL, sólo los Seahawks pueden alardear de tener un equipo más fuerte. Pero aun así, los 49ers tienen mejores tight ends, mejores jugadores de línea ofensiva y defensiva, y mejores linebackers que Seattle.
Y llega el momento de preguntarse si el motivo puede ser el entrenador.
El trabajo de Trent Baalke y Paraag Marathe construyendo y administrando la plantilla de los 49ers es sencillamente espectacular. Lo normal sería que, con un equipo tan fuerte, faltara espacio para renovar o firmar nuevos contratos. Pero en 2014 San Francisco tiene nada menos que 15 millones de dólares de espacio en el salary cap. Y eso sin tener en cuenta el hecho de que obligarán a Carlos Rodgers, que es el jugador mejor pagado del equipo (8 millones), a bajarse el sueldo casi a la mitad si quiere seguir en el club. O incluso Frank Gore, con 6.5 millones, que a los 30 años también tendrá que renegociar su contrato.
Piezas fundamentales para el club como Patrick Willis, Navorro Bowman, Vernon Davis, Justin Smith, Joe Staley y Ahmad Brooks, han renovado hace poco tiempo y no presentan problemas. Además, el equipo tiene mucho cuidado de que esos contratos de larga duración nunca provoquen quebraderos de cabeza contra el Cap. De hecho muchos equipos, como los Seahawks, están copiando esa fórmula.
Hoy las prioridades son claras: renovar a Kaepernick y Crabtree. Aldon Smith, por todos sus problemas fuera de campo, y Mike Iupati, por ser un guard, pueden esperar. Pero aunque no renueven ya, todos están bajo contrato en 2014. Los únicos titulares que los 49ers podrían perder son Anquan Boldin y Donte Whitner.
Aunque nunca haya hecho pública su frustración, en muchas ocasiones el entrenador ha pedido en ruedas de prensa la renovación de algunos de sus jugadores después de chocar una y otra vez en los despachos. Los casos de Donte Whitner y Phil Dawson son ejemplos claros de discrepancia entre gerencia y entrenador, y este último nunca se ha salido con la suya. Esas reclamaciones públicas siempre han molestado al equipo responsable de negociar los contratos y han abierto más brecha. También demuestran que el conflicto no era solo un problema latente, como se está diciendo en algunos medios, sino que Harbaugh y Baalke llevan varios meses sin hablarse más que a través de correos electrónicos. La guerra entre ambos está abierta, y no es la única. Harbaugh también tiene roces con Marathe y muchos otros miembros de la estructura de gerencia. Y todos por conflictos de poder.
Pero la solución es muy sencilla. Basta con que los 49ers ganen la Super Bowl. Jim Harbaugh sabe que la única forma de firmar su contrato multimillonario con los 49ers es ganando todo este año.
¿Y sabéis por qué todo este lío me deja optimista?
El resultado final fue el quinto anillo de la historia de los 49ers y la mejor temporada de la carrera de Steve Young.
A los mejor, lo único que le falta a un equipo que parece tener absolutamente todos los ingredientes para ganar el Lombardi, es romper algunos huevos para cocinar la tortilla perfecta.